Diario de Valladolid

Elecciones Generales 2023

El PP de Mañueco recupera la hegemonía en Castilla y León y engulle a VOX

Los populares ganan 5 diputados y alcanzan los 18 imponiéndose en todas las provincias; el PSOE mantiene los 12, mientras VOX pierde 5 de los 6 que tenía / Castilla y León se abraza de nuevo al bipartidismo

El presidente del Partido Popular de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ejerce su derecho al voto en la Delegación de Economía y Hacienda.-ICAL

El presidente del Partido Popular de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ejerce su derecho al voto en la Delegación de Economía y Hacienda.-ICAL

Publicado por
Alicia Calvo
Valladolid

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Un triunfo incontestable de los populares en una Castilla y León que se abraza de nuevo al bipartidismo. El PP de Mañueco arrasa y recupera el esplendor y la hegemonía de tiempos pasados. Derrota al PSOE de Tudanca , al que aventaja en casi diez puntos, engulle al VOX de García-Gallardo, dejándolo sólo con uno de los 6 diputados cosechados en los anteriores comicios, y gana las elecciones generales en la Comunidad con contundencia: es la fuerza más votada, obtiene 18 diputados, cinco más que en la pasada cita general, que le arrebata a su socio VOX. 

Noche sombría para Tudanca y García-Gallardo. También amarga para Ángel Ceña, el líder de Soria Ya, que queda en experimento fallido que se diluye. Ninguna fuerza localista ( Soria Ya, Por Ávila o UPL ) consigue cumplir el hito y dar el salto al parlamento nacional. El reparto de los 31 escaños en juego en Castilla y León queda así: 18, PP; 12, PSOE y uno VOX . Los resultados del partido de Feijóo en el resto de España, pese a ganar, no acompañan a los de la formación en la Comunidad ya que el bloque de las derechas no obtienen mayoría absoluta y Puigdemont puede hacer presidente a Pedro Sánchez.

A los electores de la comunidad les ha bastado cuatro comicios generales (cinco con este) para cerrar la puerta al resto de fuerzas que no sean PP o PSOE, salvo el anecdótico escaño que VOX salva en Valladolid. Los castellanos y leoneses prefieren de nuevo el bipartidismo , frente a años en los que Podemos, Ciudadanos y el propio VOX habían arañado cuota de poder a los dos partidos tradicionales.

Los resultados catapultan a Mañueco como uno de los activos fundamentales y uno de los barones autonómicos del PP más solventes, al alcanzar uno de los mejores resultados de su formación. Obtiene cinco diputados más que en 2019, por los 12 escaños que mantiene el PSOE, y el casi testimonial de VOX, que se desinfla y sólo consigue retener el representante por Valladolid.

La comunidad vuelve a teñirse de azul, como ya hiciera en las últimas generales de 2019, pero con más ventaja, ya que entonces, pese a conseguir el PP un diputado más que el PSOE, en votos había casi un empate técnico y ahora la brecha se agranda: el 41,5% de los sufragios recaen en el PP y el 32%, en los socialistas. Evoca a aquellas distancias de casi una decena de escaños que registró en 2016 (18 del PP por 9 del PSOE) como venía haciendo en ejercicios precedentes. Aunque en aquellas elecciones había un diputado más en juego que la despoblación ha quitado a esta comunidad.

Mañueco refuerza su liderazgo, continúa por la senda de la victoria iniciada hace cuatro años y se refrenda como un líder ganador –ya lo fue en las recientes municipales que derivaron en esta convocatoria electoral en pleno julio- y encumbra a su partido devolviéndolo a su clásico perfil como granero de votos de la formación. El PP logra la victoria en todas las provincias de la Comunidad. Recupera feudos como Valladolid, León,  Burgos y Soria , donde en las pasadas elecciones generales los socialistas eran la fuerza política más votada. Los populares consiguen el mayor respaldo en Salamanca se convierte en la circunscripción con más apoyo popular (47,14%) y León , pese a ganar, la que menos (36,5%). Palencia y Burgos registran el mayor porcentaje de voto socialista con alrededor del 34% cada una. 

VOX cumple los pronósticos y se desploma, en sintonía con lo sucedido en el conjunto nacional, aunque con una caída más acusada aquí. Un descalabro que no se produce en un territorio cualquiera, sino en la primera autonomía en la que entró a gobernar. De hecho, el propio Santiago Abascal puso a Castilla y León en un lugar preferente en esta campaña cuando decidió iniciarla en esta tierra. Ante el examen de las urnas, los dos socios del ejecutivo autonómico reciben unas calificaciones opuestas. Mientras los populares, lejos de verse perjudicados por su acción de gobierno en la Junta, reciben un respaldo mayoritario del electorado, los votantes dan la espalda a sus compañeros de coalición. La parte minoritaria del Ejecutivo autonómico paga el desgaste de las polémicas de estos meses atrás, acusa la llamada del PP al voto útil y cede todo el terreno en favor de sus socios. Obtiene un 13,7% de los votos que resta a los populares, pero que no consigue amortizar en diputados. El partido de García-Gallardo ve cómo le pasa factura su gestión en el Ejecutivo de Castilla y León, que quiso presentar como ejemplar para el resto de España. Un episodio con paralelismos claros con el que sucedió  en las generales de noviembre de 2019 con el anterior socio del PP, cuando el Ciudadanos de Igea pasó de 8 a la nada.  

El PSOE de Luis Tudanca cae de nuevo derrotado –también en la tónica del conjunto nacional–, el tercer varapalo en año y medio –tras el de las autonómicas y municipales pasadas–. Aunque retiene los 12 asientos en el parlamento general que consiguió hace cuatro años, el partido pierde todos sus feudos, ve al PP tomar una significativa ventaja, pese a que los populares tienen competencia directa en VOX y los socialistas, sin embargo, no tienen a nadie con fuerza en este territorio a su izquierda.  

Yolanda Díaz suma cero en Castilla y León . Los castellanos y leoneses no se suben al proyecto de Sumar al que castigan concediéndole tan solo el 7% de los votos, que no le valen para arañar un diputado y recuperar aquellos escaños que sí tuvo Podemos, aunque ya en las lejanas elecciones de 2016 cuando la formación entones liderada por Pablo Iglesias se encontraba en su mejor momento. Como ya sucedió en Valladolid en las municipales, que sirvió de experimento de confluencia de todas las plataformas y partidos a la izquierda del PSOE bajo la fórmula de Toma la Palabra, el voto progresista se centraliza en el PSOE, sin que esto le sirva para ganar ningún escaño.

En el Senado, el PP logra 27 representantes por la comunidad y el PSOE, 9. Las decimosextas elecciones generales han dejado en Castilla y León una participación casi 8 puntos por encima de las anteriores. Votaron más de un millón cuatrocientas mil personas, el 74% del censo, que ha dado la victoria en la Comunidad al Partido Popular.

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