Diario de Valladolid

BALONMANO / COPA DE LA REINA

Ataque de pánico

El Aula Alimentos de Valladolid se despide de la Copa tras descomponerse ante el Bera Bera después de disponer de una renta de ocho goles

María Prieto O’Mullony vuela y arma el brazo ante la oposición de la capitana del Bera Bera Alba Menéndez.-PHOTO-DEPORTE

María Prieto O’Mullony vuela y arma el brazo ante la oposición de la capitana del Bera Bera Alba Menéndez.-PHOTO-DEPORTE

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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Dicen que no hay medicina para el miedo. Y el Aula, un Aula Alimentos de Valladolid que fue capaz de asombrar con un brillo resplandeciente hasta tal punto de ridiculizar a su rival en 27 minutos para enmarcar, se desintegró como por arte de magia. Al conjunto de Miguel Ángel Peñas le entró un ataque de pánico cuando se vio arriba en el marcador con una renta imposible para muchos, imposible para todos. El 7-15 que reflejaba el marcador del pabellón Ciudad Jardín de Málaga obligaba a frotarse los ojos y no una vez, ni dos, ni tres, sino una y otra vez. Había que ver para creer. El todopoderoso Bera Bera estaba contra las cuerdas, de ambulando de una portería a otro sin saber qué hacer. Ni las jugadoras, ni la entrenadora Montse Puche, sin recursos para sofocar el vendaval de un magnífico y excelso BM Aula Alimentos de Valladolid vestido de vendaval para soplar y arrastrar sin compasión a su confundido adversario. Y lo hizo tirando de manual, sin cometer errores, sin regalar balones y vigilando la mortífera conexión de su ex jugadora Silvia Arderius con el pivote. Dicho y hecho. El Aula, tras los primeros minutos de tanteo, puso la directa desplegando un balonmano de altísimos quilates espoleado por los buenos números de su portera Lulu Guerra, con ocho intervenciones. La circulación de balón de derecha a izquierda era un filón con la joven Elena Cuadrado ejerciendo de envenenado aguijón ante la portería defendida por Merche Castellanos. Y lo más curioso de todo es que el punzón del conjunto vallisoletano, la máxima goleadora de la Liga Guerreras Iberdrola, María O’Mullony, no estaba especialmente fina al tener una vigilancia especial por parte de la defensa del Bera Bera.

El juego del BM Aula se equiparaba a una sinfónica. Después del 3-2 del minuto cinco, el Aula pasó el rodillo para encontrarse con una renta de ocho goles (7-15) a falta de poco menos de cuatro minutos para el descanso. El Bera Bera, que había tenido que solicitar sus dos tiempos muertos para intentar frenar la sangría sufrida, estaba tocado... aunque lamentablemente (para las vallisoletanas) no hundido. Porque llegó la incomprensible desconexión del BM Aula. Llegó un ataque de pánico mirando un marcador inusual y totalmente ilógico.

Con balón y... penalti a favor para aumentar la sangría de su adversario hasta los nueve goles, el BMAula erró. La portera del Bera Bera Merche Castellanos, la única que se estaba salvando de la quema general, comenzó a aparecer. Lo hizo deteniendo en inferioridad numérica ese maldito penalti lanzado por la joven Mada Fernández. Esa parada y el parcial en inferioridad con una jugadora menos del Bera Bera (0-3) supuso el despertar, el despertar de la bestia.

El BM Aula que tenía miedo sin peligro, inventó el peligro para justificar su miedo. Era el principio del fin porque el apagón con ese ataque de pánico en el tramo final de la primera mitad, que acabó 10-15 a favor, tuvo continuidad en la reanudación. Era oro BMAula diferente, un equipo en cuya mirada se reflejaba el miedo a perder el tesoro que había conseguido a los ojos de todos, incluido el ‘odiado’ presidente de la Española, Francisco Blázquez, presidiendo el palco.

La ventaja se esfumó en un momento. Las ‘súper héroes’ se humanizaron por arte de magia para perder su renta en un visto y no visto. Y cuando el Bera Bera se puso por delante, apoyadas en el poderío en ese segundo acto de Giulia Guarieiro (5 goles), la pivote Edera (5), Arderius (3) y sobe todo la portera Castellanos (16 paradas totales), todo se acabó. La bestia era mucha bestia, despertó y no habría, como así fue, una segunda oportunidad. Nunca estuvo tan a mano desafiar el muro de la lógica pero el Aula lo desaprovechó (30-27).

PEÑAS: «Hemos sido pardillos»

«EL MIEDO A GANAR NOS HA PODIDO». El entrenador del Aula, Miguel Ángel Peñas, se mostraba contrariado por la situación vivida por su equipo. «Hemos sido pardillos, pardillos. La que podíamos haber montado pero...

El miedo a ganar nos ha pesado como una losa. En la segunda parte no éramos el mismo equipo encadenando error tras error. Al final no dejamos de ser un equipo, todavía de niñas y nos ha venido muy grande esto. Es una pena», aseveró.

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