Diario de Valladolid

FÚTBOL - REAL VALLADOLID - HUESCA (CRÓNICA)

De bache a socavón

e El modesto Huesca saca los colores a un desangelado Real Valladolid, que encaja la cuarta derrota consecutiva / Los hombres de Paco Herrera vuelven a desaprovechar ocasiones claras / La reacción visitante les deja sin recursos

Jose lamenta una ocasión desaprovechada por el Real Valladolid frente al Huesca, ayer, en la primera parte del partido disputado en Zorrilla.-JOSÉ C. CASTILLO

Jose lamenta una ocasión desaprovechada por el Real Valladolid frente al Huesca, ayer, en la primera parte del partido disputado en Zorrilla.-JOSÉ C. CASTILLO

Publicado por
Javier Álamo
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El problema es más serio de lo que pueda parecer. Cuatro derrotas consecutivas son palabras mayores, máxime si dos de ellas se producen en casa y ante adversarios muy inferiores. Habría que añadir que lo eran a priori. Es cierto que el UCAM Murcia se llevó un botín excesivo el pasado sábado, pero el trabajo realizado ayer por el Huesca fue mucho más laborioso. Lo sorprendente de este nuevo tropiezo blanquivioleta es que tuvo su origen en la ambición del equipo visitante tras marcar De Tomás. El Huesca estaba obligado a dar un paso adelante pero dio unos cuantos más al ver la fragilidad del rival que tenía enfrente. En uno de ellos empató el partido y a partir de ese instante dejó maniatado a este enigmático Valladolid, capaz de representar dos papeles antagónicos en el partido del martes en Lugo y de caer desplomado como si fuera un castillo de naipes frente a uno de los más modestos de la Liga.

El guión del partido de ayer tuvo dos fases totalmente diferentes. ¿Les suena la película? El Valladolid comenzó mandando y logró encerrar al Huesca en su área pero falló más de la cuenta. De Tomás pudo batir a Sergio Herrera en dos ocasiones y Juan Villar también dispuso de una segunda oportunidad tras mandar el balón a las nubes cuando lo fácil era marcar; en una jugada posterior, el balón se estrelló en el larguero. Mandaba el Valladolid, Jose no tenía problemas en eludir los marcajes a los que era sometido -en ocasiones por parte de dos jugadores- y el Huesca estaba muy ocupado en tratar de cerrar las grietas entre su línea defeniva y el centro del campo.

Daba la sensación de que marcar el primer gol era cuestión de tiempo. El Valladolid era el dueño en el centro del campo y André Leão y Álex López enlazaban con facilidad con Jose. Su velocidad desbordaba a los visitantes, del mismo modo que De Tomás se anticipaba de forma constante a los centrales cada vez que el balón pisaba el área. El objetivo número uno estaba conseguido, meter al Huesca en su parcela, pero faltaba por ejecutar el siguiente plan, dar trabajo a Sergio Herrera.

El partido se le puso de cara al Valladolid a los pocos minutos de la reanudación. De Tomás encontró al fin el premio a su esfuerzo y constancia y abrió el cerrojo. El Valladolid veía la luz y el partido parecía un poco más fácil. Era cuestión de tener paciencia y esperar que el Huesca se fuera con decisión al ataque y abriese más huecos en su línea de medios. Pero el 1-0 resultaba engañoso. Ya no estaba en el campo André Leão, sustituido en el descanso, Luismi no le daba tanta velocidad y fluidez al balón, los marcajes a Álex López le cerraban las vías de acceso y Jose también tenía mayor vigilancia. A todo esto se sumó el fallo colectivo de la defensa en una contra del Huesca. Borja Lázaro se llevó a Rafa al primer palo y Camacho cabeceó a placer el centro de Ferreiro.

Al Valladolid se le vino el mundo encima. Algunos jugadores comenzaban a estar desquiciados por las decisiones del árbitro, que perdonó varias tarjetas a los visitantes, y el empate dio paso a una fase de juego precipitado e impreciso. Encadenar tres derrotas seguidas no aporta precisamente esa dosis de tranquilidad que necesitaba ayer el Valladolid para recuperarse con prontitud del mazazo que supuso el 1-1. El nerviosismo y las imprecisiones fueron a mayores, Guitián -novedad ayer en el once titular en el puesto de Lichnovsky- cometió un penalti absurdo y el 1-2 hundió en la miseria al Valladolid.

De un bache pasamos al socavón. El Valladolid desapareció de la escena, el Huesca se creció, vio accesible el camino hacia la portería de Becerra y si no marcó el tercer gol fue por su torpeza atacante.

Sequía goleadora. Sólo cuatro goles en siete partidos

Vuelan otros tres puntos del estadio Zorrilla y dan paso a la preocupación. Paco Herrera insistió en la pretemporada en la necesidad de traer un delantero goleador, mientras Braulio Vázquez insistía en la calidad de varios jugadores para culminar las acciones de ataque. Ya se han disputado las siete primeras jornadas y el Valladolid sólo ha metido cuatro goles. El míster dejó ayer en el banquillo a Mata y el problema sigue sin solución.

tracking