La ley del ‘matagigantes’

El Aula Valladolid sacó del armario su vestido de matagigantes (con el que el año pasado ajustició a Rocasa y Bera Bera) para volver a construir un cadalso a uno de los gallos de la División de Honor: el Zuazo.

Amaia Garibay volvía pronto a casa. Lo hacía con otra camiseta y recibiendo los focos del protagonismo: del buscado y del no buscado. Un penalti provocado por ella decantó la balanza del lado del equipo pucelano. Pero ese fue el epílogo de un partido que tuvo mucha historia.

El primer capítulo se escribió en la defensa, donde comenzó a cocinarse la victoria a fuego lento. Lento porque las posesiones largas pusieron al ralentí un luminoso que sólo despertaba ante Amaia y O´Mullony en los minutos iniciales. Entre la lateral y Lulu Guerra pusieron la nave pucelana en la pista de despegue (5-2).

El partido se había convertido en un duelo de estrategias en el que cada jugada se masticaba hasta la saciedad para evitar contraataques. Eso se notó en el déficit goleador en el que elAulaValladolid lograba mantener su pequeña renta.

La segunda unidad pucelana, siempre cumplidora, entró fría y eso costó que elZuazo estuviera a punto de agujerear el silo en el que el Aula Valladolid había guardado su ventaja. Para su alivio, salió a escena Valeska. Espantó a unZuazo que, por momentos, no parecía tener (aunque lo tiene) ni el esqueleto ni la musculatura de un peso pesado. La chilena amansó a la fiera con tres latigazos, lo que permitió al Aula irse a descanso con cuatro goles de ventaja y el petate lleno de esperanza hasta los topes.

Los tornillos vascos se apretaron en la segunda mitad. Las vascas tienen pólvora y la sacaron a relucir para apretar el marcador hasta límites peligrosos (12-11). Fue entonces cuando las laterales volvieron a entonar su voz cantante.

Con una Lulu de otro planeta viajando por una galaxia de paradas, el peso anotador recayó sobre O´Mullony. Cada vez que parecía que el Aula iba a tropezar, aparecía la lateral para que el trabajo del ataque coral delZuazo quedara desactivado.

Sin embargo, planear sobre la victoria sin terminar de aterrizar sobre ella provoca el nerviosismo de pensar que en cualquier momento te puedes quedar sin gasolina. Ahí la gravedad no perdona... ni Luján yNayla, que igualaron el marcador (21-21) tras un parcial de 1-5.

El partido sacó a bailar a los dos equipos en la alta tensión. Ahí Cristina Cifuentes se sintió como en casa. Anotó, recuperó un balón y provocó la exclusión de Nayla. En síntesis, dejó su firma en un final de infarto en el que el Zuazo tuvo balón para ganar.

Sin embargo, como si de una broma del destino se tratara, Amaia Garibay, fue héroe involuntaria de su ex equipo. Provocó con el tiempo casi cumplido, un penalti sobre Ángela.Desde la línea de siete metros el pulso no le falló a O´Mullony, una reina con traje militar que firmó la segunda victoria de la temporada.