LAS EDADES DEL HOMBRE. LA CALLE VIBRA CON LA VISITA
La reina Sofía mantiene su tirón popular
Miles de personas esperan durante horas en la calle para saludarla al grito de «guapa, guapa»
La reina Doña Sofía mantiene intacto su tirón popular. Ella fue el principal motivo por el que miles de personas esperaron durante más de cuatro horas en las cercanías de la Colegiata y de la Plaza Mayor de Toro, lugares por los que estaba previsto que pasara la reina tras inaugurar la vigésimo primera edición de Las Edades del Hombre, que abrirá hoy sus puertas al público hasta mediados de noviembre.
Llegó en helicóptero a la ciudad deportiva y en apenas unos minutos, puntual, accedió hasta la zona restringida en el entorno de la colegiata. En el breve recorrido realizado en el coche fue jaleada y aplaudida por los espectadores, que no dudaron en gritarle el tradicional «guapa, guapa».
Doña Sofía llegó a Toro en una comitiva integrada por cinco vehículos. Apenas un minuto después del mediodía, los coches se detuvieron frente a la Colegiata, principal sede de la exposición. La reina saludó a las numerosas autoridades congregadas frente a la entrada de la iglesia, entre ellos el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; la delegada del Gobierno, María José Salgueiro; la presidenta de las Cortes Regionales, Silvia Clemente; la vicepresidenta de la Junta, Rosa Valdeón; la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego; la consejera de Cultura, Josefa García; el alcalde de Toro, Tomás del Bien, el subdelegado del gobierno en Zamora, Jerónimo García Bermejo; la presidenta de la Diputación de Zamora, Mayte Martín Pozo; el delegado territorial de la Junta en Zamora, Alberto Castro; el secretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo; el ex ministro Jaime Mayor Oreja; el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez; el presidente de la Fundación de las Edades del Hombre y obispo de Ávila, Jesús García Burillo; el secretario general de la fundación, Gonzalo Jiménez; el comisario de la exposición, José Ángel Rivera de las Heras y varios obispos integrantes del patronato de la fundación.
Tras los saludos protocolarios, la reina entró en la colegiata, acompañada por una pequeña comitiva, donde permaneció durante algo más de una hora, tiempo que los toresanos aguantaron sin moverse de los lugares que habían conquistado, la mayor parte de ellos, a primera hora de la mañana.
Marisa Martín daba por bueno todo el tiempo de espera. «Claro que merece la pena, es la Reina, no la he visto nunca, y además así le agradecemos que haya venido a Toro, a ver si llega mucha más gente y conseguimos levantar esto». A su lado, una amiga no cesaba de mencionar que «Toro tiene muchas cosas que merece la pena ver».
Entre el público, la gran esperanza era que las Edades del Hombre, y los cerca de 350.000 visitantes que pueden llegar hasta el próximo mes de noviembre, puedan dar «algo de vida a Toro», una localidad muy castigada tras las años de crisis y el cierre de varias empresas significativas. «A ver si es verdad, hombre, que ahora vamos hacia delante, ya es hora, ya nos toca».
Habían conseguido un lugar privilegiado en la Plaza Mayor, un espacio que la reina recorrió a pie tras salir de la Colegiata para acceder después a la iglesia del Santo Sepulcro, donde se pueden ver los dos últimos capítulos de la exposición.
Los gritos de «guapa, guapa» hacia la reina fueron continuos. Doña Sofía se acercó al menos en dos ocasiones a los espectadores que aguardaban tras las vallas de seguridad para mostrar su mejor sonrisa y darles la mano, gesto que fue celebrado sonoramente cada vez que se producía. Durante la jornada se vivieron también momentos de nerviosismo entre el público, sobre todo cuando los servicios de seguridad asignaban a los medios de comunicación un lugar por delante de las vallas, lo que impedía la visión de la calle por la que momentos después iba a pasar la Reina.
El paseíllo realizado entre la Colegiata y el Santo Sepulcro fue una oportunidad única no sólo para ver a la Reina sino también a innumerables representantes de todos los ámbitos que se dieron cita en Toro y que siguieron la estela de Doña Sofía formando una inmensa comitiva en la que se pudo ver, sobre todo, a representantes del mundo político y empresarial: el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca y la secretaria de Organización, Ana Sánchez; el secretario autonómico de Podemos, Pablo Fernández; el presidente del Consejo Consultivo, Mario Amilivia; el ex alcalde de Toro, Jesús Sedano; diputados provinciales, senadores y diputados, el presidente de la Cámara de Comercio de Zamora, Manuel Vidal; el presidente de la CEOE en Zamora, José María Esbec, así como los patrocinadores de la exposición y los obispos que forman parte del patronato de la fundación.
La reina Doña Sofía tuvo también la oportunidad de saludar a muchos de los artistas contemporáneos que participan con alguna obra en la exposición, entre ellos Antonio Martín Alén, Fernando Lozano Bordell o Ricardo Flecha, que se encontraban junto a sus piezas.
Todavía tuvieron los toresanos otra oportunidad para estar cerca de Doña Sofía. Tras salir de la iglesia del Santo Sepulcro, a las 13,40 horas, se acercó de nuevo a las vallas. Apenas unos segundos y tomó el coche para abandonar Toro.