Diario de Valladolid

El padrón se desangra por León y Zamora

Castilla y León pierde otros 4.855 residentes en el primer semestre de 2019 y dos tercios salen de ambas provincias | Sólo gana Soria, con 111 más | La Comunidad lleva cuatro años seguidos batiendo su mínimo

Evolución de la población de comunidades y saldo migratorio exterior-E. M.

Evolución de la población de comunidades y saldo migratorio exterior-E. M.

Publicado por
Esther Neila
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Castilla y León sigue desangrándose y lo hace a borbotones en dos de sus provincias. León y Zamora concentraron el grueso de la merma autonómica entre enero y junio del año pasado:de los 4.855 habitantes perdidos en toda Castilla y León, dos tercios salieron de esos dos territorios.

El mayor descenso se lo anotó León, con 2.081 personas menos durante el primer semestre de 2019 (un -0,4% de su población), seguida de Zamora, que dijo adiós a otras 1.110 (un -0,6% de su padrón). Tanto en el balance semestral como interanual, ambas provincias encabezan el ranking nacional en pérdida de habitantes.

Los datos de población publicados ayer por el Instituto Nacional e Estadística (el INE) vuelven a situar a Castilla y León en los puestos de cola nacional (la cifra cae un 0,2%) y es una de las cuatro comunidades en negativo (como es habitual, retroceden también Galicia, Asturias y Extremadura, además de Ceuta y Melilla) en un contexto de crecimiento en el conjunto de España, donde la población aumentó un 0,35% hasta los 47,1 millones de personas gracias al mayor dinamismo de las migraciones y a una más contenida brecha entre nacimientos y defunciones. Es la primera vez que el país supera la barrera de los 47 millones de habitantes.

En Castilla León, sin embargo, la lista de residentes a 1 de julio de 2019 es más corta que nunca:2,4 millones de personas, la cifra más baja de la historia en una Comunidad que lleva ocho semestres consecutivos (o, lo que es lo mismo, cuatro años) renovando sus mínimos.

Además de León y Zamora, también Ávila, Palencia y Salamanca tienen hoy la menor cifra de vecinos en sus respectivos padrones desde el inicio de la serie, que recoge datos desde el año 1971.

De media, cada día España incorporó a 895 personas a los padrones municipales. A ese aumentó no contribuyó, como es habitual, Castilla y León, donde cada veinticuatro horas ‘se esfuman’ casi 27 residentes. De ellos, más de 11 salen de la provincia de León, otros 6 de Zamora, casi 5 de Salamanca, dos de Palencia, dos de Ávila y uno de Valladolid.

El mejor comportamiento lo registran Burgos, Segovia y Soria, que resisten durante el primer semestre e, incluso, en el balance interanual, consiguen ganar población.

Destaca la provincia soriana, paradigma de la España vaciada que durante el último año, sin embargo, incorporó a 197 residentes (111 sólo durante el primer semestre de 2019), el 0,2% de su padrón.

BURGOS Y SEGOVIA RESISTEN

Mientras, Burgos y Segovia, si bien pierden un puñado de vecinos entre enero y junio (nueve y once, respectivamente), en la comparativa anual logran incrementar su población, un comportamiento destacable en el invernal contexto demográfico de esta autonomía. Mientras Burgos ganó 174 vecinos en doce meses, Segovia incorporó a otros 156 en el último año.

Las cifras de población publicadas ayer por recogen los últimos balances divulgados en las últimas semanas por el INE.

Por un lado, el crecimiento (o, más bien, decrecimiento) vegetativo en esta autonomía donde el número de muertes duplica desde hace años el de nacimientos, generando un saldo negativo en más de 8.000 personas entre enero y junio del año pasado.

Por otro lado, los movimientos migratorios tanto exteriores (la llegada de inmigrantes compensa las salidas de aquí a otros países, con 4.241 personas más de diferencia en un contexto en el que todas las autonomías españolas ganan en mayor o menor medida) como interiores (donde sucede al contrario, al salir a otras comunidades españolas 1.034 personas más de las que se mudaron a esta tierra en ese semestre, un volumen sólo superado por las comunidades de Andalucía y Extremadura).

ATRACTIVO INTERPROVINCIAL

En cuanto a estos últimos movimientos de migración dentro del propio país, por provincias, es destacable el saldo positivo de tres circunscripciones de Castilla y León. A Soria llegaron de otras provincias 108 personas más de las que se fueron, una cifra superior incluso a la de provincias mucho más pobladas, como Valladolid, que también demuestra su atractivo al recibir a 88 habitantes más de los que se despidieron para instalarse en otra provincia. Segovia, por último, también registró un saldo migratorio positivo en 38 personas.

Las seis provincias restantes de Castilla y León se anotaron balances negativos. El menos prometedor, de nuevo, el de la provincia leonesa, de donde salieron 466 personas más de las que llegaron de otra provincia. Una cifra similar a la de Salamanca, que perdió a 407 ‘efectivos’ por ese balance.

Por edades, de esa fuga de 1.034 residentes hacia otras autonomías, el grueso fueron jóvenes de entre 25 y 29 años (723 menos de las que llegaron), entre 20 y 24 (274) y de entre 30 y 34 (389). Por autonomías, Madrid fue la que más habitantes acogió entre enero y junio del año pasado, con 711, seguida por Valencia, 113; Asturias, 66; Galicia, 57; Cantabria, 56; Aragón, 50; La Rioja, 47; o Andalucía, 42, entre otros, informa Ical. Por el contrario, el saldo castellano y leonés resulta positivo en el ‘intercambio’ con 96 extremeños; 30 vascos; 24 castellano-manchegos; 29 ceutíes y 20 melillenses.

LA MIGRACIÓN COMPENSA

Positivos sin excepción son los saldos con los exterior. Tras años de estancamiento, la creciente llegada de migrantes vuelve a compensar la salida de residentes hacia otros países. Quien mejor amortiguó esos movimientos durante el primer semestre del año pasado fue Burgos, que dio la bienvenida a 849 personas más de las que despidió, seguida de Salamanca (702 más)Valladolid (664) y León (529). Saldos más contenidos registraron el resto: Ávila (451), Segovia (301), Soria (300), Palencia (275) y Zamora (170).

En el conjunto de Castilla y León, entre ese saldo exterior positivo en 4.241 personas destaca la llegada de jóvenes de entre 20 y 24 años (655 más de los que se fueron), entre quince y 19 (500), entre cero y cuatro años (464), entre 25 y 29 (458) y entre 30 y 34 (435 personas más).

Por procedencia, de las 8.725 personas llegadas desde otros países, el grueso vino desde Suramérica (3.632 personas, con especial incidencia en Colombia, 1.277, y Venezuela, 957). Asimismo, otros 1.309 arribaron de países de la Unión Europea, 1.196 desde países centroamericanos y caribeños y 1.147 desde África.

En cuanto a los que se marcharon al extranjero (4.484 en total), predominaron los que se fueron a países de la Unión Europea (1.684), seguida de las fugas hacia Suramérica Sudamérica (507), África (325), Centro América y Caribe (162) y Asia (186).

DOS JUBILADOS POR NIÑO

Los datos del INE constatan el imparable envejecimiento de la población de Castilla y León, donde los nacimientos se registran a cuentagotas y las muertes a puñados. Del desglose de los residentes por edades se desprende que la proporción de niños es cada vez más reducida mientras los veteranos ganan peso. En el conjunto de la Comunidad hay un niño (de hasta catorce años) por cada dos jubilados. En concreto, 285.325 críos (el 12% del padrón) frente a 608.073 personas a partir de 65 años (el 25% del total). La mayor brecha entre menores y ‘veteranos’ la tiene Zamora, donde la cifra de jubilados triplica a la de niños (el 31% frente al 9%).

Otro indicador del envejecimiento es el número de personas con cien o más años. En Castilla y León residen 1.213 centenarios, una décima parte de todos los inscritos en el país, donde residen 12.244 personas con ese siglo vital. Con 85 o más años hay en la Comunidad 130.376 personas, el 5% de la población, un porcentaje que sube hasta el 7% en la provincia de Zamora. 

tracking