El curso arranca con el conflicto de los docentes por ratios, salarios y horarios

Miles de alumnos vuelven a las clases en un nuevo curso escolar en Castilla y León, una nueva etapa en la que las reivindicaciones y preocupaciones por parte de los sindicatos de educación y las asociaciones de madres y padres del alumnado siguen existiendo; principalmente, en materia de ratios, salarios y horarios.

La Confederación de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza Intersindical –Stecyl-i– reivindica, en este nuevo periodo, «todas las demandas que no se lograron en la pasada legislatura», manifestó la portavoz del sindicato Stecyl, Christina Fulconis Maroto. Así, solicitan comenzar una ronda de negociaciones con la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León con el objetivo de negociar un acuerdo que incluya aspectos «parados» por culpa de la crisis y de la inestabilidad política.

Entre las exigencias más relevantes destaca la aplicación de las 35 horas al profesorado y la rebaja del horario lectivo a 23 horas en Primaria e Infantil y a 17 horas lectivas para Secundaria y resto de cuerpos.

Por su parte, la dirigente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Isabel Madruga, también reclama como «prioritario» la reducción del horario lectivo del profesorado. «El pasado 21 de mayo se firmó un acuerdo que no se ha cumplido».

Fulconis solicitó un avance en el plan de atención a la diversidad, con el fin de mejorar la promoción de la inclusividad. «En los centros educativos no hay recursos y se necesitan más profesores de apoyo», puntualizó.

La mejora de las condiciones laborales también forma parte de las reivindicaciones diseñadas por parte de Stecyl. «La creación de un decreto sobre permisos y licencias es una cuestión que se debe abordar para recuperar los derechos perdidos con la crisis».

Asimismo, se exige una «reducción de ratios» en las aulas. El sindicato demanda 15 alumnos por clase en Primaria y 20 en Secundaria, un reto que se marcan con optimismo, ya que consideran que «va a poder cumplirse».

Además, ambos sindicatos calificaron de «fundamental» la necesidad de conseguir «mejoras retributivas» para el profesorado, «procurando la equiparación salarial con el resto de comunidades autónomas del país, ya que Castilla y León se encuentra «en los puestos de la cola». Así, el sindicato independiente CSIF recordó que hace casi un año entregó al anterior consejero de Educación, Fernando Rey, más de 3.600 firmas solicitando esta mejora.

En esta misma línea, CSIF manifestó que «son muchos los asuntos que requieren una respuesta rápida e inmediata por parte del nuevo Gobierno regional y son numerosas las reivindicaciones que siguen esperando, tras largos años de recortes y que siguen afectando a la educación pública de nuestra Comunidad».

Tras la inauguración del nuevo curso por parte de de la nueva consejera de Educación, Rocío Lucas, y su comparecencia en las Cortes el pasado jueves, ahora los sindicatos esperan mantener un encuentro con esta para tratar diversas cuestiones educativas. «La consejera aseguró que nos iban a convocar con urgencia, pero todavía seguimos a la espera». Además, también solicitan una reunión con el nuevo consejero de la Presidencia, Ángel Ibañez.

NUEVA LEY DE EDUCACIÓN

La Federación Provincial de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado de Centros Públicos de Valladolid –FAPAVA– inicia un nuevo curso demandando una estabilidad política con el objetivo de «elaborar una Ley de Educación que sea capaz de convencer a todo el mundo»; nuevas metodologías porque «aunque tenemos cada vez profesores más preparados para desempeñar su labor, en muchas ocasiones el cambiar la metodología de trabajo sigue costando trabajo»; igualdad real o recuperar el tiempo libre con los hijos, exigiendo que no se lleven los deberes a casa. «Tenemos que seguir luchando por recuperar el tiempo libre con nuestros hijos e hijas», aseguró la Federación en un comunicado.

Además, la presidenta de FAPAVA, María Capellán, criticó el calendario escolar de este curso, al que tachó de «tomadura de pelo». Así, aseguró que «las familias creen que los descansos siguen sin estar compensados, que de momento no se facilita una conciliación real, puesto que no todos pueden permitirse pedir vacaciones en el trabajo tres días en los Santos, dos días en el puente de la constitución, tres días más en carnavales además de la Semana Santa que sigue siendo otro periodo vacacional importante y dejando el último trimestre más corto que el segundo».