Adiós a la media veda

La temporada de caza de la media veda bajará hoy el telón en las nueve provincias de la Comunidad. Los aficionados a la cinegética apurarán este fin de semana las últimas jornadas de una campaña que ha resultado sensiblemente mejor a la del último año, que fue con seguridad la peor del siglo XXI, pero que no ha llegado a cubrir las expectativas que tenían los cazadores de la región el pasado mes de julio, cuando las cosechas aún no estaban recolectadas y cuando se preveía, ante la buena campaña cerealista, que las codornices dieran la cara.

Ciertamente se han cazado más codornices que en el ejercicio de 2017 pero la media veda ha estado condicionada por la cosecha tardía, que motivó que muchos cotos no abrieran la temporada hasta pasados en torno a los diez días para, aun así, o no encontrar a las codornices donde se preveía, o si se dio con ellas encontrarse en algunos lugares con pollos de codorniz, a los que obviamente el cazador experimentado y conocedor del oficio ni siquiera encaró con su arma y los dejó en el lugar para mejor ocasión.

La temporada ha sido atípica y así, en los tradicionales santuarios codorniceros donde se esperaban codornices en abundancia, como en la provincia de Burgos, que es el lugar de España donde desde siempre se abaten más codornices, o en el norte de la provincia de Palencia, que es otro de los puntos donde pocas veces falló la codorniz, se cazaron muchas menos de las esperadas, mientras que sí se las cazó de forma aceptable en cotos de la comarca del Cerrato palentino. La codorniz volvió a ser caprichosa y así por ejemplo la sorpresa de este año puede que haya sido León, donde con buenos perros por delante se lograron las perchas más lustrosas en algunos cotos del valle del Esla, o en terrenos de Los Oteros, o en los alrededores de Valencia de Don Juan, donde algún afortunado cazador llegó a acercarse al cupo de 25 codornices por cazador y día que estaba establecido para esta temporada. Estos fueron, junto con algún coto soriano, los mejores lugares este año, conjuntamente con los siempre imprevisibles acotados, que en todas las provincias de la región los hay, que por la circunstancia que fuera el cazador se topó con algunos corros de codornices, que al principio de la media veda no habían encontrado y que, según fue avanzando la campaña, se asentaron en lugares donde unas jornadas antes nadie las había visto. En el resto de las provincias, salvo las referidas excepciones, la campaña se cierra con un pobre balance codornicero a pesar de que el aficionado este año afortunadamente sí ha dispuesto de lugares apropiados para buscar a la menor de las gallináceas. Esta media han sido miles las hectáreas de rastrojeras las que este año sí han permanecido en pie, prácticamente durante toda la campaña, para la caza de codorniz pero, generalmente... sin codornices o con muy pocas para según estuvo el terreno.

Posiblemente el retraso en la cosecha también ha sido determinante para que los rastrojos no hayan sucumbido como otros años ante las gradas de disco, aunque también ha habido agricultores que no aguantaron el tiempo reglamentario para realizar esta labor y, a mediados de agosto e incluso antes, ya se habían llevado por delante buenas parcelas que hubieran sido susceptibles de albergar alguna codorniz y que hoy solamente guardan broza y rascaviejas que tendrán que limpiar de nuevo antes de sembrar. En cuanto al resto de especies permitidas cazar durante la media veda, los conejos en los más de 270 cotos de la región donde se les ha podido cazar y las palomas han vuelto a ser las especies que más cartuchos sacaron a los aficionados. La paloma torcaz ha proporcionado muy buenas tiradas en numerosos cotos de la región, fundamentalmente en los más cercanos a las grandes capitales y municipios, pues esta paloma está colonizando desde hace años los jardines y masas arbóreas de las ciudades, donde viven y ensucian de día, para ir a comer a su alfoz, bien en los pasos de la mañana o por la tarde.

PALOMA BRAVÍA

Asimismo la paloma bravía o paloma de la torre este año ha vuelto a ser especie cinegética durante la media veda y también, como la torcaz, sirvió para que el aficionado controlara a esta especie, también en franca expansión. En cuanto o a la tórtola en los lugares tradicionales de paso como las fincas salmantinas, zamoranas, o en las provincias de Segovia y Ávila, no fue difícil alcanzar los cuatro ejemplares que se estableció como cupo este año para una especie que no pasa por su mejor momento, que el cazador se ha comprometido a conservar y que desde Europa se la contempla como una especie a proteger de forma definitiva.

A TENAZÓN

Nacional de Caza San Huberto

Las localidades coruñesas de As Pontes y A Capela acogen las semifinales del XXXVII Campeonato de España de Caza San Huberto y la de perros springers. Los mejores cazadores y perros de España tendrán la oportunidad de buscar la clasificación para la gran final que se disputará en las categorías masculina y femenina, pues las damas acceden de forma directa a la final sin pasar por la criba de la semifinal.

Castilla y León aporta a estas semifinales de caza San Huberto tres cazadores que lograron su pase en la prueba autonómica y que son el vallisoletano Iñaki Izurrategui, con su perra Elsa de Fuente La Teja, el zamorano Joaquín del Hoyo con su perra Brisa y el segoviano Luis Andrés Luengo con su perro Falcó del Castillo. Los tres cazadores, junto con la representante femenina, Lidia Pérez García, que acude con Chuspi, emplearán en la prueba sus perros de la raza Setter inglés. Asimismo, en la modalidad de perros levantadores participa el vallisoletano José Antonio del Río Colias con su perro Spaniel Coli de Forvelaz.