El avión no despega

El discurso de Paco Herrera desde que llegó a Valladolid siempre se ha apoyado en los diez últimos partidos. 30 puntos a los que se ha encomendado para lograr el objetivo. «Vamos a volar», llegó a decir hace unos meses en una frase que le ha perseguido. Un pensamiento que a lo largo de su carrera siempre ha sido una constante. Sin embargo, los números reflejan que solo en dos ocasiones el esprint final de sus equipos han tenido el resultado deseado.

Herrera utiliza la memoria a corto plazo para albergar esperanzas de un posible acelerón. En las dos últimas temporadas en las que ha podido entrenar hasta el final de Liga, sí ha logrado un final de campeonato con números meritorios. El más reciente fue en la campaña 2014-15 con Las Palmas. En esa ocasión logró 22 puntos de 30, tras vencer en siete partidos, empatar uno y perder solo dos. Este arrancón sirvió para clasificarse para el playoff y finalmente ascender.

La otra ‘hazaña’ se hizo en Vigo en la campaña 2011-12. En la última decena de encuentros sumó 23 puntos (7-2-1) lo que le permitió mantener la segunda plaza y ascender de manera directa. 22 y 23 puntos que sería una cifra idónea para que este Real Valladolid acabara la actual Liga con 65-66 puntos. Algo que se aleje de esa cantidad, es probable que no sea suficiente para meter la cabeza en la zona de ascenso a Primera.

Estos dos fueron los mejores años del técnico extremeño. Además, en la 2008-09 en el banquillo del Castellón logró 20 puntos (6-2-2) para acabar en una cómoda séptima plaza de Segunda.

Sin embargo, el resto de sus campañas no han sido para lanzar las campanas al vuelo ni para hablar de esprints finales al estilo del jamaicano Usain Bolt. También con el Celta de Vigo (2010-11) sus diez últimos encuentros sirvieron para sumar 11 puntos (dos victorias, cinco empates y tres derrotas) que le hicieron meterse como sexto en el playoff, que finalmente perdería en la primera ronda. El año anterior, en el filial del Villarreral, hizo 12 puntos.

Si la memoria hace un ejercicio de remontarse hasta la campaña 2002-03 los números tampoco invitan al optimismo. En Santo Domingo, campo del Poli Ejido, añadió 11 puntos más (2-5-3), mientras que en la anterior temporada, con el Albacete, protagonizó su peor final al sumar solo nueve (2-3-5). Los años posteriores ya no entrenó como primero ya que pasó a ser ayudante de Rafa Benítez en el Liverpool y más tarde firmó como director deportivo del Espanyol.

El domingo, a las 12.00 horas, llega el momento que Paco Herrera lleva esperando desde hace tiempo, aunque su ánimo ha perdido combustible hasta el punto de decir en Zaragoza el pasado domingo: «No veo al equipo volando, me tengo que tragar mis palabras».

Duda. Villar se prueba hoy para ver si puede estar contra el Córdoba

Juan Villar fue el único jugador al margen del grupo durante el entrenamiento de ayer a causa de las molestias musculares que arrastra desde el partido del pasado domingo. El extremo realizó carreras leves en los campos Anexos. Está previsto que el onubense se pruebe hoy para comprobar sus sensaciones en el entrenamiento que se celebrará a puerta cerrada a partir de las 10.30 horas en el estadio. El resto de la sesión se realizó sin problemas. Destacó la intensidad que Paco Herrera mantuvo en todo momento y la exigencia en tareas defensivas. El técnico extremeño tiene claro que los errores de La Romareda no se pueden repetir, de ahí que insistiera en que sus jugadores no se metieran demasiado atrás y no dudó en recriminar a sus defensas varios fallos en la colocación.

RODRI, ÚNICO PUNTA . El exjugador blanquivioleta es la única referencia del Córdoba de cara al choque del estadio José Zorrilla. Luis Miguel Carrión tiene la lesión del italiano Federico Piovaccari por lo que si apuesta por dos delanteros tendrá que elegir entre Moha Traoré y Alberto Quiles. El soriano, máximo artillero blanquiverde con 10 tantos, lleva tres partidos sin anotar (Numancia, Sevilla Atlético y Elche), y en Valladolid ya se teme que la ‘venganza del ex’ vuelva a sobrevolar el Pisuerga. J.I.F.