Miguel Ángel Peñas: «Somos un fenómeno extraño»

El Aula Cultural y su balonmano en clave femenina ha dado un golpe en la mesa acaparando titulares y protagonismo y convirtiéndose en un modelo a seguir. Desde el barrio de los Pajarillos su entrenador Miguel Ángel Peñas ha ayudado al club a escalar hasta la cima del balonmano nacional a base de trabajo, corazón y una forma de actuar muy diferente al resto.

Pregunta. -De puntillas y prácticamente sin hacer ruido «su» Aula Cultural comanda la clasificación de la División de Honor femenina. ¿Cuál es la pócima mágica?

Respuesta .-Es un compendio de cosas. Yo soy uno más dentro del casi perfecto engranaje del club. Pero lo que más sorprende es que todos, desde la directiva a la última jugadora, disfruta de cada momento.Es el gran secreto, somos de otra pasta.

P. -Que no cobre nadie engrandece aún más la gesta del Aula.

R. -Solo tres clubes somos totalmente amateur. Somos conscientes de lo que somos. A las chicas no les da envidia el hecho de que no cobren respecto a sus rivales. Somos un caso especial. Ellas saben lo que estamos viviendo aunque no cabe duda que las gustaría ser un día como las jugadoras de otros equipos.

P. -Y usted entrena, como quien dice, por amor al arte.

R. -Sé que el club está intentando que todos podamos ser remunerados de alguna manera. Está intentando cerrar el capítulo de gastos de la temporada para poder conseguir fondos para las jugadoras y el cuerpo técnico.

P. -Pero con esa cuerda tensa se corre el riesgo de romperse si viene alguien que tiente con dinero a usted o a sus jugadoras.

R. -En este club todos tenemos la puerta abierta para poder salir si llega alguna oferta. Pero yo, por ejemplo, quiero seguir aquí disfrutando. Claro que quiero ser remunerado, igual que mis jugadoras, pero...

P. -¿Y por qué cree que se hace tan difícil conseguir dinero pese a lo mucho que transmite su equipo?

R. -Entre otras cosas porque somos deporte femenino. Así de crudo, así de simple. Nos miran y nos tratan de forma diferente. Si consiguiésemos vivir esto siendo un equipo masculino, entraría mucho más dinero, seguro. Solo pedimos que las instituciones nos valoren en compensación de los que somos. No en comparación con los demás sino en relación a los demás. Y es que estamos a años luz de los demás clubes de elite de la ciudad.

P. -¿Habla de la Junta o del Ayuntamiento?

R. -La Junta se está portando fenomenal con las becas de residencia. Creo que el Ayuntamiento se está equivocando al dejarnos un poco apartados aunque estoy seguro que rectificarán.

P. -Pero en estas condiciones el sueño del club tiene, por desgracia, fecha de caducidad.

R. -Evidentemente nuestro sueño tal y como lo estamos viviendo tiene fecha de caducidad. La tentación del dinero existe. Quizás muchas de nuestras jugadoras mientras estén estudiando la carrera aguanten. Pero solo quizás.

P. -¿Tiene miedo de que le quiten a alguna jugadora?

R. -Si es para mejorar, no. Me gustaría mantener el grupo al menos dos años más. No quiero imaginarme hasta donde podemos llegar con dos años más de veteranía.

P. -El salto cualitativo en la parcela deportiva es una realidad, ahora falta en la parcela de gestión.

R. -Sé que la directiva está trabajando a destajo con mil trabas y salvando zancadillas por todas las partes. Si mi directiva no genera más dinero es porque no puede, no porque no lo intente.

P. -En las actuales condiciones económicas ¿se ve fuera del club en busca de nuevos retos?

R. -Yo ya pedí en su día dos años de excedencia en mi trabajo para entrenar en León y subir al Cleba a la División de Honor. ¿Otra vez? No lo descarto pero no quiero marcharme. Aquí soy feliz.

P. -Puede presumir de que su equipo tiene personalidad propia.

R. -Hoy en día somos un referente por lo diferente que somos. Somos diferentes al resto. Pero en todo, desde el jugar sin cobrar a la forma de hacerlo. Somos un fenómeno extraño en el balonmano y es algo para sentirse orgullosos. Podemos presumir de levantar a la gente de sus asientos y esto no lo puede decir todo el mundo.

P. -Por su espectacular arranque la mirada, por primera vez, se puede focalizar a Europa.

R. -Jugar en Europa son palabras mayores. Vamos a luchar por ello y si llega, bienvenido sea.