Diario de Valladolid

ARTES ESCÉNICAS

Soto estrenará en el Lava su mirada sobre Marruecos

Se trata de ‘Zaman’, un «proyecto de interrelación de culturas’ gestado en Rabat y Casablanca

La coreógrafa y bailarina Alicia Soto en una imagen de archivo.-J.M. LOSTAU

La coreógrafa y bailarina Alicia Soto en una imagen de archivo.-J.M. LOSTAU

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

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La bailarina y coreógrafa Alicia Soto estrenará su último montaje, Zaman (Tiempo), el próximo 2 de diciembre en la Sala Concha Velasco del Laboratorio de las Artes de Valladolid. Será el primer pase en España; el preestreno tendrá lugar el 8 de septiembre en Rabat, Marruecos, como culminación de una residencia artística de una semana en el Théâtre Yacoub Al- Mansour.

Zaman es «un proyecto de interrelación de culturas» e «intercambio a través de la danza, la música y la experiencia audiovisual», en el que la responsable de la compañía Hojarasca Danza ha contado con la colaboración de Acción Cultural Española y el Instituto Cervantes, además de con la productora Arts i Love.

Zaman surge del asombro que su directora sintió al descubrir los encantos del país magrebí. Hubo, además de la fascinación, otros detonantes, como los prejuicios, construidos a juicio de Soto sobre «malentendidos» e «interpretaciones erróneas». «Mi interés por desarrollar este proyecto sobre Marruecos ha sido descubrir esa riqueza cultural y la presencia de otras culturas, la española, la francesa y la portuguesa en su pasado y en su presente», reconoce la coreógrafa.

Comienzos

Soto comenzó en enero a preparar el proyecto, a caballo entre Rabat y Casablanca. «En una sociedad en la que el tiempo, el pasado, el presente y el futuro se entrelazan y conviven en las realidades urbanas y rurales, creando mosaicos de atemporalidad y de hipertemporalidad. ¿Cómo conviven tiempo, movimiento y arte? ¿De qué manera se refleja en el acto creativo?», se preguntan desde Hojarasca.

Para crear el espectáculo, a lo largo de diferentes laboratorios de experimentación abiertos a actores, bailarines y músicos, Soto ha buceado en la «amplia diversidad étnica y cultural» de Marruecos, un país en el que la música «marca el ritmo de la vida cotidiana». Así, por ejemplo, ha captado la tradición sonora, impregnada de sones foráneos, recogiendo el eco de géneros como el raï, de comienzos del siglo XX; el reggada, propio del Rif y derivado de antiguas danzas de guerra; el festivo chaabi; el gnawa, con raíces subsaharianas; o la música andalusí, para integrarlos en Zanan desde una «mirada contemporánea».

Alicia Soto también ha trabajado sobre las danzas folclóricas del país al tiempo que ha incidido en la fusión de lenguajes del break dance, «fuertemente arraigado en la formación de los bailarines marroquíes», y la danza contemporánea.

La coreógrafa, que cuenta con el apoyo del bailarín Julián Gómez, reunirá a cinco intérpretes en el escenario.

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