Diario de Valladolid

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En el alambre como hábitat

En otro final de infarto, el MyWiGo Valladolid se hace con un valioso triunfo en Lleida que le mantiene en la parte alta de la clasificación

Javi Lucas intenta anotar ante la oposición de Rubin de Celis y la mirada de Kaufmanis-LOF

Javi Lucas intenta anotar ante la oposición de Rubin de Celis y la mirada de Kaufmanis-LOF

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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El MyWiGo Valladolid volvió a citarse una vez más con el alambre como si de un funambulista se tratase. De nuevo un final de infarto para un conjunto vallisoletano que parece haberse acostumbrado a vivir al filo del abismo pero con la fe necesaria como para verse manteniendo el equilibrio.

Como si de un calco se tratase con partidos anteriores el MyWiGo Valladolid tuvo que recurrir al sacrificio, al trabajo defensivo en bloque y a la capacidad de inventiva de jugadores como Montáñez, Lucas o Pino que en los momentos calientes les gusta asumir la responsabilidad de mantener ese equilibrio para mantenerse firmes en el alambre.

En un partido de calidad escasa por no decir nula, Porfi Fisac tenía muy claro que para salir airoso del Barris Nord había que intentar desactivar como fuera el mejor arma de su oponente, el lanzamiento triple. Y dicho y hecho. La atención especial de la primera línea de pase con especial mención para los ‘pequeños’ Uriz, Román Montáñez o sobre todo Iván Martínez, todo un pulmón de medio campo hacia atrás, que minimizaron la efectividad de su rival (situada hasta el partido de ayer en un 30%) a un insignificante 12% con un acierto de tres triples de 15 lanzados. En este apartado el MyWiGo comenzaba a ganar la batalla pese a su nueva inferioridad en el juego interior donde en esta ocasión, al igual que ocurriera en el último envite ante Palencia, Javi Lucas dio un paso al frente para ejercer de pilar defensivo en el rebote con 14 capturas (10 de ellas antes del descanso).

Tras un primer cuarto de igualdad (16-16), el MyWigo cogió el mando del partido cimentado sobre todo en la aportación de los ‘interiores’ De la Fuente y Lucas. Pero cuando la victoria parecía encaminada con un 43-53 en la entrada al último cuarto volvió a aparecer la ansiedad con lanzamientos precipitados que hizo, de un plumazo, que se desinflara el cómodo colchón que se había gestionado. Lleida, a base de arreones, se metió en partido (56-58) a poco más de dos minutos de partido. Afortunadamente la sangre fría primero de Lucas ejerciendo de desatascador con un lanzamiento lejano y posteriormente del hasta entonces prácticamente inédito, Sergi Pino, con cuatro tiros libres, sirvieron para amarrar una victoria que vale su peso en oro para seguir en la puja por esos dos primeros puestos que llevan a la Copa del Príncipe.

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