Diario de Valladolid

El MPH reivindica el legado de Cualladó y Paco Gómez

Una muestra recuerda el espíritu renovador, fraternal y colaborativo de los dos fotógrafos

Pepe Font de Mora y Gabriel Cualladó, hijo del artista, ayer en el MPH.-J. M. LOSTAU

Pepe Font de Mora y Gabriel Cualladó, hijo del artista, ayer en el MPH.-J. M. LOSTAU

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

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Se conocieron a mediados de los años cincuenta, en el seno de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, y entablaron una fraternal alianza que contribuiría a renovar un arte anquilosado en la confortable tradición del pictorialismo, de la fotografía de salón. Desde ayer, de la mano de la Fundación Foto Colectania, el Museo Patio Herreriano reivindica el legado de Francisco ‘Paco’ Gómez y de Gabriel Cualladó con la muestra Inseparables. Sin renunciar al lirismo, a la belleza de la composición, al juego con las geometrías que ofrece la cotidianidad, al poder evocador de unas atmósferas oscuras, la suya era una mirada que conectaba con la realidad, con un tiempo humilde de solares vacíos, de juegos en vertederos, de ciudadanos anónimos y oficios extinguidos.

«Les unió la fotografía. Eran cómplices», recordó Pepe Font de Mora, director de Foto Colectania. Salían juntos al acecho de la mejor imagen, con un acuerdo tácito: para Paco Gómez era la «fotografía quieta», los escenarios de interior vistos de una manera inusual para la época; para Cualladó, «la vida en movimiento».

La Guerra Civil, explicó el comisario, había lastrado a las vanguardias, siempre conectadas con el arte realizado más allá de nuestras fronteras. «La revista Afal les aglutinó a todos, se sentían hermanados en la generosidad de esa publicación», abundó el director de la fundación, que recordó como Cualladó brindó su rica biblioteca, con publicaciones internacionales de fotografía, a sus colegas, que nutrieron ahí su mirada.

En la citada publicación, que se mantuvo con vida entre 1956 y 1963, publicaron Colom, Pérez Siquier, Maspons, Catalá Roca, Vielba, Miserachs, Ontañón o Masats, algunos de ellos retratados en Inseparables por Gómez y Cualladó –que, junto a estos dos últimos, y a Camín y Cantero formaron La Palangana–.

Fueron autodidactas. Cualladó logró en los ochenta un cierto reconocimiento, culminado con el Nacional de Fotografía de 1994. «Tengo la sensación de que su obra pasa desapercibida para las nuevas generaciones», aseguró ayer en el MPH su hijo, Gabriel. Inseparables contribuirá a mantener vivo su recuerdo, celebró su descendiente.

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