Canteranos con pedigrí

Los canteranos del Real Valladolid no quieren ser actores secundarios en la pretemporada. El Promesas les queda pequeño a muchos de ellos y quieren aprovechar su presencia en el primer equipo para demostrar al míster que puede contar con ellos. Luis César les da una oportunidad y los chavales se dejan el alma en los entrenamientos y en los partidos. Si Miguel fue el gran protagonista este pasado martes frente al Besiktas por su gol magistral y un posterior remate de cabeza al poste, Samanes cogió ayer el testigo ante El Ejido 2012. Firmó un golazo de bandera al meter el balón por la escuadra con el exterior de su zurda mágica y diez minutos después volvió a marcar, esta vez junto al segundo palo, tras un centro de Antoñito.

El partido tuvo dos alineaciones distintas y también dos fases totalmente diferentes. El Ejido 2012 aguantó el tipo ante el primer equipo que alineó Luis César y se retiró al descanso con un gol en contra al transformar Mata el penalti señalado por el árbitro tras la caída de Dani Vega en el área cuando se disponía a chutar. En el segundo tiempo cambió el panorama. El Valladolid mandó con autoridad en el centro del campo y llegó al área con muchísima facilidad y con esa velocidad que pretende el míster, quien viene insistiendo en la importancia de realizar un juego vertical para llegar al área sin necesidad de dar muchos pases.

Los planes de Luis César sobre las funciones de los defensas se vieron con claridad en la primera parte. Con los laterales Moyano y Ángel muy adelantados, como si se tratase de dos extremos, Guitián y Deivid ejercieron de centrales abiertos y Borja actuó como si fuera el tercer central, retrasando su posición. Era él quien se encargaba de distribuir el juego. El plan era claro, mandar balones a Anuar para que éste avanzara varios metros y buscara a su vez a Sergio Marcos, que hacía de enlace con el ataque. De su bota izquierda salió un centro medido al área que Dani Vega culminó con un cabezazo. Si la posesión del Valladolid no fue mucho mayor se debió a sus propios fallos. Varios pases marrados privaron a los blanquivioleta de sorprender a la zaga rival. El Ejido 2012 tenía dificultades para acercarse a los dominios de Tanis y en su mejor ocasión fue el propio portero quien desvió a córner un lanzamiento de Carralero.

El Valladolid le metió otra velocidad al partido tras el descanso. Al inicio de la segunda parte Luis César cambió a nueve jugadores -sólo continuaron Tanis y Moyano- y a media que avanzaba el crono dio entrada a Toni -en sustitución deLuismi tras recibir un golpe-, Antoñito, Samanes y Jose. La velocidad de estos tres jugadores y la presencia de Míchel le dieron más velocidad al juego del Valladolid, que ejerció un dominio abrumador prácticamente hasta el final del partido. Los defensas de El Ejido 2012 no podían contener la avalancha. Un centro medido de Hervías se quedó sin rematador y Calero probó fortuna desde la frontal del área con un lanzamiento desviado.

El 0-2 en el minuto 77 tras el remate antológico de Samanes fue el principio del fin para El Ejido. Es cierto que también hubo numerosos cambios en sus filas en la segunda mitad -uno de los futbolistas que entró al campo fue el exblanquivioleta Pedro Oldoni- pero la calidad del Valladolid era manifiesta. Samanes amplió la ventaja tras culminar un centro de Antoñito y Jose cerró el marcador. El delantero se resarció así de una ocasión anterior en la que vio cómo Arco desvió su remate cuando se quedó solo y lo más fácil era marcar.