Diario de Valladolid

Reche busca en Valladolid el asombro en la extrañeza de sus naturalezas muertas

El artista vallisoletano exhibe en la Sala 0 del Herreriano la muestra ‘Árbol’, con óleos, acuarelas, dibujos y una escultura a partir de espuma rígida

Reche, junto a su escultura de poliestireno pintado, ayer en la Sala 0 del MPH. | J. M. LOSTAU

Reche, junto a su escultura de poliestireno pintado, ayer en la Sala 0 del MPH. | J. M. LOSTAU

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Descontextualizado. Rotundo en su volumen. Un gran tronco de árbol parece levitar, suspendido, al fondo del espacio, captando la atención de cuantos se adentran en la Sala 0 del Museo. Redondo. Pesado... O no. Porque cuando un maestro del hiperrealismo como Enrique Reche anda por medio, hay que cuestionar lo que nos dice la mirada.

El artista vallisoletano (1965) inauguró esta mañana en el Patio Herreriano la muestra Árbol , que reúne hasta el 18 de febrero una treintena de óleos –sobre papel, lienzo o lino–, acuarelas y trabajos a lápiz y aguada de grafito. También una rareza, fruto de la experimentación: una escultura realizada con poliestireno extruido de alta densidad, rematada con la habitual precisión de sus pinceles con óleos y acrílicos. 

«Queremos que los artistas se atrevan, que fuercen sus límites», celebró Javier Hontoria, que invitó al artista a aceptar el reto de crear una cierta «escenografía» para presentar  Árbol . 

Y bastó con ese tronco flotante –esa suerte de naturaleza etérea también parece caracterizar a algunas de las cortezas que el vallisoletano plasma sobre el papel, exentas, sin la típica peana que se podría esperar de un bodegón al uso–, flanqueado por sus raíces y pieles de árbol, por esa naturaleza muerta cargada de belleza y simbolismo. 

«Esta exposición surge con la idea de  buscar la sorpresa, siempre en torno a un elemento natural», explicó Reche durante la inauguración. Una sorpresa que se inició, hace unos años, con el simple hallazgo de una raíz de árbol en el suelo. «Al llevarla al estudio y contemplarla surgió todo un mundo interesante que poder comunicar», celebró el artista, que presenta en el MPH trabajos realizados entre 2019 y 2023. Y lo hace a partir de diversas técnicas, sobre diferentes soportes, multiplicando el reto de captar texturas, de mostrar al detalle hendiduras, fragmentos, restos de vida adheridos a la superficie.

Y muestra volúmenes nudosos, nerviosos, con unas raíces retorcidas como garras. La belleza de sus maderas, como en las de los manieristas del Museo Nacional de Escultura, no reside en unas formas armoniosas. La seducción está en la extrañeza que surge al ver esas formas aisladas, a color o en blanco y negro, casi abstractas; en la emoción que nace al impactar la luz sobre la superficie desnuda, sin corteza, de un tronco amputado, sin poder precisar si queda o no vida en él. 

tracking