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La iglesia visigótica de San Pedro de la Nave vuelve a abrir sus puertas

El templo cristiano más antiguo de la Diócesis y la provincia de Zamora reabrirá sus puertas al culto con la misa vespertina de Navidad este miércoles y ya es posible su visita turística

Iglesia de San Pedro de la Nave, Zamora-Ical

Iglesia de San Pedro de la Nave, Zamora-Ical

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La iglesia visigótica de San Pedro de la Nave, el templo cristiano más antiguo de la Diócesis y la provincia de Zamora, reabrirá sus puertas al culto el próximo 24 de diciembre. El edificio, ubicado en la localidad del El Campillo, ya está abierto a las visitas turísticas tras las obras de restauración llevadas a cabo en el marco del Plan Románico Atlántico. Los responsables de la restauración, dirigida por la Fundación Santa María la Real, entregaron el pasado viernes el informe final de obra al párroco de San Pedro de la Nave, Luis Santamaría.

El primero de los actos de culto que tendrá lugar en esta iglesia parroquial del siglo VII será, precisamente, la misa vespertina de Navidad, este miércoles a las 16.00 horas. “De esta manera, los creyentes de la localidad comenzarán el nuevo tiempo litúrgico en su templo, después de haber estado celebrando las misas en el salón municipal durante el tiempo que ha durado la obra, desde el pasado mes de mayo, gracias a la colaboración del Ayuntamiento”, señaló el párroco.

Está previsto que pronto se pongan los horarios para las visitas turísticas, “después de unos meses en los que ha crecido el interés por la iglesia, debido a las obras de restauración”, según aseguró Santamaría. La fecha de la inauguración oficial está aún pendiente de las agendas de los responsables de las instituciones implicadas en la realización del proyecto.

Actuación

La intervención en la iglesia de San Pedro de la Nave vino determinada por la propia historia del edificio y por su importancia, ya que el templo, construido entre los siglos VII y VIII a orillas del río Esla, cuenta con la declaración de Monumento Nacional. Su ubicación actual, en la localidad zamorana de El Campillo, se debe a que en 1930 fue trasladado piedra a piedra para protegerlo y evitar que quedara anegado por la construcción del embalse de Ricobayo.

La actuación en el templo visigótico se enmarca en el proyecto de colaboración transfronteriza para la conservación del patrimonio cultural, el Plan Románico Atlántico, que supone la estrecha colaboración entre diferentes entidades de España y Portugal: la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, la Secretaría de Estado de Cultura de Portugal, la Fundación Iberdrola y la Fundación Santa María la Real, así como la Iglesia Católica de Portugal y las diócesis españolas de Ciudad Rodrigo, Salamanca, Zamora y Astorga.

“Facilitar una mejor comprensión tanto del edificio como de la historia de la iglesia de San Pedro de la Nave ha sido, sin duda, uno de los principales objetivos de la intervención” abordada en el templo por el equipo del Plan Románico Atlántico. “Esta actuación integral ha servido no solo para restaurar el edificio, sino también para garantizar su conservación preventiva y para dotarle de un nuevo plan de gestión”, señalaron fuentes del Plan.

Monitorización

Aunque estructuralmente el templo se encontraba en buenas condiciones de uso, presentaba algunos focos de humedad localizados, derivados del estado de las cubiertas y de humedades en el solado, provenientes del terreno. “Para evitar y corregir estas patologías se ha restaurado la cubierta de la iglesia, incorporando un nuevo sistema de ventilación, que, de forma natural, genera una corriente continua de aire, posibilitando la correcta ventilación y la mejora de la conservación estructural”, explicaron los responsables de la intervención.

El drenaje perimetral del edificio y la sustitución de las antiguas carpinterías y cristales de puertas y ventanas por placas de alabastro ha ido orientado también a evitar el problema de humedad y mejorar la ventilación del templo. La iglesia ha sido monitorizada en todo momento, a través del Sistema de Monitorización del Patrimonio (MHS) desarrollado por la Fundación Santa María la Real, cuyos datos han facilitado la redacción del proyecto de intervención y servirán para controlar y gestionar la adecuada conservación y mantenimiento del edificio.

Iluminación y plan de gestión

Por otro lado, San Pedro de la Nave carecía de instalación eléctrica y la única iluminación con la que contaba era la luz natural que penetraba por las saeteras. En este sentido, “se ha diseñado e instalado un sistema de iluminación que permite adaptar la luz al uso que tenga en cada momento el espacio y que, además, guía la mirada del visitante, facilitando así una mejor comprensión del templo, atendiendo a su potencial turístico”.

Además, siguiendo los criterios del Plan Románico Atlántico, el impacto visual y el consumo energético son “mínimos, puesto que toda la instalación eléctrica va soterrada y se ha resuelto con la instalación de 13 luminarias, que consumen poco más de 90 vatios”, como explicaron las mismas fuentes.

La intervención se ha completado en los últimos días con una actuación en el entorno de la iglesia, “orientada a reorganizar los espacios y a dotar al templo de un nuevo plan de gestión, para mejorar y facilitar la afluencia de visitas a la vez que se potencia la imagen de tan singular edificio”. Así, una de las principales apuestas del proyecto fue la creación de un centro de recepción de visitantes soterrado, para que “no rivalice ni en volumen ni en relevancia con San Pedro de la Nave”. Este espacio servirá para ordenar el acceso a la iglesia, además de facilitar un área expositiva donde poder mostrar parte de las piezas y elementos históricos que atesoraba el templo. Asimismo, acogerá el servicio de bar y cafetería.

La creación de una zona ajardinada, el acondicionamiento de un aparcamiento adecuado a las necesidades del edificio y la eliminación de elementos disonantes que entorpecían la visión del monumento han sido los últimos trabajos efectuados en el entorno del templo visigótico.

Proyecto participativo

Desde el inicio del proyecto, el equipo del Plan Románico Atlántico entendió que “debía ser una actuación participativa, que contase con la implicación y el apoyo, no sólo de la parroquia de San Pedro de la Nave y de la Diócesis, sino también del Ayuntamiento de San Pedro de la Nave-Almendra y de los vecinos de El Campillo”. De ahí que se firmase un convenio de colaboración con el municipio, “sobre el que se han sustentado y apoyado todas y cada una de las actuaciones desarrolladas en el templo”.

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