Titirimundi apuesta por el público adulto en su próxima edición que tendrá 234 funciones

El director de Titirimundi, Julio Michel, destacó que la próxima edición apuesta de manera especial por las obras para adultos con el reto de romper con los tópicos que todavía lastran el teatro de objetos y marionetas. Sin dejar de lado al público infantil y familiar, que sigue contando con decenas de opciones en el programa, los espectáculos de interior más destacados de la vigésimo novena edición, que se celebrará del 13 al 17 de mayo, abordan temas no recomendables para los más pequeños.

“El primer objetivo que se marcó Titirimundi nació de la necesidad de sacar el teatro de títeres del limbo de los niños en el que estaba sumido”, destacó el fundador y todavía director del Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia, en declaraciones recogidas por Ical, durante la presentación de una de las citas más importantes del calendario cultural de Castilla y León. No en vano, la próxima edición tiene 234 funciones aseguradas (la organización negocia nuevos pases) a cargo de 32 compañías (una más de las previstas inicialmente) de 13 países en la capital del acueducto, pero también se extenderá a Ávila, Burgos, León, Salamanca, Valladolid y Zamora, así como a Madrid y Alcalá de Henares, la sierra e incluso Castilla-La Mancha (Toledo) y Navarra (Barañáin).

“Treinta años después, hemos conseguido situar el teatro de títeres en el mapa teatral y general, hemos logrado ese objetivo, y también que el festival tenga una presencia en el Centro Dramático Nacional con títeres durante todo el año, aunque para público infantil”, prosiguió Michel. Pero los tópicos se resisten: “Todavía seguimos arrastrando ciertas ideas preconcebidas y hasta algunos prejuicios, hijos como casi siempre de la ignorancia, y para avanzar necesitamos romper con las ideas establecidas”.

De ahí que el programa de este año persiga tal objetivo, “acentuando la presencia de espectáculos dirigidos de manera muy clara para los adultos”. “Es la característica principal de la 29º edición del festival, sin renunciar por supuesto al teatro para niños, familias, etcétera, pero nos hacía falta acentuar el interés del teatro de títeres para los adultos”, incidió.

En la presentación oficial, celebrada en la librería café Intempestivos, participaron autoridades de las principales instituciones y entidades que hacen posible esta nueva edición. La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, el director general de Políticas Culturales de la Junta, José Ramón Alonso, y el diputado provincial de Cultura, José Carlos Monsalve, en representación de sus tres mayores pilares públicos; Crispín Morales, director de zona de Bankia, su patrocinador privado de referencia; y también Ahuva Spieler, consejera de Cultura de la Embajada de Israel, país del que procede uno de los espectáculos más destacados, ‘Paper cut’, de Yael Rasooly.

“Por cada euro invertido, más de siete”

En una ciudad con más de una decena de festivales anuales de toda clase de disciplinas artísticas, la alcaldesa se refirió a Titirimundi como “la gran estrella” que invade cada rincón de Segovia, calles, plazas, patios, teatros y otras salas de emblemáticos espacios del centro histórico. “Un lujo de indudable rentabilidad cultural, pero también económica”, ya que un estudio realizado en colaboración con la UNED durante la edición de 2014 reveló un impacto económico de 1,6 millones, pese a ser aquel el programa más corto de su historia, con sólo cuatro días plenos de actividades más la jornada del espectáculo inaugural. Cifras que constatan que “cada euro invertido se multiplica por más de siete”, subrayó.

El presupuesto de este año se sitúa en unos 245.000 euros sólo para costear las funciones de la capital segoviana. El Ayuntamiento aporta 100.000, igual que la Junta, sin contar otras aportaciones de ambas instituciones para la organización, logística y extensiones a otras provincias, entre otros capítulos.

“Titirimundi es una pieza clave de la programación cultural de Castilla y León, un referente nacional e internacional que ha sabido conciliar de forma magnífica la tradición y la vanguardia del mundo de la marioneta”, valoró el director de Políticas Culturales de la Junta, para quien esta disciplina ha dejado de ser menor para competir en igualdad con el resto. De hecho, recordó que cada año atrae a unos 60.000 espectadores, casi la mitad procedentes de Madrid.

“Homenaje” a Santa Teresa

Alonso recordó que Titirimundi también participa del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús con “un pequeño homenaje” a la andariega abulense por los dos nuevos espacios escénicos que se incorporan al programa. Por un lado, el patio del Colegio de Arquitectos, “donde inicialmente fundó su noveno palomarcito en 1574”, citó en alusión a su primera fundación; y por otro la plaza de la Merced, frente al actual convento de San José, “que llevan habitando las madres carmelitas desde poco después de establecerse esa primitiva fundación”.

El diputado de Cultura, por su parte, destacó el apoyo de la Diputación al festival con la aportación de la principal sala de la provincia, el Teatro Juan Bravo, y la contratación de cuatro espectáculos con un coste de 15.688 euros. También recordó que presta el servicio de taquilla, cede el patio del palacio provincial y costea espectáculos en cuatro municipios de la provincia, así como 10.000 euros en gastos de transporte a vecinos de los pueblos que vayan a asistir a funciones en la capital. Además, Monsalve agradeció a la organización que un año más ofrezca actuaciones en los centros asistenciales de El Sotillo y La Fuencisla.

También Morales valoró la trascendencia alcanzada por Titirimundi, “una explosión de cultura y creatividad de relevancia nacional e internacional para la ciudad”. Aunque matizó que no es el “ánimo publicitario” lo que lleva a Bankia a erigirse en el principal apoyo privado, sino su “responsabilidad social corporativa” al tomar el relevo de la extinta Caja Segovia tras su integración en BFA, matriz de esta entidad financiera.

La consejera de Cultura de la Embajada de Israel, por último, destacó los lazos que unen su país con Castilla y León, de la que resaltó su “hospitalidad, y la segoviana en particular”, que “nunca deja indiferente”. Y apuntó a la obra del israelí Yael Roosly, ‘Paper cut’, como el “vivo ejemplo” de la “genialidad” que resulta de fundir tradición y vanguardia, reflejo de “un Estado moderno e innovador”.

Rasooly funde teatro contemporáneo con un homenaje al cine clásico en 50 minutos de ilusión, realidad y ficción con cartón, carpetas y recortes de revista por diez euros cada entrada. Tiene dos pases programados en la sala de La Alhóndiga, el 15 de mayo a las 20.00 y a las 23.00 horas, pero la venta online está agotada para los dos en ‘www.ticketea.com’, la web encargada de las entradas para interior junto con el teléfono 902 044 226 y el Teatro Juan Bravo; de las anticipadas para patios se encarga la central municipal de reservas (‘www.turismodesegovia.com’).

Los precios de los espectáculos de la próxima edición se sitúan entre uno y 20 euros, aparte de los gratuitos de calle, y el programa íntegro se puede consultar en ‘www.titirimundi.es’.