El Museo de San Joaquín y Santa Ana amplía a partir de mañana el horario y los días de apertura
El día de cierre será el martes para no coincidir con el resto de espacios expositivos de la ciudad
-Pablo Requejo
El Museo de San Joaquín y Santa Ana de Valladolid amplía desde mañana 1 de julio el horario y los días de apertura. Fruto del acuerdo de diferentes administraciones con el Monasterio, el Ayuntamiento de la capital se hace cargo de esta apertura, realizando una labor similar de apertura y visitas guiadas a la que lleva a cabo en las Salas Municipales de Exposiciones y Casas Museos.
De esta manera, a partir de mañana viernes día 1 de julio, el horario del museo será de miércoles a lunes de 10 a 14 horas y de 17 a 21.30 horas. El día de cierre será el martes para no coincidir con el resto de espacios expositivos y museos de la ciudad. Los días festivos también estará abierto al público, incluidos los fines de semana.
Las visitas guiadas/dialogadas y concertadas se centralizan bajo petición en el número de teléfono 902 50 04 93, de miércoles a domingo de 10 a 13 horas. y de 17 a 19,30 horas. Estas visitas se realizarán en tiempo y forma, dependiendo de los colectivos y asociaciones demandantes, a través de la web 'Pasión por las artes' se podrá seguir la actividad del Museo y las novedades que pudieran existir al igual que actualmente se realiza con las Salas Municipales de Exposiciones y Casas Museos Los precios de entrada serán de 3 euros y dos para los escolares. Los ingresos irán directamente al monasterio para atender otras demandas.
El museo, ubicado en la plaza de Santa Ana, contiene en sus siete salas numerosas piezas artísticas y objetos devocionales de la vida monacal, como pinturas de la escuela castellana del siglo XVI, elementos de vajilla y orfebrería, atavíos litúrgicos o telas. Destacan tres pinturas de Francisco de Goya: 'Santa Ludgarda', 'El Tránsito de San José' y 'San Bernardo', así como obras de Ramón Bayeu o las obras de Gregorio Fernández o Pedro de Mena, expresivas tallas en madera policromada del Barroco español del siglo XVII.
Así mismo, cuenta con una de las colecciones más importantes de España de imágenes exentas de vestir y mantiene varias salas y celdas tal y como eran cuando formaban parte de la vida diaria del convento, lo que permite al visitante conocer cómo se desarrollaba la vida monástica del siglo XIX.