Diario de Valladolid

POESÍA

María Monjas vuelve con ‘Nadie hablará de nosotras’

La poeta, que concibe el arte como «herramienta de transformación», lanza una obra atravesada por la emoción que habla de pérdidas, de la lucha feminista y de la conformación de la identidad

María Monjas Carro, en El Largo Adiós, junto a su poemario.-PABLO REQUEJO

María Monjas Carro, en El Largo Adiós, junto a su poemario.-PABLO REQUEJO

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

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Vuelve María Monjas (Valladolid, 1974) a las librerías con una obra, Nadie hablará de nosotras (Huerga & Fierro Editores), que parece contener muchos poemarios en su interior: el que evoca la memoria de la madre perdida y llama a apurar la vida y vivir el presente; el que grita contra la violencia machista y se rebela contra las imposiciones; el que invoca a un amor lejano, con sus placeres y también con sus dudas; o el que busca respuestas ante el desconcierto existencial.

Atravesando todos ellos, como un rumor de fondo, subyace el anhelo de vivir desde los afectos y las emociones. El carpe diem de quien un día descubre que la vida también impone su propio tiempo de descuento, y de quien en De nuevo noviembre lanza este lamento: ‘Me jode haber nacido yo / justo cuando has muerto vos / como si la vida no diera / para más’.

‘A través / de tu mirada / vuelvo a verme’, escribe en Los prismáticos. «Es importante reflexionar sobre cómo somos en relación a los demás, en relación a cómo nos miran o a cómo aprendemos a mirar el mundo a través de otras personas», reconoce la autora del ensayo Tejiendo la vida (2015), que presentará su nuevo poemario el próximo 8 de febrero en la Fundación Segundo y Santiago Montes.

En Nadie hablará de nosotras, esos otros son ellas: la madre vencida por la enfermedad, las mujeres agredidas o asesinadas, la tía Maísa, una tímida pero brava escolar de Anzaldo, la joven vendedora de chocolatinas... o la propia autora de Háblame de la lluvia (2012).

«Son mujeres que, en algún momento y de alguna forma, han formado parte de mi vida», subraya la autora. «Escribir me ayuda a entender, a dar sentido, a poner en el centro de todas las cosas lo que ocurre. Es como un querer dejar escritas estas historias, estas miradas, para que se vea que todas formamos parte del arte, de la creación, de los argumentarios, de las experiencias...», reivindica María Monjas Carro.

La vallisoletana escribió buena parte de Nadie hablará de nosotras en Bolivia, donde vivió entre 2015 y 2017 trabajando como educadora para una ONG. Sus vivencias, con colectivos de mujeres víctimas de la violencia, por ejemplo, o sus descubrimientos, como su manera de relacionarse con la muerte, influyeron en la mirada de María Monjas, una poeta que concibe el arte «como una herramienta de transformación» y que confía en la fuerza de lo colectivo.

Y se sirve de consignas para levantar poemas como Aquí estamos las feministas. Y lanza como ‘latigazos’ los nombres de los verdugos en La impunidad. Y clama contra los viejos mandatos en Hay que aguantar.

También recupera la memoria de Ángeles Santos, artista libre que pagó un precio por renegar de quienes quisieron convertirla ‘en un animal casero’. Y se despide con una advertencia, en Somos, para mantenerse alerta ante cualquiera que intente moldear la identidad del otro: ‘Imagina / que un día descubres / que tus deseos / no son realmente / tus deseos’. «Las mujeres tienen derecho a ser como quieran, sin tener que conformarse con el papel que les ha dado la historia», proclama.

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