Denominación de origen Toro

TORO, Civitas Tauriensis Superior in Regno Legione, la ciudad más importante en el Reino de León, según reza el mote de su escudo atesora un rico patrimonio histórico y artístico. Las monumentales puertas ahora abiertas a una población industriosa, se cerraban a una hora convenida, a toque de campana para impedir la entrada de hombres y mercancías. Las murallas aislaban la ciudad repleta de iglesias, llena de monasterios y salpicada de palacios señoriales y casonas que aún se conservan en buena parte.

Llama la atención la colegiata, una maravilla de estilo románico oriental, con su cúpula nervada al interior. Pero el pórtico de la fachada principal, restaurado con muy buen gusto dejando ver la policromía original, tiene un atractivo especial sobre las personas que visitan la ciudad. La Colegiata, como el castillo se enseñorean sobre un paisaje amplio de huertos, regadíos y viñedos. Las rúas que configuran el casco urbano están salpicadas de zarceras que a pie de calle abren las bocas buscando la luz y el aire para ventilar el interior de las bodegas construidas debajo de las casas, donde se cocía, maduraba y conservaba el vino, base histórica de la riqueza desde la Edad Media. Estos grandes espacios excavados en la arcilla, consolidados por una bóveda en ladrillo reforzados por arcos fajones del miso material, se pueden visitar, para hacerse una idea de la riqueza arquitectónica que subyace en el subsuelo.

El vino es consustancial a Toro. Aunque las ordenanzas monográficas sobre el vino son del s. XVII, según las investigaciones del toresano de pro José Navarro Talegón, desde finales del s. XV hay documentos sueltos referidos al cuidado de las viñas, a cuando se debe hacer la vendimia, a los sitios donde vender el vino, etc. El campo de Toro es uno de los más extensos de España, por eso los viñedos estaban salpicados de tudas, especie de casas cueva excavadas en la greda formadas por un zaguán de distribución, una cocina y una o dos cuadras para los animales. En las paredes se abrían huecos abovedados imitando los arcosolios en los que se habilitaba la cama del viticultor o se guardaban los útiles. Las tudas se utilizaban en lugares muy distantes del núcleo urbano y los trabajadores permanecían en ellas durante toda la semana. Hoy son una joya de la arquitectura tradicional excavada que deben ser conservadas y puestas en valor para las rutas donde se muestra el patrimonio enológico de la Denominación de Origen Toro.

Las fiestas de la vendimia de Toro se celebran en torno al Pilar. Se inician con el Pregón oficial de la Fiesta de la Vendimia, encargado a una personalidad que lo pronuncia en presencia de las autoridades de la ciudad los miembros del Consejo Regulador y los bodegueros, siempre con mucha afluencia de público hasta llenar el aforo del Teatro Latorre. El centro festivo y germen de la fiesta actual es el Desfile de carros tradicionales, que ha sido estudiado por Pilar Panero García, profesora de la Universidad de Valladolid. Hoy se conoce como «Tradicional desfile de carros engalanados a la antigua usanza y cestas de vendimia». En él se dan cita los trajes tradicionales de Toro y su alfoz, con participación de grupos musicales, comparsas que exaltan el folklore provincial, asociación de amigos de la capa, y otra serie de grupos que forman un atractivo y abigarrado cortejo. El desfile lo abre un tamborilero toresano y lo cierra la Banda Municipal de Toro, encerrando como en un paréntesis todo lo que de lúdico festivo y musical tiene y han tenido siempre las vendimias. La canción El tío Babú, se ha convertido en el himno oficial de la fiesta, porque es tradicional, porque alude en sus versos a las variedades de albillo de pagos como Bardales y Valdelespino, y porque se ha popularizado en Castilla y León con las privilegiadas voces de toresanos como María Salgado y el Dúo Candeal.

Es Fiesta de Interés Turístico Regional desde 2003. Por el desfile pasan o han pasado pueblos de su alfoz como Pinilla de Toro, Vezdemarbán, Valdefinjas, El Pego, La Bóveda de Toro, San Román de Hornija, remarcando sus peculiaridades locales a través del adorno de los carros y las cestas, o con los matices de los trajes típicos o indumentaria de vendimia. Además de ser desfile, también es competición lúdico festiva. Hay un reconocimiento al mejor carro engalanado, a la mejor cesta, y a las participaciones infantiles más logradas.

El desfile es una sinfonía de elementos tradicionales. Los carros van engalanados con frutas y productos de la huerta, y con objetos de uso común en otras épocas. Algunos hacen alusión a la vida en las viñas, como las sartenes de tres patas, utilizadas en las tudas para cocinar, otros son restos de aperos de labranza, otros rememoran el pesado de la uva, como son las grandes romanas.

Sobre el primitivo núcleo se han desarrollado otros centros como el Mercado medieval, en el que, aprovechando el escenario urbano, de calles estrechas y recoletas, asaltadas por palacios e iglesias de piedra o de ladrillo mudéjar, ponen las tramoyas en las que la indumentaria de la época cobra sentido y desata una cascada de evocaciones en los visitantes. Son casi dos centenares de puestos los que ofrecen productos de artesanía, de gastronomía y otros que desde siempre se han dado cita en las fiestas y romerías del Viejo Reino de León. En la espectacular plaza de toros pueden contemplar los asistentes un denominado torneo de Justas Medievales.

Sobre estos puntos centrales se desarrolla el programa que cada vez es más amplio y completo y año a año se está colando en el calendario de los eventos festivos en torno al vino. Las Fiestas de la Vendimia se completan con la Feria del Vino de Toro celebrada este año a comienzos del mes de junio con el aliciente añadido de que la añada del 2018 acababa de ser calificada como excelente y de gran potencial.

La fiesta actual se completa con actividades culturales, lúdicas y deportivas. Los atletas toresanos se adelantaron este año a una de las fiestas más importantes de la ciudad, tras San Agustín y el Carnaval, corriendo el XXIV Kilómetro Urbano Fiesta de la Vendimia ‘Ciudad de Toro’ que organizaba el Club Deportivo Vino de Toro y Caja Rural.

El pasado 20 de septiembre comenzó la Fiesta de la Vendimia en Morales de Toro, en la que destacó el encierro y la feria del vino. Los días centrales, el sábado y el domingo se resolvieron en actos sugerentes.

l sábado a las 12 horas se inauguró la Feria-fiesta de la Vendimia. A las 12,30 comenzó la pisada de la uva y degustación del primer mosto, como acto central y evocativo de la fiesta, en un ambiente de música y bailes tradicionales. Por la tarde se corrieron los toros por el recorrido habitual, en uno de los actos que más gente concentra de los pueblos comarcanos. El domingo, como es tradicional se inició con la misa en honor a Nuestra Señora de las Viñas, devoción muy venerada entre los vecinos que perpetua la nota religiosa de las fiestas de antaño. A las 13 horas se organizó el Desfile de carros engalanados a la antigua usanza, que no desmerece del vecino de Toro. Las notas más destacadas del comensalismo festivo fueron la paella de hermandad que sirvió de aperitivo a la comida popular en la que como plato fuerte se sirvió «arroz a la zamorana».

En Sanzoles del Vino, tierra del Zangarrón, Las Águedas se han hecho responsables del mantenimiento de la fiesta, con la ayuda el Ayuntamiento. Como en años anteriores, las mujeres lucen sus trajes tradicionales y lo hombres sacan a pasear los atuendos de los vendimiadores de otros tiempos. Son famosos los concursos de cestas de vendimiar y los juegos populares, así como las escenas evocativas de las vendimias tradicionales. Comienza este sábado a partir de las seis dela tarde. La fiesta de la vendimia de Sanzoles pone el contrapunto y complementa el calendario festivo de la localidad. El otro punto importante es la celebración del Zangarrón que es una de las mascaradas de mayor profundidad antropológica del noroeste peninsular.

Venialbo celebrará su fiesta de la vendimia el sábado próximo día 19 según las pautas que ya son tradicionales. La fiesta está promovida por el Ayuntamiento y la Asociación Cultural Villa de Venialbo. Sin embargo, colaboran todos los vecinos, porque se trata de un festejo colectivo cuyo centro es la comida comunitaria en la que se implican todos los habitantes. En los festejos no faltan ni las muestras de artesanía tradicional ni las demostraciones más cuidadas de la música popular zamorana.

La Denominación de Origen Toro se esfuerza cada año por hacer propuestas atractivas y atrayentes para los amigos del enoturismo.