Sanción al juez de Arévalo por fallar contra el ex marido de su íntima amiga

El magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Arévalo, el vallisoletano Santiago A.C., ha sido sancionado por el CGPJ con un año y seis meses de suspensión de empleo y sueldo por una «falta disciplinaria muy grave», ya que falló en contra el ex marido de su amiga íntima, al decidir que debía subir de 200 a 450 euros mensuales la pensión para la hija de ambos, y además suprimió la estancia semanal de la menor con su padre los martes por la tarde.

Unas decisiones tan polémicas y carentes de soporte probatorio que la juez que acabó sustituyendo a Santiago A.C. en el caso las anuló por la vía rápida en cuanto el ex marido presentó la denuncia y lo hizo acompañado del impactante resultado de una investigación de un detective que acabó descubriendo que el juez mantenía, en los días en que falló contra el ex marido, una relación de amistad íntima con la madre.

El ex esposo, estupefacto tras ver como había prosperado la demanda de modificación de medidas presentada por su ex pareja, contrató a un detective habilitado por el Ministerio del Interior con el encargo de investigar, en el ámbito de la custodia de menores, a su ex, especialmente sobre lo que concernía al cuidado de la menor, el tiempo que la madre le dedicaba, ocio y rutinas y el tiempo que pasaba en compañía de los abuelos maternos.

El resultado le heló la sangre. El ‘sabueso’ se encontró con un varón –que resultó ser el juez– «paseando con la demandante, besándose, acudiendo al colegio de la menor, subiendo a la menor al propio coche del togado, con la madre, junto al domicilio de los abuelos maternos o interactuando con la niña», escribió en su reporte, que acompañó de fotos de la pareja en actitud muy cariñosa durante varios días del mes de junio de 2018.

A la vista del informe, la defensa del demandado dirigió un escrito al Juzgado en el que, entre otros extremos, proponía la declaración del detective como testigo. Fue entonces cuando Santiago A.C. supo que había una investigación sobre la ex mujer del demandado que podía comprometerle.

EXCUSA POCO CREÍBLE

Cercado, movió ficha y dictó de forma apresurada una resolución para poner en conocimiento de las partes y del tribunal correspondiente que solicitaba la abstención del presente procedimiento, habida cuenta que había quedado con la ex mujer «para tratar temas relativos a un trabajo sobre violencia de género».

Pero ya era tarde. La denuncia ya había llegado al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la Audiencia Provincial de Ávila no se puso del lado del magistrado, sino todo lo contrario: vio poco creíbles, por no decir peregrinos, los argumentos para inhibirse.

Y no fueron los únicos. Para la magistrada que sustituyó a Santiago A.C., las pruebas aportadas «evidenciaban» que «no se trataba de una mera relación de amistad o colaboración, sino más bien una relación íntima, de complicidad y sentimental» . De la misma opinión fueron el fiscal –pidió seis meses de suspensión– como el promotor de la Acción Disciplinaria del CGPJ, Ricardo Conde, quien elevó a dos años su propuesta de suspensión. Lo hizo el pasado mes de mayo.

Ahora ha llegado la ahora de la sanción y la Comisión Disciplinaria ha impuesto al juez un año y medio de suspensión. Según informó ayer el Consejo del Poder Judicial a este diario, la suspensión se ha decretado por unanimidad de los vocales de la comisión «por la comisión de la falta muy grave del artículo 417.8 de la LOPJ, consistente en la ‘inobservancia del deber de abstención a sabiendas de que concurre alguna de las causas legalmente previstas’».

CONTINÚA EN EL JUZGADO

La decisión de la Comisión Disciplinaria es recurrible en alzada ante el Pleno del CGPJ y después ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo.

Las fuentes del CGPJ precisaron que la resolución no es firme. ya que tiene que ser ratificada por el Pleno del Consejo, un trámite que puede llevar medio año. Por esta razón, Santiago A.C. conserva aún el puesto en Arévalo. «El juez viene a trabajar todos los días, intentelo en otra ocasión», indicó ayer una trabajadora del Juzgado de Arévalo cuando este diario trató de conocer su versión. Si la medida se confirma, la sanción implica la pérdida de destino al ser superior a seis meses, lo que abocaría a Santiago A.C. a presentarse a un concurso.

El juez de Arévalo fue el encargado de instruir el caso del asesinato con alevosía de Mónica Berlanas, cometido el 6 de octubre de 2016 en presencia de su hija mayor. Esta semana se conoció que el TSJ rebajaba de 26 a 25 años la pena a Jonathan de la Fuente.

POLÉMICA INSTRUCCIÓN

La instrucción de este caso corrió a cargo de Santiago A., aunque finalmente recayó en la Audiencia Provincial en un caso de jurado popular. Fuentes vinculadas con el caso consideran que la labor de juez pudo haber sido mejor, siendo prudentes. Hablan, entre ciertos asuntos cuestionables, de problemas con algunas pruebas y con el volcado de teléfonos, cuyas conversaciones resultaron importantes durante el juicio.

Aunque en Arévalo no es demasiado conocido, algunas de las personas que han coincidido con él tanto dentro como fuera de la sala de vistas lo describen como un «hombre altivo, distante y arisco». Al conocerse este caso, pocos sospechaban que podía tratarse de Santiago A.C., quien inició su carrera judicial en 2012 apadrinado por el presidente de la Audiencia de Cáceres, Juan Francisco Bote, y tuvo su primer destino en el Juzgado 1 de Montijo (Badajoz) hasta que en 2016 llegó a Arévalo.