Un Promesas con otra cara
El filial puede salir el domingo de descenso donde está desde la jornada 2 / «Estamos vivos y nadie lo creía», asegura Rivera
El juvenil Mohamed Salisú ha logrado hacerse un hueco en el equipo en la segunda vuelta.-M.Á. SANTOS
El palmarés de Perico Delgado es amplio y extenso pero siempre le perseguirá la famosa historia de Luxemburgo en 1988 cuando llegó tarde a la salida. Salió con 2.40 minutos de retraso, un tiempo que arrastró a cuestas desde esa primera etapa le acabó costando el Tour. Algo así le está pasando a este Valladolid Promesas que está pagando una nefasta planificación de temporada, pero que, como el segoviano, intenta etapa a etapa recortar distancia con sus perseguidores.
En la jornada 15 (18 de noviembre), el conjunto blanquivioleta, tras perder en los Anexos por -12 contra el Sanse, se encontraba último con solo ocho puntos y esa misma cantidad de los puestos de salvación. Las sensaciones eran muy negativas en un equipo que pecaba de inexperiencia, acumulaba infortunios en forma de lesiones y sanciones y donde el experimento Watford no resultaba. Un mes antes había llegado Miguel Rivera sustituyendo al breve Carlos Salvachúa. Poco a poco, el técnico andaluz fue reconduciendo una situación que no parecía nada sencilla.
En las últimas 10 jornadas se han sumado 13 puntos que sirven para ver todo de otro color. Aunque el equipo sigue en puestos de descenso, ahora la distancia es de solo un punto con la promoción y de dos con la permanencia. Incluso si este domingo (11.30 horas) logra ganar al Talavera, séptimo clasificado, se podría salir de una zona de descenso donde se mantiene desde la jornada 2 y aumentar a seis partidos su racha sin conocer la derrota. «El gran objetivo era seguir vivos y lo hemos logrado. Estábamos muy lejos y casi nadie apostaba por nosotros, pero hemos sido capaz de dar la vuelta a una situación compleja, aunque de momento no hemos hecho nada, ahora queda el último esfuerzo», explica el entrenador Miguel Rivera.
El malagueño no oculta que una de las claves de esta remontada es la llegada de jugadores en el mercado de invierno con «experiencia» en la categoría como Antonio Domínguez, el lateral Moi o el portero Dennis, esencial en varios encuentros desde su llegada.
Al igual que al primer equipo, los fallos defensivos han lastrado durante muchas jornadas, de ahí que uno de sus objetivos haya sido mantener la puerta a cero y a partir de ahí buscar el triunfo. «Es una realidad, si queremos ser competitivos no nos pueden marcar goles infantiles, pero hemos crecido mucho y nos hemos hecho fuertes», comenta. Una de las claves ha sido la llegada de Moi y la ascensión desde el Juvenil de Salisú, un central que acaba de renovar hasta 2021. «Hay que ser conscientes del gran esfuerzo que hemos hecho por recuperar el terreno perdido y que hay margen para lograr el objetivo», insiste.
Rivera reconoce que se sabe el calendario que resta «de memoria», pero no quiere hacer cuentas porque «es tan complicado el equipo de arriba como el de abajo», sigue pensando que la teoría del día a día es la mejor para intentar llegar a tiempo y subir al podio de la salvación.