Diario de Valladolid

Club Balonmano Atlético Valladolid

Pareja de magos

Fernando (14) y De la Rubia (11) firman 25 de los 35 goles conseguidos por el Atlético Valladolid frente al colista Torrelavega / El partido hizo la ‘goma’ hasta el 22-16 del minuto 40

El central De la Rubia es agarrado de forma ilegal cuando se dispone a tirar a puerta-J.M.Lostau

El central De la Rubia es agarrado de forma ilegal cuando se dispone a tirar a puerta-J.M.Lostau

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

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Cualquier colectivo necesita referentes, ya sea un equipo o una empresa. Porque ni todos son iguales, ni valen lo mismo, ni aportan de forma alícuota. El Atlético Valladolid fue ayer fiel ejemplo de ello. El equipo cabalgó a lomos de dos jugadores iluminados: Fernando y De la Rubia. Entre ambos marcaron 25 de los 35 goles de su equipo.

El primero, un superclase para el segundo escalón del balonmano español, demostró que la edad es secundaria cuando la técnica individual permite desplegar un catálogo de posibilidades con muchos tomos. El vallisoletano firmó 14 goles, 6 de ellos desde los siete metros. Pero los penaltis, como los tiros libres, hay que meterlos.

El madrileño fue la luz guiadora en los momentos de duda. Completó una segunda parte portentosa en ataque. De sus 11 tantos, 7 fueron conseguidos en esa mitad. El resto cumplió. Trabajaron de forma exhaustiva excepto los periodos en que, cegados por la bondad del marcador, se relajaron lo suficiente como para meter en el partido al Torrelavega.

El colista es un equipo de escasa calidad colectiva y con un par de individualidades que tampoco pueden tirar de un grupo que no da mucho de sí. Pero en Honor Plata, como en Asobal, no hay chollos. Y cualquiera puede ganar a un rival mejor si éste dormita.

El partido hizo la goma hasta la mitad de la segunda parte. El 5-1 de salida se convirtió en 7-5 cuando los locales se crecieron. Después, otro tirón hasta el 11-5 al cuarto de hora.

El tiempo muerto de los cántabros fue provechoso. Firmaron un parcial de 2-7 y con un amenazador 13-12 fue Nacho González quien pidió tiempo muerto. El Torrelavega tuvo el tiro a segundos del descanso para el empate a 14 pero Rey paró desde seis metros y en el contraataque subsiguiente, a segundos para el descanso, De la Rubia rubricó el 15-13. Nunca volverían a estar los del Besaya a un gol en el marcador.

La segunda mitad se inició con la misma tónica de jugar al pilla-pilla. Un 18-13 se convirtió en 18-16 gracias a una defensa 3:3 que se les atragantó a los locales, provocando numerosas pérdidas. El Torrelavega, que había intentado sin éxito el 6:0 y el 5:1 sobre Fernando, veía petróleo en esta mutación. El rédito duró hasta el surgimiento de De la Rubia, con sus finta y tiro. Grossi se aprovechó de los espacios para machacar tres goles prácticamente seguidos desde el extremo, más otro de penalti.

El electrónico progresó desde ese 18-16 hasta un 22-16 ya insalvable para los visitantes. El Atlético gustaba y se gustaba, cometiendo sus rivales todo tipo de acciones ilegales defensivas. No por dureza o la mala fe, sino por la incapacidad de frenar el talento y la velocidad locales.

Ambos equipos entraron algo menos tensos en el último cuarto del partido. El farolillo rojo había aceptado su suerte. Ni los visitantes se acercaron, ni los locales pusieron más tierra de por medio.

El encuentro se convirtió en un compendio de acciones individuales o de pareja, y de defensas ya más relajadas, lo cual agradeció Eugenio para mostrar su buena técnica y preciso disparo.

Y eso que Rey estuvo muy bien, sobre todo en seis metros. César Pérez se torció el tobillo al poco de comenzar el encuentro y su compañero demostró que la puerta azul está bien cubierta. Aunque ayer fue el día del ataque. Y, siempre, de la calidad.

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