El espíritu de 2012

Anuar Tuhami representa el espíritu del último ascenso, el de 2012 con Miroslav Djukic en el banquillo. El 16 de junio, él era un jugador cadete que, como tantos, ejercía de recogepelotas. Ese día disfrutó viendo a sus ídolos superar al Alcorcón en el play off y ante un Zorrilla lleno. Detrás de la portería de Dani Hernández, el ceutí lo recuerda perfectamente porque su ADN es blanquivioleta desde el primer día que aterrizó en los Anexos.

Seis años después, la calabaza se ha convertido en carroza y Anuar es el llamado a hacer historia. Porque hay muchas sensaciones de aquella temporada que recuerdan a ésta. Porque la comunión entre equipo y afición es perfecta, porque hay un entrenador que ha sabido motivar a la plantilla. De esta manera, el Real Valladolid vuelve a una fase de ascenso con la ilusión en todo lo alto. Sabedor de lo que le ha costado llegar hasta aquí, pero con los pies en el suelo. «Es un partido que desde niño he soñado con jugar. Pensar que esté defendiendo este escudo me hace una ilusión increíble». Palabras que sirven de estímulo para una grada que ha vuelto a reencontrase con el equipo.

La primera piedra en el camino se llama Sporting. Nada tendrá que ver este choque con el de Liga, el estreno de Sergio, donde el Real Valladolid se encontraba tocado anímicamente. Aquella tarde, los asturianos se llevaron un injusto triunfo. «Aquí perdimos 0-1 contra ellos, pero el equipo salió orgulloso del trabajo que había hecho», recordó el ceutí. Ahora la historia ha cambiado. Dinámicas diferentes. Sergio volverá a apostar por los ‘once’ de Osasuna, salvo el cambio obligado de Míchel por sanción. La opción de Anuar es, por ganas, la más adecuada.

Un play off es una partida de ajedrez que dura 180 minutos. «La eliminatoria se va a decidir en El Molinón, pero tenemos que ir a por el partido de ida desde el minuto uno, aunque no nos podemos volver locos, cualquier resultado que sea no encajar será bueno», afirmó el centrocampista, sabedor de la importancia de los goles fuera de casa.

El Sporting de Rubén Baraja llega en una dinámica negativa y sin Álex Pérez, Guitián ni Nano, pero bien es cierto que en una promoción el contador se pone a cero y la eliminatoria se resuelve por detalles.

Lo que no fallará será Zorrilla. Por segundo partido consecutivo se colgará el ‘no hay billetes’. El primer gol está metido, como ocurrió el pasado sábado, y Anuar lo sabe. «Nunca lo había visto. Llegar con el autobús y sentir más cerca que nunca a la gente». El espíritu del ‘Somos Valladolid’ regresa en un primer episodio que tendrá continuación el domingo en Gijón.