El VRAC contraataca

Guerra abierta. El ‘caso tarjetas’ se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para la Federación Española de Rugby. Erre que erre, el VRAC no ceja en su empeño de buscar la legalidad aunque en sus ataques contra la FER, mediante recurso tras recurso, provoquen daños colaterales, en este caso, casualidad o no, centrados en un único equipo, un único club, El Salvador, su archirrival y principal adversario por ostentar la hegemonía del rugby nacional.

El pasado miércoles el VRAC enviaba no uno si no tres nuevos recursos o denuncias a la Federación, todas ellas con el ‘caso tarjetas’ como denominador común. La primera, para denunciar un nuevo caso de un jugador, de nuevo de su vecino SilverStorm El Salvador, que no tuvo sanción pese a acumular, como ocurriera con los casos ya denunciados de Graaff, Núnez y Zebango, ciclo de tarjetas (tres) que acarreaban un partido de sanción. En este caso el meticuloso rastreo llevado a cabo por el VRAC Quesos Entrepinares deja en el disparadero al joven jugador chamizo, Pablo Medina, con una acumulación de cuatro tarjetas amarillas, dos con el equipo de División de Honor ‘B’ y otras dos con el primer equipo del SilverStorm El Salvador, que exigen sanción inmediata.

El segundo recurso interpuesto por el VRAC viene ligado al último acta del Comité de Disciplina Deportiva en el que declaraba “prescrita” la infracción por la acumulación de tres suspensiones temporales del jugador chamizo Gonzalo Núñez. Un clamoroso error porque el partido de la tercera tarjeta correspondiente a la jornada 11 disputada el 11 de diciembre, el SilverStorm El Salvador lo jugó el 11 de febrero por tener compromisos europeos. Un aplazamiento que volvería a activar la sanción que solicita el VRAC por no haber prescrito como señala una FER que demuestra su incapacidad total al ni siquiera revisar con detenimiento la documentación requerida para el efecto.

El tercer y último recurso del club quesero carga directamente contra la Federación, a la que pide explicaciones de por qué se dan todas estas circunstancias, paradójicamente beneficiando siempre al mismo equipo. Además solicitan todas las actas del Comité firmadas por sus componentes (presidente, secretario….), entre otras cosas para saber quiénes lo conforman. Y es que en este recurso , amparándose en los estatutos de la FER, indica que el Comité de Disciplina Deportiva es competencia de la junta directiva de la FER y ésta no tiene conocimiento de la configuración de la totalidad de los integrantes de dicho comité. «Pedimos que se identifiquen y que digan cómo se están haciendo las cosas. Las actas ni siquiera están firmadas. Reclamamos el acta de nombramiento del Comité de Disciplina Deportivo, que es una competencia de la junta directiva de la FER. Y nos consta que no ha sido aprobado por ella», indicaba ayer a este periódico el presidente del VRAC Valentín-Gamazo.

La guerra está servida. La polémica y la duda vuelve a ser pateada por el VRAC hacia el tejado de su vecino El Salvador. El presidente quesero reitera que no es un ataque personal. «No es un tema contra El Salvador ni contra ninguno de sus jugadores ni mucho menos. Es un ataque contra la Federación para que se ponga las pilas».

El dedo acusador vuelve a actuar con un nuevo capitulo del ‘caso tarjetas’. «No es normal que de casi veinte casos de sanción por acumulación de tarjetas, todos hayan sido sancionados el mismo martes de cara al siguiente partido, y solo cuatro, curiosamente los cuatro de El Salvador, se quedaron sin sanción. Ya es casualidad. Pongo la mano en el fuego que ElSalvador no está manejando esto pero igual hay alguien que les quiere hacer un favor, que flaco favor les está haciendo, o por el contrario les quiere fastidiar, que les está fastidiando poniéndoles en una situación que no es la que ellos desean. La probabilidad soporta todo pero... cuatro de cuatro...», concluye.