La banca colaborará en los préstamos de la sequía sin condicionarlos a servicios

La línea de préstamos es el último vértice del triángulo tras el que Castilla y León se repone del devastador escenario que la sequía ha dejado. La recuperación de esta dolencia empezó la semana pasada con la primera dosis de una inyección de cerca de 220 millones en concepto de anticipos de la Política Agraria Común (PAC), a la que próximamente se sumarán 4.000 euros por ganadero para el abastecimiento de agua.

La tercera pata en la que apoyarse, para recobrar el aliento tras una campaña marcada por una alarmante escasez de agua, contempla créditos de hasta 40.000 euros cuyo «otorgamiento no puede condicionarse por parte de los bancos a ninguna otra acción o servicio que puedan prestar los mismos».

Esta es una de las limitaciones que figura dentro del convenio firmado ayer por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural con una docena de entidades financieras. Jesús Julio Carnero puso sobre la mesa esta «cláusula específica» durante la atención a los medios y en respuesta a la crítica de Asaja que, a través de un comunicado, lamentó que el departamento del ramo «ocultase» un acuerdo que tildó de «abusivo», sin dar opción a las organizaciones profesionales agrarias de opinar sobre su contenido.

Carnero aseveró, rebatiendo esta denuncia, el «consenso» tanto con dichas organizaciones como con las cooperativas para perfilar el «elenco de medidas» con las que hacer frente a la falta de precipitaciones. «Estamos en el marco del diálogo para conseguir lo mejor para nuestros agricultores y ganaderos», sentenció antes de incluir en el mismo la «negociación del convenio».

Abanca, Bankia, BBVA, Ibercaja, Cajamar, Caixabank, Banco Santander, Cajaviva y Unicaja; así como las cajas rurales de Salamanca, Soria y Zamora colaborarán con esta línea de préstamos en la que, cabe recordar, la Junta de Castilla y León asumirá de forma prorrateada los intereses. La cobertura de los costes será total, hasta un máximo de 1,5 puntos porcentuales, en pólizas suscritas antes de finalizar este mes. Mientras que el paraguas del Gobierno regional se reducirá a la mitad, hasta un máximo de 0,75 puntos porcentuales, siempre que haya compromiso de suscripción. En conjunto, las condiciones de estos créditos son «similares» a las de 2017. Una diferencia es apreciable, pues en aquella edición el Gobierno de España también arrimó el hombro para «satisfacer los avales».

Dejando atrás el pasado, el consejero del ramo miró al «futuro más inmediato» con este respaldo que permite «atender la nueva cosecha y dar continuidad a las explotaciones ganaderas». Recordó que tiene un periodo de vigencia de cinco años, más uno de carencia, y que permite amortizar los préstamos a los que accedieron unos 8.000 productores hace dos campañas. Un recordatorio que precedió a la celebración del «buen ritmo» de las solicitudes a este amparo frente al desastre ocasionado por la escasez de agua, cuyo plazo está abierto hasta el 2 de noviembre.

Esta es la tercera línea de acción puesta en marcha desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural para, desde el seno del consenso como remarca su titular, revertir en lo posible «un problema tan acuciante como la sequía». Carnero subrayó la «doble medida de anticipos de la PAC» que, sumando las ayudas directas con las agroambientales y de zonas de montaña, permite «insuflar una liquidez a mayores de casi 220 millones». Cuantía a la que se agrega el respaldo al suministro de agua de los ganaderos, que se traduce en unos 4.000 euros por cada uno y cuya resolución está ahora llevándose a cabo.