EXPOSICIÓN - LAS FRANCESAS
La faceta artística de Cela
La exposición realza la cara más desconocida del premio Nobel Camilo José Cela: su conexión con la pintura, a través de bocetos, publicaciones y cartas con artistas amigos como Picasso y Miró
Continúa habiendo mucha vida tras Camilo José Cela. Todo un legado cultural y artístico que empieza poco a poco a salir a luz. Y qué decir de sus múltiples facetas, entre ellas destaca el desconocido pulso que mantuvo con el arte a través de su amistad con pintores como Joan Miró, Pablo Picasso o los integrantes del grupo El Paso. Toda una cara artística que dio el salto a los papeles cuando el premio Nobel fundó la revista Papeles de Son Armadans, una publicación en la que además el escritor homenajeo a algunos de sus grandes amigos pintores como los ya citados. Esta nueva cara, que muestra a un Camilo hermanado con el arte, es la que se ofrece en la nueva exposición de la sala Las Francesas que está abierta al público hasta el 9 de Julio.
Una muestra con algunas piezas inéditas, que aúna la pasión por la literatura del escritor con pinturas dedicadas a él y a la que fue su mujer Rosario Conde (Charo), además de cartas escritas y pinturas exclusivas. Pero sin duda, el público podrá disfrutar de los secretos y las anécdotas más divertidas entre Cela y el trío que protagoniza junto a él la exposición: Picasso, Miró y los artistas de El Paso. Con un ingrediente artístico: la revista que dirigió en los años 50 y 60 y en la que participaron escritores como Gregorio Marañón, Moreno Galván, Damaso Alonso o Ricardo Gullón.
Cela, según reconoce su hijo Camilo Cela Conde, fue un hombre con un carácter bastante peculiar; carácter que encajo perfectamente con el del singular Miró, al que se le atribuye una silueta introvertida y bastante tímida. Ambos eran vecinos en la isla mallorquina, según comenta su hijo, y era «inevitable» que se conocieran. «Tenían una relación de hermano mayor y hermano pequeño, aunque no sé qué papel desempeñó cada uno», relata Cela. Una «estrecha relación», afirma, que llevo al escritor a dedicar el primer número extraordinario de la revista Papeles de Son Armadans al pintor. Con una entrevista que abrió la publicación y que, según explica el primogénito, acabo redactando el propio Cela tras el poco espíritu hablador del artista. «Miró sólo decía ah, carallo y finalmente decidió contestar él mismo las preguntas por el pintor. Cuando se lo contó y se la enseñó, Miró le respondió que había sido la mejor entrevista de su vida», asegura.
Historias, relatos y secretos de la vida del autor de La Colmena que en la actualidad se convierten en auténticas obras de arte. «Ese resultado de la relación de la amistad derivo en lo sublime, en la creatividad artística» reconoce su hijo. En una momento histórico donde el país vivía ahorcado por una dictadura, una esperanza renacía a través de la pintura; hilo de luz que Cela consiguió captar.
También recuerda el primogénito el viaje que llevó al escritor a conocer a Picasso a París, sin conocer el idioma y tras una casualidad del azar llegó hasta el pintor que se encontraba trabajando aislado en su casa francesa. Pintura y literatura se dan cita en una exposición que además desvela «el arte de la época de furor artístico de Cela», según la comisaria de la muestra María Toral. Un mundo íntimo con dedicatorias, publicaciones, manuscritos y pinturas de la cara más secreta del escritor.