Real Valladolid
Un año de fortín
El Valladolid no perdía en Zorrilla desde que cayó con Osasuna el 22 de noviembre del pasado año, excepto el último partido de la pasada temporada, con el equipo casi desahuciado
Oier firmó con este cabezazo la victoria osasunista del 22 de noviembre de 2013-J.M.Lostau
Las derrotas siempre duelen pero su efecto es aún más lacerante cuando se producen en campo propio. A pesar de que las diferencias de comportamiento de los equipos en casa y a domicilio se han reducido en las últimas décadas, se considera asignatura obligada buscar el triunfo como local. Por aquel sentido atávico de hacerse fuerte en el castillo pero también por respeto hacia la afición propia.
El Real Valladolid perdió en Zorrilla el domingo frente a Las Palmas. Un topetazo clasificatorio y sicológico al estar el liderato en juego. Pero el campo pucelano no es plaza fácil de conquistar por las mesnadas enemigas. En un año los blanquivioleta sólo han caído en dos ocasiones. Y eso que por la cuesta de Parquesol han pasado en este lapso más de la mitad de los equipos de Primera, incluidos Real Madrid y Barcelona, y un tercio de los de Segunda.
El 22 de noviembre de 2013, un año y un día antes de la derrota frente a los canarios, el Real Valladolid entrenado entonces por JIM cayó por 0-1 frente a Osasuna, que a la postre le acompañaría en el descenso. Era la 14ª jornada de Liga. A siete minutos del final Oier, de cabeza, batía a Mariño, que dudó en su salida.
Desde entonces el José Zorrilla echó el cierre parcial, porque nadie volvió a ganar hasta la última jornada pero fueron muchos los rivales que rapiñaron puntos. Rayo Vallecano (también en Copa), Betis, Elche, Levante, Valencia y Real Madrid pudieron arrancar un punto, pero no los tres.
Mención aparte merece la igualada ante los de Ancelotti, en partido aplazado. Sergio Ramos adelantó a los blancos y Osorio, con un golazo de cabeza rematando un córner, rubricó el 1-1 definitivo a cinco minutos para el final.
Los equipos que mordieron el polvo en Primera fueron Celta, Villarreal, Almería... y Barcelona. Los culés cayeron con un inolvidable gol de Rossi en el minuto 17.
La única derrota en la élite durante este periodo se produjo en la última jornada. Un Real Valladolid prácticamente desahuciado tras la derrota del Villamarín y que dependía de una carambola de resultados para salvarse, perdió 0-1 con el Granada, que también se jugaba la existencia. El gol en propia portería de Mitrovic fue la metáfora que remató una temporada aciaga.
Ya en Segunda División, los albivioleta han recobrado con Rubi el hábito de sumar como locales. Ganaron a Mallorca, Racing, Tenerife y Girona (también a los catalanes en Copa), empatando con Betis y Ponferradina.
Las Palmas les ha hecho revivir una sensación que parecía perdida y que constituye, pese a que el partido pudo registrar cualquier resultado, un toque de atención para un equipo cuyo objetivo es el ascenso. Porque prácticamente todos los jugadores de cualquier plantilla de están de acuerdo en que los éxitos de la temporada forjan su armazón en los encuentros de casa.