Sin capacidad de reacción

Lo más preocupante no es la derrota, sino el hundimiento del equipo cada vez que encaja un gol. Los mismos síntomas que mostró el Valladolid hace ocho días frente a Las Palmas se repitieron este sábado en Leganés. El gol de Borja Lázaro dejó muy tocado al equipo, incapaz de reaccionar y de mostrar la imagen de solidez que le ha caracterizado en muchos partidos. Nadie quiere hablar de crisis en el vestuario. Los jugadores piensan que esta racha adversa es pasajera pero admiten esa sensación de impotencia del equipo cuando el rival toma el mando del partido.

La derrota en Butarque pone fin a un mes calamitoso. El balance de los tres últimos desplazamientos (Mirandés, Sabadell y Leganés) se queda en dos puntos de nueve posibles y ante rivales situados en la zona baja de la clasificación. Si a priori podría tratarse de tres duelos asequibles, la realidad muestra un panorama desolador. A la falta de gol se suma el hecho de que el portero haya sido el jugador más destacado en Anduva, en la Nova Creu Alta y en Butarque. Javi Varas evitó el triunfo local en los dos primeros y salvó al equipo de una derrota abultada en el tercero.

Durante casi una hora, Rubi analizó el domingo junto a los jugadores el partido de Leganés y repasó también la cadena de fallos que ha propiciado una situación inesperada. El comienzo de la sesión estaba previsto a las doce pero los jugadores no aparecieron en los anexos hasta poco antes de la una. El Valladolid que mandaba en los partidos y mostraba gran fortaleza defensiva es ahora un equipo vulnerable. El Leganés le sacó los colores en una segunda parte en la que además de marcar dispuso de varias ocasiones claras de gol.

Marc Valiente no quiere oír la palabra crisis. El central reconoce que al equipo le sorprendió el juego del Leganés, aunque recuerda que en la primera parte fue el Valladolid quien protagonizó las mejores jugadas. «Estamos dolidos, son dos derrotas seguidas y sólo pensamos en romper esta racha. Yo no lo llamaría crisis. Hemos analizado los errores que tuvimos. El equipo entrena bien pero nos falta poder de reacción cuando las cosas salen mal. En la primera parte tuvimos el control del partido y la posesión. Si marcamos, hubiese cambiado el partido. Después nos sorprendió la intensidad del Leganés y su juego con balones largos».

El central admite que la racha adversa es «preocupante», aunque deja bien claro que el equipo no sufre ningún bajón físico ni anímico que pueda explicar el rendimiento general y los últimos resultados. «No hay problemas físicos ni mentales. No hay que obsesionarse, En Segunda División hay que actuar con entrega y humildad, Cuando surgen los problemas hay que seguir trabajando y estar más juntos que nunca», concluye Valiente.