Arte con conexión europea

Desde el pasado 19 de septiembre y hasta el próximo 19 de octubre, cinco jóvenes artistas de Valladolid, Rouen, Lisboa y Kaunas trabajan y experimentan con sus proyectos en el sala 221 del LAVA bajo la atenta mirada de Elena Finat.

Irene Izquierdo, Víctor Beltrán, Alexandrine Bonicki, Joana Gerreiro y Kortina Lenkauskaitè participan en una suerte de erasmus artístico. Es la tercera residencia de creadores que se celebra en Valladolid bajo el paraguas de CreArt.

Dentro de un mes, el público podrá ver el resultado de sus trabajos y de una experiencia artística que, según destacó ayer la concejala de Cultura, Ana Redondo, «permite la conexión intercultural entre diferentes países, entre diferentes sensibilidades y entre las diferentes formas de entender el arte».

Durante este tiempo, los cinco artistas experimentarán en este Laboratorio de Artes Plásticas con todo tipo de disciplinas en cinco proyectos muy dispares elegidos entre todas las propuestas recibidas. Ayer realizaron un Open Studio poniendo de manifiesto que la creatividad no tiene fronteras.

Es el caso de Irene Izquierdo (Valladolid, 1982). Desde hace más de quince años reside en Berlín donde trabaja como cineasta y videógrafa independiente. Ahora, gracias a esta residencia, la joven creadora se reencuentra con su ciudad pero también con sus recuerdos. Así, bajo el título ‘Castilla sin nombre’, Irene Izquierdo aúna tecnología, sonido e imagen desarrollando un proyecto audiovisual a través del cual observa y explora su identidad, los recuerdos de su infancia, de su casa, del colegio donde estudió y de su familia poniéndolos en relación con el territorio de una manera poética.

Junto a ella, Joana Gerreiro (Lisboa, 1988) quien tras trabajar varios años como personal de la Armada portuguesa y en la sede de la OTAN como asesora de género y cultura en el ejército, decidió convertirse en artista a tiempo completo y contar historias de la sociedad actual. Así, Gerreiro utiliza la pintura como material de trabajo pero también como herramienta para expresar y comunicar la situación actual, especialmente centrada en la llegada del Brexit. Sobre la pared que cierra la sala, dos lienzos de fuertes colores, imágenes y formas icónicas «para atraer y atrapar al espectador» con figuras «que se van desarticulando». Junto a ellas, un tigre «símbolo de la agresividad». Su propuesta formará parte de una exposición que se inaugurará el próximo 31 de octubre en Liverpool, día en el que el reino Unido abandonará la Unión Europea.

La mesa de trabajo de Víctor Beltrán (Valladolid, 1994) habla por sí misma. Artista multidisciplinar, juega con varios procesos y técnicas, con lo visual y lo plástico, con lo artesanal y lo digital, para recrear una ciudad imaginaria, un escenario ficticio a partir de pequeñas piezas de plástico y madera que va componiendo partiendo de una impresora 3D.

Frente a las últimas tecnologías, la propuesta ‘artesanal’ de Alexandrine Bonicki (Rouen, 1991). Durante su estancia en Valladolid, la joven creadora recorrerá la ciudad para descubrir calles y edificios que luego trasladará al papel en una suerte de postales urbanas de gran tamaño.

Y Kotryna Lenkauskaitè (Kaunas, 1998), graduada en diseño textil, opta por el arte ‘portable’ expandiendo con su proyecto la noción de textiles. La creadora se sirve de pequeños abalorios de vidrio, hilo de nylon y agujas para conformar unas piezas a medio camino entre las joyas y las escultura. Inspirándose en los exoesqueletos y estructuras de conexión ósea ‘salta’ de la superficie a las tres dimensiones. Un proyecto muy laborioso y muy lento «en contraste con el ritmo de vida actual».