Diario de Valladolid

Forges reivindica que “el mar de libros es fundamental para conservar el jardín de la lectura” en el pregón inaugural de la Feria del Libro de Valladolid

El humorista gráfico ofreció un pregón audiovisual, acompañando sus irónicas palabras de sus propias viñetas, en el Teatro Zorrilla de Valladolid

El humorista gráfico Antonio Fraguas, más conocido como Forges, realiza el pregón inaugural de la 49 Feria del Libro de Valladolid.-ICAL

El humorista gráfico Antonio Fraguas, más conocido como Forges, realiza el pregón inaugural de la 49 Feria del Libro de Valladolid.-ICAL

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El humorista gráfico Antonio Fraguas, más conocido como Forges, reivindicó hoy en el Teatro Zorrilla de la capital vallisoletana que “el mar de los libros es fundamental para conservar el jardín de la lectura”, en el pregón inaugural de la 49ª Feria del Libro de Valladolid. Ante un concurrido auditorio, que prácticamente llenaba la platea del coliseo, ofreció una intervención en la que sus palabras estuvieron salpicadas constantemente por un centenar de sus propias viñetas de las últimas cinco décadas relacionadas con la lectura, como una donde los lugareños se reúnen tras una inmensa granizada y dicen: “Menos mal que ese pedrisco descomunal cayó en la biblioteca pública, porque si llega a caer en alguno de los 26 bares hubieras habido muchas víctimas”.

“Llevaba años viniendo a Valladolid a firmar libros, y desde hace cinco o seis años notaba una carencia larga, tras sucesivas ediciones en las que no había tenido ocasión de venir. Por eso, cuando recibí la invitación de Begoña Orellana (directora de la feria) me llevé una gran alegría porque parecía que las cosas habían vuelto a su cauce”, explicó además de agradecer la presencia de numeroso público pese a coincidir su pregón con el partido inaugural de la Eurocopa (“de todos modos es un Francia-Rumaia, y seguro que el partido será muy aburrido”, deslizó).

Según confirmó instantes antes de subir al escenario, el de hoy ha sido el primer pregón que pronuncia en toda su vida, un desafío que recibió con gratitud porque entiende que “el libro es fundamental para los seres humanos, cualquier clase de libro, en cualquier formato”. “Ahora mucha gente dice que con los libros electrónicos se organiza un follón increíble. Pensemos que lo que inventó Gutenberg era algo llamado libro electrónico y que estos 600 últimos años ha pululado por toda la humanidad, y hace quince años, unos chicos coreanos en un garaje de su casa, inventaron un libro que en vez de ser electrónico tiene tapas, es de papel, no tiene batería, es facilísimo saber dónde vas leyendo, no tienes que cargarlo, y con la luz apagada tienes que dormirte, que tampoco viene mal. Tiene todas las ventajas y ningún inconveniente del libro electrónico”, bromeó.

En su opinión, “el libro es el gran invento de la tecnología” y “no tiene ningún pero”. “Como dijo Foucault, sólo tiene unos pocos enemigos: los insectos, el fuego, la incomprensión y el propio hombre”, señaló. En su opinión, “el libro es un hecho importantísimo en la aventura humana de siempre”, que, “de golpe y porrazo se desarbola, porque ha cambiado tecnológicamente el sistema digital”.

'Valladolibro'

Con el lema 'Valladolibro' (“Valladolid es la única capital de provincia de las Españas, que puede construirse con ella un acrónimo donde la palabra libro está integrada perfectamente”, comenzó), Forges inició un pregón en el que intentó hacer “adecuadamente” lo que mejor sabe, e inaugurando “una nueva forma de dar pregones”. “Normalmente los pregones son grandilocuentes”, señaló antes de asegurar que “el libro forma parte de nuestra vida mucho más de lo que muchos creemos”, y apuntar que “Cuando tengáis algún problema, abrid un libro que tengáis a mano, cualquier libro, y ahí encontraréis algo que os ayudará”. “Hoy hace alrededor de 400 años que se empezaron a buscar los huesos de Cervantes en el Convento de las Trinitarias de Madrid, apenas un año después de enterrarle. Eso da buena cuenta de lo que pasa aquí con los autores”, deslizó arrancando notables carcajadas del público.

Según explicó, “ahora ha desparecido el mundo editorial, y hay otra cosa distinta, las redes sociales y las empresas tecnológicas, que son las que van a conseguir la pasta que antes se llevaban las editoriales, pero los autores no tenemos ningún contacto con ellos. ¿Quién va a pagar el canon correspondiente a los autores?”, deslizó.

En ese sentido, recordó que en la mañana de hoy viernes él y otros creadores concluyeron en Madrid la ronda de reuniones con representantes políticos y agentes sociales para denunciar la situación creada por el Ministerio de Empleo, conculcando el derecho de los creadores de percibir al mismo tiempo la pensión generada en su trabajo y los derechos de autor de su obra producida. “De golpe han promovido 28.000 inspecciones a creadores audiovisuales, exigiéndoles que o se cobran los derechos de autor, o la pensión, pero no ambos. Como los derechos de autor son irrenunciables, si has hecho un libro hace veinte años, te lo pagan y no tienes más remedio que cobrarlo, y automáticamente te quitan la pensión”, lamentó.

“No es cierto que a los 65 años dejes de ser productivo. Ahora, a los 75, una persona está en pleno uso de sus facultades. Es absurdo castrar la cultura de un país cuando esas personas pueden estar ante la mayor capacidad productiva de su vida. Es tan absurdo que yo hasta ahora no puedo cobrar los derechos y la pensión, pero mis herederos sí podrán cobrar su pensión y mis derechos de autor”, argumentó confirmando que “todos los grupos parlamentarios de cultura están de acuerdo en que hay que solucionarlo inmediatamente”, si bien se escudan en que el actual gobierno está en funciones para no hacerlo. “Si el gobierno actual está en funciones, ¿cómo ha renovado por 60 años la papelera de Pontevedra? Les hemos preguntado y no nos han contestado, pero el caso es que el dueño de la papelera puede estar jubilado, cobrando las rentas que le produce la papelera, pero nosotros no podemos cobrar las rentas que nos produce nuestra obra”, concluyó antes de lanzar su despedida: “Los libros nunca tendrán fin”.

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