Monólogo del Ademar

No hubo color. El esperado derbi que cerraba la temporada para el Recoletas Atlético Valladolid en su segunda campaña en la Asobal se decantó claramente del lado visitante. Aunque vallisoletano y leoneses afrontaban en el epílogo de la Liga el objetivo de sacar el partido adelante para acabar octavos y segundos, respectivamente, la mayor hambruna del Ademar de quedar única y exclusivamente después del inaccesible Barça pudo más que el deseo del Recoletas de ser octavo, como el año pasado, y ahorrarse una eliminatoria copera.

El Ademar fue muy superior al Recoletas. Salvo en su puesta de escena donde el partido comenzó a ritmo de rock and roll, de portería a portería y con los porteros César Pérez y Biosca como meras figuras de adorno (8-8; minuto 11), el toque de corneta a cargo del exigente Rafa Guijosa sirvió para cerrar el descosido defensivo y estrangular a su rival. El principio del fin del Recoletas comenzó en el minuto 20.

Con empate a 11 en el marcador y después de haber desperdiciado un penalti y una superioridad de dos minutos por exclusión del serbio Pesic, el conjunto de Pisonero se quedó clavado. Clavado durante seis minutos para dejar que el Ademar, liderado por un motivado Alejandro Costoya, pusiera tierra de por medio y rompiera el partido (11-16).

Pero lo peor estaba por llegar en pleno desconcierto local cuando con dos hombres más en los dos últimos minutos de la primera mitad, no solo no fue capaz de recortar la desventaja de cinco goles sino que vio impotente y sin recursos desde la banda como el Ademar se marchaba al descanso con seis goles arriba (13-19).

De nada sirvió cambiar, por cierto tarde, de portero (Javi Díaz en lugar de César Pérez).De nada sirvió arriesgar, por cierto tarde, en defensa con una 5-1 y mixta sobre Costoya y un ataque de siete (sin portero) y con dos pivotes (Garza y Serdio). La seriedad del Ademar y su juego de continuidad le otorgó alas para masacrarle una y otra vez desde los extremos. Mario López, Gonzalo Pérez Arce, Juanín y Jaime Fernández se pusieron las botas desde los seis metros con una producción de 17 goles.

En el Recoletas Atlético la fructífera vía inicial de Adrián Fernández penetrando entre líneas pronto se agotó y los lanzamientos mortíferos de nueve metros a cargo de un Rubén Río, autor ayer de diez goles, que concluye la temporada posiblemente en el mejor momento desde que es gladiador azul, fueron insuficientes.

El portero serbio del Ademar, Vladimir Cupara, en su despedida con la camiseta ademarista, acabó convirtiéndose en pieza clave para desactivar cualquier intento de reacción de los vallisoletanos. La vía de agua abierta en la primera mitad era demasiado grande y el tiempo jugaba en contra de un Recoletas, curiosamente y al contrario que su rival, errático y poco productivo desde los extremos (1 solo gol) y que no pudo ni supo sacar ventaja a las cinco exclusiones con las que castigaron a su hambriento adversario (29-36).

GOLPES FRANCOS- Un derbi como los de antes

GRAN AMBIENTE EN HUERTA DEL REY. Un derbi para cerrar la temporada. Un derbi con algo en juego para los dos equipos. Un derbi televisado por Movistar como partido estrella de la última jornada. Los ingredientes aseguraban un gran guiso y así fue. Un derbi como los de antes, caliente, vibrante y con aficionados (250) del equipo rival en las gradas de Huerta del Rey.

CUARTA DERROTA ANTE EL ADEMAR. El de ayer fue sin duda el derbi más desigual. En esta ocasión y salvo 20 minutos el Recoletas no fue capaz de plantar cara a su rival por antonomasia. Un Ademar que no sabe lo que es perder con el Recoletas. Cuatro de cuatro. Su victoria de ayer (29-36) supera a la del año pasado (32-34).

DÍA DE DESPEDIDAS. El Atlético Valladolid quiso rendir homenaje en los prolegómenos a los tres jugadores que no seguirán el año que viene. Javi Díaz, que regresa a Galicia, y Viscovich y Alex Garza, que se retiran.

RETIRADA DEL ÁRBITRO MARTÍN FRANCO. El club también quiso homenajear a los colegiados Martín Franco (vallisoletano) y Fernández, en su último partido en activo.