El Aula cae con sus armas

El Aula Valladolid sufrió su primer patinazo en la Liga, ya que perder ante el Rocasa entraba en lo previsible. El resbalón no llegó por la derrota, pues el Mavi La Calzada disputa a las pucelanas el título honorífico de equipo revelación. Fue por la forma en que se produjo.

El Aula nunca llegó en los sesenta minutos a ser él mismo. A abrir toda al panoplia de su juego y mostrarla, con sus diferentes y eficaces variantes. Estuvo espeso, áspero, abotargado. La electricidad de alta tensión con que fluyen sus acciones fue invisible. Se fundieron los plomos.

Parte del mérito hay que dárselo a las gijonesas. Plantearon un partido muy táctico e inteligente, sabiendo los resortes que había que tocar para minimizar al Aula. Lo consiguieron con sus mismas armas: velocidad atómica en ataque y anticipación en defensa. Las jugadoras de Peñas nunca llegaron a soltarse del todo.

Claro que hay aspectos en los que no influye el rival, o al menos en gran medida. Las malas selecciones de tiro, los chuts bien elegidos pero mal ejecutados y el enorme número de pases fallados, sobre todo en la segunda parte, fueron lastres demasiados pesados para permitir que el Aula se mantuviese a flote.

Dos detalles marcan la historia del encuentro. El primero es que las locales nunca llegaron a ponerse por delante. Siempre se mantuvieron a rebufo de un Mavi que llevó la iniciativa en casi todos los aspectos, y que con su 5:1 defensivo, con Faria como avanzada, ralentizó los ataques de las vallisoletanas.

El segundo detalle es que la máxima ventaja asturiana fue el marcador final, lo que habla de la imposibilidad de las pucelanas de voltear el encuentro. Los nervios y las imprecisiones propias de su juventud afloraron en los minutos decisivos. Todo lo contrario de un Mavi cuyos fichajes estivales aportan veteranía.

El partido se puso 1-4 a los 7 minutos, de forma que el Aula se vio desde el principio abocado a remar aguas arriba. Con O’Mullony muy controlada y lejos de su mejor versión, un ataque muy plural se sustentaba con Mada, muy certera desde los siete metros, Cesáreo, Cuadrado y Calderón.

El Mavi hizo un traje de principio a fin a la defensa local con el juego de pivote. Su excelente trabajo táctico propiciaba situaciones de tiro fácil en la línea continua para Cobo, que se puso las botas.

El marcador fue haciendo la goma con esos tres goles. El 1-4 dio paso al 5-8 y éste 7-10, en el minuto 20. Tras un tiempo muerto de Israel Maniega, el Aula afinó la defensa, hizo daño a la contra y se puso 13-13 para irse al descanso. La primera igualada desde el empate sin goles inicial.

Se esperaba una salida en tromba tras el ecuador, pero lo que tanto había costado remontar se perdió en 3 minutos. Un parcial de 0-3 puso el 13-16 en el electrónico. Fallos claros en ataque propiciaban contras mortíferas.

Pero al Aula se resistía a expirar y devolvió parcial para ponerse 16-16. La mejor versión de Lulu volvió bajo los palos, propiciando intercambios de goles hasta los últimos diez minutos. El ansiado hachazo local no llegaba. Lo que acudió fue la cadena de errores antes comentada, que colocó el 21-24 a falta de seis minutos para el final. El nuevo tiempo muerto del Aula no sirvió para nada. En una cadena de errores de tiro, con aciertos de ambas porteras, el 0-1 en este tiempo dejó el merecido 21-25 final.

PEÑAS: «Nos ha podido la presión»

«ELLAS HAN ESTADO MEJOR». El entrenador del Aula, Miguel Ángel Peñas, reconoció la superioridad del Mavi. «Nos jugábamos estar más por encima en la clasificación y dejar equipos abajo y esa presión nos ha podido, ellas se han plantado mejor y no hemos sido capaces de jugar ni en estático. Han hecho su trabajo a las mil maravillas».

El Aula sólo marcó 8 goles en el segundo tiempo. «No hemos corrido nada, tenemos un porcentaje de goles del 30% y no lo hemos conseguido. No hay dependencia de María O’Mullony. Hemos tenido muchas pérdidas y después había miedo a dar el pase en la siguiente acción. Se nos ha encogido el brazo en los lanzamientos».