Primitive Grooves debuta en el Lava con ‘Bubango'

Hablar del arandino Jorge Arribas, del vallisoletano César Díez o del tinerfeño Adal Pumarabín es hacerlo de formaciones de folk, rock o jazz como La Musgaña, Celtas Cortos, Fetén Fetén, El Naán o Taper Duel, en las que, de forma individual o entrecruzando sus caminos, han brindado su música. Ahora, el trío, en compañía del jazzman granadino Javier Paxariño, acaba de dar vida a Primitive Grooves, cuyo primer disco presentará este jueves en el Laboratorio de las Artes de Valladolid (20.30 horas). Es Bubango.

«En todas las bandas en las que hemos estado diría que hay un nexo común», reflexiona Díez, que toca el bajo eléctrico, el fretless y el bouzouki en un disco armado también con las sonoridades de los saxos, la flauta travesera, el piccolo y el dizi de Paxariño, con el acordeón y los instrumentos raros de Arribas, con la batería y percusiones de Pumarabín, y con la voz de María Alba. «Partiendo de la música de raíz buscamos otros sonidos, otras estéticas», abunda el vallisoletano.

Primitive Grooves, señala Díez, es heredera de Taper Duel, el dúo de folk y jazz fundado por los dos músicos castellanos en 2006. «Esta nueva formación es la evolución natural de aquella banda, a la que fuimos sumando amigos como Adal. Cuando surgió la posibilidad de tocar con Javier, a quien todos admiramos por cómo evoluciona la música tradicional que recoge, fue cuando surgió este nuevo proyecto», evoca el bajista.

Los músicos se encerraron durante una semana de octubre en una casona de la montaña cántabra hasta completar la grabación de casi una decena de temas como Cocidance, Natica charra, Tren a Caltanisetta, La maleta de Adou o Seguidilla del Bawu, que ya presentaron en febrero en el Festival de Jazz de Villamuriel. «Claro que influyen los orígenes tan diversos de cada uno, porque las referencias musicales acaban plasmándose, de uno u otro modo, en nuestro trabajo. Es curioso porque yo, por ejemplo, vengo del rock, y con la grabación de Bubango he encontrado una vena rockera en Javier que no conocía, con referentes como Pink Floyd o Jethro Tull. Hay nexos comunes, por eso ha sido una grabación fácil con unos resultados muy naturales», celebra el músico vallisoletano.