Diario de Valladolid

Fiesta y reivindicación

Los aficionados rojillos y blanquivioleta aprovechan la eliminatoria de ascenso para reclamar la construcción de la A-11 que conecta Soria y Valladolid / Los Pajaritos vivieron un lleno

Aficionados del Real Valladolid en la grada de Los Pajaritos.-L. TEJEDOR

Aficionados del Real Valladolid en la grada de Los Pajaritos.-L. TEJEDOR

Publicado por
LUIS HERNÁNDEZ CASADO / J.I.F.
Valladolid

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Una eliminatoria de ascenso a Primera entre dos clubes de Castilla y León es historia. Nunca antes había ocurrido, toda una fiesta en la grada donde los aficionados sorianos estuvieron en todo momento con su equipo. Sin embargo, este partido ha servido para algo más. La reivindicación de muchos sorianos y los más de 400 vallisoletanos que en el minuto 11 de partido, promovido por Soria ¡Ya!, se quejaron por la falta de infraestructuras en Soria y sobre todo para la construcción de la A-11, enlace entre la capital vallisoletana y Soria por carretera. Al unísono, la grada reivindicó la realización de esa infraestructura básica para la conexión del Duero. Lo más curioso es que el cántico coincidió con tres córners consecutivos del Real Valladolid, pero eso no sirvió para tapar la protesta. Incluso en televisión, el soriano Raúl Ruiz lo comentó. Superado ese momento, los seguidores se centraron en el terreno de juego donde los dos equipos se afanaron por dar el penúltimo paso hacia un escalón superior.

Además se repartieron pegatinas y durante la mañana y se colocaron 13 pancartas en 13 municipios por los que pasa la Nacional 122. Hay que recordar que Soria es la ciudad peor conectada con la capital. Tampoco hay tren, por lo que la única solución es convertir la Nacional en la Autovía del Duero (A-11), una demanda que procede desde el siglo pasado.

Incluso en las redes sociales la ansiada A-11 fue el tema del momento (aunque Urdangarin, Lopetegui y Máxim Huerta). «Los sorianos merecemos una buena conexión con el resto de España para no caer ni en el olvido ni en la despoblación», afirmó un aficionado.

Teñido de rojo y azul, Los Pajaritos recordó que es una fuerza para sus jugadores. Buena parte de ese espíritu se desplazará a Zorrilla el próximo sábado. Los más afortunados debieron esperar varias horas en una noche en vela para comprar las entradas y para ver a su equipo en el último de los partidos de la temporada. Todavía resta una cita, pero será en Valladolid donde todo se decidirá entre los dos conjuntos castellanos. Uno de ellos disfrutará de su afición en la máxima categoría y no desea perderse ese privilegio único.

Mientras que los más de 400 vallisoletanos disfrutaron de una tarde sin incidentes y con la esperanza de que el próximo sábado se complete la hazaña de un Real Valladolid que guiado por Sergio Gonzáles ha devuelto la ilusión a toda una afición.

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