Sequía universal
Sólo los italianos Bolonia y Frosinone igualan con los blanquivioleta como equipos que no han marcado gol en las grandes Ligas del mundo / El Patronato argentino, referente americano
Keko observa cómo sale el balón tras tirarse en plancha, ante la mirada de los alavesistas Duarte, Pacheco y Laguardia.-MIGUEL ÁNGEL SANTOS
El gol. La suerte máxima del fútbol. El rosebud de Kane y la magdalena de Proust. La obsesión del juego infantil que, ya en el mundo profesional, justifica fichas y balances de resultados. El gol. Lo que aún le falta al Real Valladolid. Su máximo anhelo y, dentro de poco, imperiosa necesidad. La única llave de entrada a su Arcadia feliz.
El equipo blanquivioleta no marca. Y comienzan la inquietud y el runrún, como cuando pasa el tiempo y el mago sumergido en un tanque de agua no logra zafarse de la camisa de fuerza. La pucelana aún no pesa pero, si se empapa más de líquido, puede convertirse en lastre y catafalco.
Aún es pronto para la preocupación pero no para la inquietud. El remusguillo recorre el cuerpo de la familia blanquivioleta después de ver a cero el casillero de goles a favor tras cuatro partidos disputados. 360 minutos sin ver puerta. El único y baldío consuelo es el gol anulado a Keko ante el Barcelona y los vicegoles (Fernández Flórez dixit) que se congelaron en la garganta después de remates a bocajarro o últimos pases que no llegaron a su destino. Cartas sin sello que bordearon el buzón.
El equipo de Sergio no está solo en este capítulo. Hay más equipos de las grandes ligas del mundo con sus redes virginales a estas alturas de campeonato. Pero no demasiados, lo que induce a pensar en el bucle en el que pueden entrar los pucelanos de no administrar bien la posible ansiedad.
El consuelo llega más allá de los Alpes. Los italianos Bolonia y Frosinone también lucen el círculo perfecto en su casilla de goles a favor, aunque con un punto menos que los castellanos. Ambos acumulan un empate y tres derrotas en el arranque de la Serie A, que también lleva cuatro jornadas digeridas. Se da el caso curioso de que ese punto común lo capturaron en el encuentro que los enfrentó.
El otro referente se encuentra allende el Atlántico. La Liga argentina ya no es lo que era, pero conserva el pedigrí, además de a Boca y River. El Patronato, un equipo menestral caído en Primera tras la remodelación de la categoría, con 26 equipos, es último con 1 punto y sin goles tras cinco jornadas.
No hay más referentes de portería a cero en las grandes Ligas del mundo tras los cuatro primeros partidos.
En ese lapso, los peores ejecutores de la Premier inglesa, Cardiff y Huddersfield, acumulaban ya dos tantos. En Alemania, la Bundesliga ha consumido una jornada menos, lo que no es óbice para que los que menos han visto puerta, Núremberg, Schalke 04 y Bayer Leverkusen, sumen otros dos goles por cabeza. Los mismos que el Niza en la Ligue 1 francesa y el Groningen en la Eredivisie holandesa.
Más finos de cara a puerta andan en Portugal, donde en los primeros 360 minutos de la Liga, los equipos menos productores, Chaves, Tondela, Aves (no confundir con Rio Ave) y Portimonense, sumaban tres tantos cada uno.
En Brasil, el Cruzeiro del que surgió el actual máximo accionista blanquivioleta, el Bahía y el Ceará llevaban un gol tras los cuatro primeros episodios. Al igual que el Dalian Yifang chino.
La gran ventaja de los blanquivioleta es que en su portería los goles entran con cuentagotas. Sólo el Getafe lleva dos goles en contra, como ellos. Los demás, incluidos los grandes, han visto agacharse más veces a sus porteros de espaldas al campo.
ANTECEDENTE Con Benítez se dio esta racha... y ganó el quinto partido 3-0
En el camino nonagenario del fútbol blanquivioleta, casi siempre hay antecedentes para todo lo que ocurra. Como no marcar en las cuatro primeras jornadas de Liga. Le ocurrió al equipo de Rafael Benítez en la temporada 95-96, ésa que los pucelanos iban a comenzar en Segunda pero jugaron en Primera, tras el excepcional rescate del entonces presidente Marcos Fernández por el problema de los avales.
Benítez, por entonces entrenador ofensivo, casi en las antípodas de su actual personalidad futbolística, perdió 0-2 en el estreno contra el Barcelona, 1-0 en Valencia y empató sin goles en casa contra el Compostela y en Salamanca. La lluvia de las críticas comenzaba a arreciar cuando los pucelanos ganaron 3-0 al Tenerife en la quinta jornada, con goles de Peternac, Quevedo y Asanovic.