Diario de Valladolid

FÚTBOL REAL VALLADOLID-LUGO (ENTRENADORES Y JUGADORES)

«Estuvimos muy mal»

Herrera lamenta la penosa segunda parte de su equipo / «Sería importante tener un líder pero nosotros somos muy buenos chicos»

Paco Herrera envía una orden táctica durante el encuentro.-J.M.LOSTAU

Paco Herrera envía una orden táctica durante el encuentro.-J.M.LOSTAU

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Arturo Alvarado
Valladolid

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Paco Herrera siempre habla claro y no se esconde, lo que se agradece en partidos como el de ayer. Así explicaba la diferencia abismal de su equipo tras el descanso. «No hubo un cambio [táctico] sustancial de la primera parte a la segunda, sino mínimo. Tenía problemas con su banda derecha y ajustamos el rombo a esa zona, abriéndolo más. Pero eso no determinó lo demás».

¿Y qué lo determinó? «La primera parte fue buena, pero en la segunda estuvimos muy mal, porque volvimos a perder todos los balones, lo que no es habitual. Pases de cinco metros, equivocaciones tremendas, resbalarse en el campo, despejar para atrás... cosas surrealistas. Fue in crescendo porque nos poníamos nerviosos y nos hacíamos daño a nosotros mismos».

El míster se sinceró de forma rotunda. «Al final íbamos uno a la presión. Era como si el equipo estuviera cansado, aunque no me preocupa, porque lo tenemos controlado. Íbamos tarde a todo y, si vas tarde, no debes ir. Es grave error porque una presión mal hecha se vuelve en tu contra. No te queda otra que juntar a tu equipo y reiniciar, y no es fácil con el partido en marcha. Pero el mayor responsable y culpable soy yo».

El técnico llegó a confesar que ojalá lleve la media inglesa, aunque sea ganando a domicilio y empatando como local, aunque no le gusta. «Me preocupa que empecemos a hacer las cosas mejor fuera que en casa. La atmósfera no nos ayuda pero eso es trabajo mío y de mis jugadores. El fútbol se juega de la raya para adentro».

Los resultados de los rivales por la promoción abren una pequeña brecha. «No tengo prisa. A estas alturas teníamos un punto menos en la primera vuelta. Ahora estoy herido en mi orgullo pero aún así soy optimista».

En cuanto algo se le tuerce, el Real Valladolid es psicológicamente débil. No hay un líder en el campo. «Sería importante y todos lo deseamos, pero nosotros somos muy buenos chicos, y no va a aparecer frotando la lámpara».

Herrera se dio cuenta a estas alturas de que su discurso estaba quedando muy tétrico, y quiso revitalizarlo. «Ahora estoy fastidiado por la segunda parte pero lo sacaremos adelante seguro. Seguro. Este equipo tiene que volver a ser el que ha hecho cosas muy buenas. Lo vamos a conseguir y si no moriré en el intento».

Por último, quitó importancia a un rifirrafe entre el delegado Paco Santamaría y el segundo entrenador, Ángel Rodríguez. «No fue nada; era por el último cambio y Paco estaba solucionando otra cosa».

Luis César . El entrenador del Lugo vio superior a su equipo. «Pensé que íbamos a ganar en la segunda parte. No estoy disgustado porque ganar es una cuestión que depende de muchas cosas, pero merecer ganar, no y nosotros lo hemos merecido. Jugamos en un gran campo contra un gran equipo y en el cómputo general fuimos mejores».

Promoción.  El sexto puesto se aleja a tres puntos

Tan cerca... tan lejos. El Real Valladolid continúa en línea de frontera que separa los playoff del resto de equipos.

Mientras que el empate conseguido ante Lugo deja a los pucelanos clavados en la misma casilla, sus rivales en esta carrera han avanzado pasos. Nadie quiere levantar el pie del acelerador y sólo el empate del Oviedo en tierras catalanas ante el Reus deja al equipo de Paco Herrera con los puestos nobles de la tabla a tiro de tres puntos. Para alcanzar al resto, el Real Valladolid necesitará una cuerda más larga.

El empate del líder, el Levante (a siete puntos del segundo) resulta casi anecdótico en la carrera casi particular que mantiene con el Girona, que metió el dedo en la herida de un Mirandés en puestos de descenso (0-2).

En el segundo escalón de la Segunda División, esa que obliga a hacer escala en el playoff para ascender a Primera, Cádiz y Tenerife se dieron un atracón carnavalero venciendo ambos a domicilio a Numancia (0-3) y Mallorca (1-4), respectivamente. Más tuvo que sudar el Getafe, que se impuso por la mínima (1-0) en el derbi madrileño a un Rayo Vallecano en horas bajas. G.S.

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