Goles de bronce

Corren aguas dulces por Arroyo. La línea de doble penalti se pintará con pintura de bronce en el polideportivo Antonio Garnacho de la localidad vallisoletana, donde desde este curso presumen de equipo en la Segunda División B.

La inscripción del Unión Arroyo en la tercera categoría del fútbol sala nacional se escribió como lo hacen los buenos guiones: con suspense. Lo consiguió cuando el equipo parecía abocado a la Tercera, después de escapar sobre el parqué de ella proclamándose campeón el año pasado. Sin embargo, casi sobre la bocina el club encontró el apoyo de Aquona, AGC y de la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Arroyo para moldear la llave de entrada a la Segunda B.

Así, el nombre de los arroyanos aparece entre los componentes del Grupo I. En la localidad ya se cuentan los días que faltan hasta el 23 de septiembre, fecha en la que el Unión Arroyo debutará en Liga en su feudo ante el Xove lucense. Otras citas esperadas llegarán el 18 de noviembre y el 7 abril, días en los que Valladolid vivirá, tras casi tres décadas de espera, la magia de los derbis. El Unión Arroyo visitará Fuente la Mora en noviembre para medirse a la Universidad de Valladolid, que devolverá la visita en abril.

Con la ilusión de nuevo por bandera, el Unión Arroyo ha pasado de ser un «gallo a un pollito», como reconoce su presidente Víctor Bartolomé. Este año es el novato en una categoría superior que el club vallisoletano quiere explorar con los galones de los grandes conquistadores. «Esperamos aprender a sufrir y a competir. Después veremos a dónde vamos. El primer objetivo es no descender y después, escalón a escalón queremos ir creciendo y, sobre todo, lo que queremos es disfrutar», confiesa el presidente de un club que ha realizado un esfuerzo notable para dar forma material a lo que parecía un sueño hace un año: «Tenemos cubierto el 90% del presupuesto. Hemos hecho un esfuerzo por encima de nuestras posibilidades para no dejarlo sólo en una ilusión», reconoce Víctor.

A partir de ahora les tocará responder a los pupilos de Félix Martínez. El entrenador del Unión Arroyo continúa haciendo casting para completar un equipo joven y competitivo en el que ya no estarán (por motivos personales, laborales o académicos), Nacho, Virgi, los gemelos Álex y Alberto, Marco y Álvaro. Por el momento, el único alta a celebrar es la de Kike, guardameta que llegará al Antonio Garnacho procedente del Juventud Burgos.

Será a lo largo de la pretemporada cuando la versión 1.0 del Unión Arroyo de bronce tome forma. Lo hará después de disputar, ante Zamora, el Alba de Tormes y el Cuéllar, los tres amistosos que tiene en su calendario de preparación.