«Siempre he nadado a mi aire»

Tras casi cinco años sin publicar, Luz Casal llega el próximo día 16 al Auditorio Miguel Delibes para presentar su último trabajo Que corra el aire, un viaje a través de su personalidad, estados anímicos, reflexiones e inconformismos.

Pregunta.- Ha elegido como título una expresión que suele emplearse para indicar a dos personas que se separen o para decirle a alguien que no queremos contacto físico. ¿Este nombre es un canto al individualismo?

Respuesta.- El título no va por ahí. No es tanto el deseo de establecer distancias, sino una búsqueda de renovación de aire y de ventilarte de tanto ruido, de pensamientos y de situaciones que no nos gustan. Es como cuando te despiertas y abres la ventana para tener una sensación de frescura.

P.- Han pasado casi cinco años desde que publicó su último trabajo. ¿Por qué ha dejado pasar tanto tiempo?

R.- No me gusta precipitarme. Me gusta dejar reposar las canciones. Escucharlas una y otra vez para cerciorarme de que las ideas o sentimientos que reflejas en una canción siguen teniendo validez con el paso del tiempo o si son producto de un instante o de una emoción pasajera. Por eso puedo decir, sin riesgo de equivocarme, que estoy orgullosa de todas mis canciones. La compensación que tiene trabajar mucho las canciones y dar tantas vueltas es que luego se me hace indispensable compartir esa canción, enseñarla, mostrar qué es lo que he elegido y por qué lo he hecho.

P.- En Que corra el aire describe la sensación placentera que siente al volver a casa (Es mi casa el templo donde me guardo, donde me aíslo/En esta isla acorazada yo soy la reina que todos aman) ¿Es la canción que mejor define su momento vital actual?

R.- Me resulta bastante difícil explicar las canciones, prefiero cantarlas. Pero la letra describe la sensación placentera de volver a casa, a mi refugio, aunque verdaderamente me adapto muy bien a cualquier espacio. Puedo disfrutar del mar, de la montaña, del viento, del verano... Lo que ocurre es que en este álbum hay bastantes ironías y una de las ironías está expresada en esa canción cuando digo que ‘Soy la reina’. Es bastante fácil sentirme así en mi casa porque soy la única... No tengo competencia y lo tengo fácil (risas).

P.- Este disco ha sido producido por Ricky Falkner, el productor de cabecera de la música indie nacional que ha trabajado con Love of Lesbian, Sidonie o Quique González. ¿Se calificaría como indie?

R.- Si por indie entendemos ser independiente, lo soy desde mi primer disco. He estado en multinacionales, pero nunca he trabajado con presión. Durante toda mi carrera he grabado lo que he querido y con quien he querido. Jamás he grabado una canción impuesta por nadie. Siempre he nadado a mi aire y ha sido una de las cosas que más satisfacción me ha producido.

P.- Titula una canción Miénteme al oído y otra La única verdad. ¿Es muy importante la verdad en su vida?

R.- La mentira es un tema recurrente en mi discografía. Siempre busco la verdad. Detesto las falsas apariencias. Me horroriza la mentira. Precisamente, buscando la verdad, como digo en esta canción, me gusta que si me mienten, por lo menos, me lo digan a la cara, no por la espalda. Y aunque a veces haya que decir mentiras para no hacer daño, creo que se hace más daño mintiendo.

P.- ‘Te enseñan los años, que es mejor una caída que vivir la nube de otra vida’ canta en Miénteme. ¿Vivimos en una burbuja que es una gran mentira?

R.- Muchas veces vivimos más pendientes de los demás y de lo que ocurre a nuestro alrededor que de nosotros mismos. Siempre recuerdo una frase que me repetía mi madre: «Lo que hagan los demás no necesariamente te conviene. Tú sigue tus impulsos». Hay una tendencia exagerada a hacer lo que hacen los demás y es una pérdida de tiempo.

P.- Precisamente la pérdida del tiempo es el tema que subyace en Días prestados (Estamos aquí de paso/ En viaje hacia un fin marcado/ Sé que soy capaz de ser feliz/ Sin olvidar que al final estos son días prestados) ¿Tener esa certeza presente la ayuda a ser más feliz?

R.- A veces vamos como ciegos pasando las hojas del calendario sin darnos cuenta de que nuestro tiempo es nuestro mayor tesoro. No hay que vivir una vida vertiginosa y luego tener un cadáver exquisito. Cada uno debe vivir dentro de sus posibilidades, con sus anhelos, sus deseos, sus expectativas y, sobre todo, disfrutando de las pequeñas cosas que son las que nos hacen felices.

P.- En este trabajo hay dos canciones de amor con mayúscula: Lucas y Meu Pai.

R.- Es que muchas veces pensamos que el amor es sólo el de una pareja y hay muchas formas de entender el amor. Lucas es la historia de un niño que murió por una enfermedad vírica y Meu pai es un homenaje a mi padre, una canción que entronca con Entre mis recuerdos pero mientras ésta fue como un bálsamo para el dolor por su inesperada pérdida, Meu Pai me sirve para recordarle agarrándome a momentos, a imágenes, a situaciones y con la evidencia de lo mucho que me parezco a él.

P.- ¿Es muy nostálgica?

R.- Podría parecerlo por eso de la morriña gallega pero no soy ni nostálgica, ni melancólica, ni soy de lamentarme de cosas que pude haber hecho y que no hice.

P.- ¿Como se logra esa supervivencia artística en un momento en que parece que las modas o intereses comerciales están por encima del talento o del trabajo?

R.- Yo no tengo fórmulas mágicas pero creo que la clave está en poner ilusión en lo que haces, en la perseverancia, en querer crecer y en aguantar los envites. Me siento afortunada de poder seguir haciendo lo que más me gusta en la vida. Y aunque hay altos y bajos, hay que seguir el camino sin perder de vista quién eres.

P.- ¿Qué le pediría al nuevo ministro de Cultura, Máxim Huerta?

R.- Yo no me atrevo a pedir nada a nadie. Pero le diría que se entregue completamente a esta labor porque somos muchas personas las que nos dedicamos a la cultura y al entretenimiento y necesitamos atención y que las cosas básicas de nuestro trabajo estén bien resueltas.