Diario de Valladolid

Ampudia, Falagán y Del Pozo hacen ‘Juegos artificiales’

Comisariada por el segoviano Pepe Murciego, reúne también obras de los leoneses David Crespo y Jonathan Notario, así como de otros autores consagrados como Concha Jerez y Mateo Maté

Dos personas se detienen ante las obras de Eugenio Ampudia y Julio Falagán.-A. DE GABRIEL

Dos personas se detienen ante las obras de Eugenio Ampudia y Julio Falagán.-A. DE GABRIEL

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

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Los artistas vallisoletanos Eugenio Ampudia (1958), Julio Falagán (1979) y Diego del Pozo (1974) ‘inauguraron’ el pasado 8 de febrero, en el Centro Cultural Isabel de Farnesio de Aranjuez, la muestra Juegos artificiales. Arte juguetón, jugable y juguete, que itinerará a lo largo del año por diez localidades de la Comunidad de Madrid.

Comisariada por el artista y editor segoviano Pepe Murciego (La Más Bella), la muestra apuesta por el arte como una juguetona «forma de hacer», «probando cosas, volviendo atrás, no teniendo objetivos prefijados, enredando, enlazando, mutando»; por un «arte jugable», también, ya sea desde la óptica del espectador, interaccionando con él, o desde la práctica del artista, «diseñando juegos, proponiendo instrucciones, planteando reglas o modos de saltárselas»; y, finalmente, por una «obra-juguete, que permite y requiere jugar con ella», en palabras del responsable de la muestra.

Murciego articula la exposición en tres apartados o «cajas de juego»: ‘Juguete’, con obras de Ampudia, del leonés Jonathan Notario, Mateo Maté, Paula Blower, Julio Adán, Fernando Sánchez Castillo y Miguel Ángel Moreno; ‘Jugable’, con creaciones de Falagán, Del Pozo, Concha Jerez y José Iges, Nieves Correa, CAPS.A, La Más Bella, Sandra March y Eduardo Scala; y ‘Juguetón’, con piezas del leonés David Crespo, Diana Larrea o Almudena Lobera.

«Si el juego ayuda al niño a desarrollar sus capacidades de dramatización y performatividad, su habilidad de representar y presentar el mundo, de interpretarlo e interpelarlo, el arte debería cumplir unas finalidades o unos principios similares, para ser considerado arte», sostiene Murciego, que abunda en su reflexión: «El arte podría ser considerado como el juego más elevado, una forma sutil de penetrar en las cosas que ocupan y preocupan al ser humano. El juego podría ser considerado como el arte más elevado, una forma penetrante de aligerar las cosas que preocupan y ocupan al ser humano».

De Eugenio Ampudia Murciego presenta Dibujos encapsulados (2015), una propuesta de action painting en la que es fundamental la participación del espectador coleccionista, que se habrá hecho con una de sus bolas de cristal, llenas de tinta china, y su correspondiente manual de instrucciones para hacerla estallar sobre una pared y conseguir el certificado correspondiente del artista tras fotografiar la mancha. «Un fluido encapsulado que habla de la democratización y expansión del papel del artista. Un impulso rebelde, valiente e inaplazable provoca el cambio», se advierte en la muestra.

Murciego recupera el juego de mesa que hizo Diego del Pozo para Cuatro amantes cuatro inversiones (2003), obra con la que el vallisoletano invita al espectador a reflexionar, a través del juego, sobre cuestiones como el amor, la melancolía, el deseo y los mecanismos de producción.

No es el único juego de mesa exhibido en Juegos artificiales. Julio Falagán intervino en 2012 el Super Robot popularizado en los años sesenta, modificando preguntas y realizando una docena de retratos en acuarela de las personas más ricas del planeta en 2011, según la lista Forbes, con el objetivo de adivinar, utilizando el magnetismo del robot, los billones de dólares que corresponden a cada magnate: Bill Gates, Amancio Ortega, Carlos Slim, Warren Buffett...

Con el apoyo de la Red Itiner de la Comunidad de Madrid, la muestra permanecerá en Aranjuez hasta el 3 de marzo, para instalarse después en distintos centros de Humanes, El Álamo, Pedrezuela, Ciempozuelos, Nuevo Baztán, Getafe, Loeches, Móstoles, San Lorenzo de El Escorial y Valdemoro.

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