Así es la película que desata la polémica en Seminci: sombría y mordaz con el nacionalismo israelí

"Con una provocación gélida, las clases dirigentes israelíes se presentan como decadentes e indiferentes ante la masacre y el sufrimiento de Gaza. Pero la película también es, en cierto modo, un estudio compasivo de un pueblo atormentado por la masacre antisemita del 7 de octubre", escribía el pasado mes de mayo Peter Bardshaw en el diario The Guardian tras la proyección en Cannes de Yes, la película de Nadav Lapid que será proyectada en la 70 Semana Internacional de Cine de Valladolid suscitando ya la polémica. 

Los Cines Broadway y el Carrión acogerán la proyección, salvo cambio de última hora. No está de más repasar lo que se ha dicho ya de la cinta. Desde la propia Seminci se recuerda que Nadav Lapid, director de Sinónimos, Oso de Oro en Berlín en 2019, ha convertido la imposibilidad de distanciarse de la identidad israelí en la obsesión recurrente de sus últimas películas. En su último trabajo, el cineasta se pregunta cuál debe ser la posición de un artista israelí ante el genocidio que perpetra su propio estado en Gaza?

En Variety, Guy Lodge consignaba lo siguiente: "El mordaz ataque de Nadav Lapid al nacionalismo israelí es un arma contundente. El apasionado director de Synonyms y Ahed's Knee está en plena forma en esta delirante y absurda historia sobre una pareja puesta a prueba por sus principios políticos —o la falta de ellos— tras el 7 de octubre".

Y en The Hollywood Reporter Jordan Mintzer recordaba que "Lapid comenzó a escribir Yes antes de la masacre del 7 de octubre y la posterior guerra en Gaza, pero el conflicto marca claramente la película de principio a fin", a lo que añade que "aunque el director reconoce los crímenes de guerra cometidos por Hamás, su visión de su propio país es categóricamente sombría y condenatoria: en un régimen gobernado por la violencia, el fanatismo y el dinero a raudales, se puede decir que sí y sobrevivir, o decidir abandonar ese lugar". Después concluye su artículo así: "Si el director ya criticaba a su país de antemano, el lugar se encuentra en un estado tan desesperado que su única respuesta esta vez parece ser una especie de autoflagelación cinematográfica. Su nueva película ofrece poco consuelo a quienes esperan que Tierra Santa recupere la paz, y como exiliado que ya ha vivido en Francia durante muchos años, Lapid parece estar dándole la espalda a Israel con un rotundo 'No'".

En The New York Observer, Siddhant Adlakha señalaba que "Lapid ha realizado varias películas en las que personajes israelíes luchan con su adoctrinamiento en un nacionalismo ferviente. Sin embargo, Yes es quizás su crítica más descarada al militarismo hasta la fecha". El periodista recuerda que una "voz en off de la película lamenta cómo una sociedad podría volverse tan genocida como los mismos perseguidores de los que una vez huyó". El crítico, en su artículo, desliza una crítica contra los programadores de Cannes, lamentando que relegaran el trabajo del israelí a una sección con poca visibilidad. "El hecho de que Yes no haya tenido la difusión que podría haber tenido dificulta su distribución en algunos territorios, incluido Estados Unidos, donde películas críticas con las acciones del gobierno israelí (como el documental sobre Cisjordania, ganador del Óscar, No Other Land) han tenido que autofinanciar sus estrenos. En un momento político en el que el régimen de Trump ha amenazado con deportar a quienes protestan contra la guerra de Gaza, es especialmente importante que los distribuidores estadounidenses superen esta brecha, aunque aún está por ver si Yes resultará demasiado radiactiva para los intereses cinematográficos", concluye el especialista.

«Se mantiene»

«La película se mantiene, la programación es firme y estable por parte de la dirección y nosotros estamos tranquilos y dejando siempre que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado hagan su trabajo». Con esta afirmación la concejala de Turismo, Eventos y Marca Ciudad, Blanca Jiménez Cuadrillero, dejaba claro que el largometraje se mantendrá en el programa de Seminci.

La concejala, en La Quinta Esquina de La 8 Valladolid, El Mundo de Valladolid y EsRadio Castilla y León, defiende el derecho de todos a manifestarse, pero les pide respeto a la Seminci y responsabilidad. «Todo el mundo tiene derecho a manifestarse y hacerlo de la forma que quiera siempre y cuando se guarde un respeto al resto de personas y sobre todo al festival», declara Cuadrillero, quien recuerda que «hay más películas programadas que hablan del conflicto que van a poder generar cierta también controversia». «Vamos a dejar que Seminci sea Seminci, que sea ese lugar para el debate y de confrontación pacífica», finaliza la concejala, quien insiste que no están excesivamente preocupados.