Diario de Valladolid

BALONCESTO

Una ‘estudiante’ de matrícula

Clara Rodríguez se ha convertido en un pilar dentro del Estudiantes, camiseta que defenderá el próximo curso en Liga Femenina 1 / Este año ha conseguido el ascenso con las madrileñas

La vallisoletana entra a canasta durante un partido de liga.-EL MUNDO

La vallisoletana entra a canasta durante un partido de liga.-EL MUNDO

Publicado por
Guillermo Sanz

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Hay grandes jugadoras... y jugadoras gigantes. Hablando de una pívot de 184 centímetros de altura se podría pensar que detrás de estas palabras se esconde sólo un guiño a la parcela física... pero nada más lejos de la realidad. Clara Rodríguez y el baloncesto eran dos amantes destinados a encontrarse. Años después de ver cómo la pelota naranja atravesaba el aro por primera vez, esa rutina se ha convertido en su pan diario, un pan con sabor a éxito.

La niña que deslumbró por sus ganas en un campus del CB Valladolid en Boecillo, ha dado el estirón. Sus primeros pasos iniciaron en La Cistérniga un camino que la llevaron, de la mano de Andrés Calvo, a la Universidad de Valladolid, que ese año estrechó lazos con Ponce. «Yo no era muy buena. De niña era muy descoordinada, no tenía ni idea de jugar, pero le ponía mucha ilusión y me dijeron de ir con ellos», recuerda.

Sus ganas de aprender no han desaparecido nunca y cada paso que daba era un salto en la proyección de una jugadora que fue campeona de España cadete con la selección de Castilla y León, medalla de plata con UVa Ponce en el Nacional (donde fue la MVP) e incluso llegó a vestir la casaca roja de la selección en el Europeo júnior de Portugal, donde se colgó el bronce. Ese fue el currículum que metió en la maleta, hace tres cursos, dirección a Madrid.

Los estudios de Matemáticas e Ingeniería Informática abrían una nueva ventana en la que el Estudiantes permitía que el paisaje tuviera una canasta. Desde entonces, Clara Rodríguez se ha ido haciendo un hueco en la tablilla de Fito González, un campo en el que el trabajo ha madurado un equipo capaz de escalar hasta la Liga Femenina 1. «Ha sido alucinante porque no éramos un equipo superfavorito. Somos un equipo joven de amigas y conseguimos competir y plantar cara. Ascender no era el objetivo», reconoce la vallisoletana.

El club del Ramiro de Maetzu ha visto a la pívot lista para afrontar el gran salto. Prueba de ello ha sido la renovación firmada y ganada a pulso por ser «una de las más destacadas dentro, con buenos movimientos al poste y con mucho hambre de rebote», como explicaba el club madrileño en su web. Ahora, la jugadora pucelana recoge el guante: «Otros clubes lo plantean de otra manera. Aquí me han dicho que he sido partícipe y que es justo que viva la experiencia. Yo voy a trabajar para darles la razón», declara.

A sus 21 años, Clara seguirá siendo una estudiante modélica en el Movistar, donde ha promediado 8,1 puntos, 5,8 rebotes y un tapón por partido. Números que han sido oxígeno para que las women in black consiguieran el ascenso ante el Cortegada. Una subida de categoría que provoca un poco de vértigo en la jugadora vallisoletana. «Me hace mucha ilusión. Yo nunca he sido una de las jugadoras buenas que se veía que iban a llegar lejos, pero al final, con trabajo he llegado donde nadie pensaba que podía llegar», celebra Clara.

La jugadora que empezó a botar el balón en La Cistérniga y que pasó seis años en la cantera de Ponce sueña con el momento de debutar el Liga Femenina 1. «Sigue dando un poco de vértigo. Ves a Laura Nicholls jugando con la selección española. Piensas que vas a jugar contra ella y te asusta un poquito. Vas a jugar con las tías que ves en TV... pero es miedo por querer hacer bien las cosas», confiesa Clara Rodríguez.

UN DEBUT POR TODO LO ALTO. El sorteo del calendario no pudo dejar un debut con más campanillas para elEstudiantes de Clara Rodríguez. El todopoderoso Perfumerías Avenida se encargará de dar en su feudo la bienvenida a las women in black a la Liga Femenina 1.

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