Inobat concurrirá al tercer Perte eléctrico con 140 millones para la construcción de la planta en Valladolid

A la tercera va la vencida para que la gigaplanta de baterías de Inobat sea una realidad en Valladolid. Y es que el camino se despeja con la tercera convocatoria de ayudas europeas del PERTE del vehículo eléctrico, al que concurrirá la firma eslovaca para solicitar un montante de en torno a 140 millones, para la construcción de sus instalaciones en la zona bautizada como ‘Vereda de Palomares’.

Si bien la llegada de Inobat a Valladolid avanza en su concreción, los tiempos no han ido de la mano desde que hace más de un año se firmase un protocolo con el Ayuntamiento de Valladolid, la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Industria para la apertura de la gigafactoría de fabricación de baterías eléctricas en Valladolid con capacidad para alrededor de 32 gigavatios, para la que anunció una inversión de alrededor de 3.000 millones y que generaría más de 2.000 empleos. Pero sin ayudas europeas, toda esta historia no iba a ser posible.

No concurrir a la primera convocatoria de ayudas de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) conllevó el primer retraso para la puesta en marcha de Inobat en Valladolid que estaba prevista para este año 2024. Y solo sería la primera fase, en la que se contaría con hasta 500 empleos directos. Sin estas primeras ayudas, la compañía eslovaca tenía previsto solicitar 100 millones en la segunda fase del PERTE eléctrico para la construcción de su gigaplanta, pero volvió a quedarse fuera de los 24 nuevos proyectos que fueron elegidos tras solicitar el Gobierno documentación complementaria al presentarla el último día, el 15 de septiembre, tal y como publicaba este periódico, y debido al escollo de la recalificación de los terrenos donde se prevé levantar la fábrica, 80 hectáreas en la zona de antigua Nicas.

Sin esas aportaciones, el representante legal y administrador en Valladolid de Inobat, el abogado Eleuterio Gordaliza, aseguró que que acudirían al tercer PERTE, elevando su solicitud de ayudas hasta cerca de los 140 millones, incrementándose a su vez el apoyo en préstamos hasta los 60 millones. Y como ha podido saber este periódico de la mano de Gordaliza, la firma eslovaca acudirá al tercer PERTE publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado viernes, dotada con 500 millones de euros -300 destinados a una línea de baterías para vehículos eléctricos y 200 para la sección de la cadena de valor-, y cuyo plazo de presentación oscila entre el día 17 de junio y el 19 de julio.

Entre medias, no faltarán reuniones para avanzar en el proyecto, como la que se tiene prevista entre la cúpula de Inobat, encabezada por Marian Bocek -CEO y fundador de Inobat- y Andy Palmer -presidente de la Junta de Inobat- con el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, a quien Gordaliza asegura que se ha remitido una carta para solicitar el encuentro y reforzar el compromiso. Una reunión que también se espera que se produzca entre Inobat y el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien afirmó el pasado jueves que «en breve» esperan tener «algún tipo de encuentro» en relación con InoBat, aunque precisó que su respectiva reunión «no está fechada a día de hoy»

Y si hablamos de escritos, uno que también resulta fundamental es el remitido por el presidente del gigante chino Gotion, Li Zhen, al Ministerio de Jordi Hereu por el que garantiza la inversión de 450 millones para la completar la primera fase del proyecto con el levantamiento de seis módulos, una muestra de su respaldo a la futura fábrica de baterías en Valladolid.

No obstante, como afirma Gordaliza a este periódico, el conglomerado chino todavía no ha inyectado dinero en Inobat. Eso sí, la inversión económica de Gotion se ha realizado en la matriz de la firma eslovaca, de la que ostenta una participación del 25%. Por tanto, Inobat Iberia SL, la sociedad que tiene su sede en Valladolid, concretamente en un despacho de abogados en la calle Miguel Íscar compartiendo planta con el de Gordaliza, administrador único de Inobat, y que es la que concurre al PERTE -la sociedad debe tener su sede social en España para poder acceder a estas ayudas-, seguirá contando con un capital social de tan solo 3.000 euros.

Con todo ello, parece que las piezas empiezan a encajar con un poco menos de incertidumbre de la que empezaba a destacar en el proyecto, a la espera de que Inobat sea elegida en el tercer PERTE entre los proyectos a los que el Ministerio de Vivienda de Jordi Hereu adjudique subvenciones y préstamos millonarios.