Diario de Valladolid

La donación de órganos cae a la mitad

«Aparentemente, no hay nada que lo justifique», explica la directora de la Organización Nacional de Trasplantes, que pide analizar esta cuestión a largo plazo para ver si es una tendencia o si es temporal

Donaciones en Castilla y León-E.M.

Donaciones en Castilla y León-E.M.

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Alba Camazón

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Castilla y León contabilizó 21 donantes de órganos en el primer trimestre de este año. Exactamente la mitad que el año pasado, cuando se alcanzó el máximo histórico de 43 fallecidos que cumplían las condiciones para ser donantes. Este es el dato más bajo de cualquier trimestre en los últimos tres años.

La directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, destaca la dificultad para entender este descenso y llama a esperar a largo plazo para ver si se trata de una tendencia o de algo temporal. «Aparentemente, no hay nada que lo justifique. A veces no se sabe muy bien por qué pasa», aclara Domínguez-Gil a este diario.

En cualquier caso, asegura, Castilla y León tendrá una tasa «extraordinaria» de donantes de órganos por millón de población. «A pesar del posible descenso este año, ya querrían para sí otros países europeos la tasa que pueda tener Castilla y León», insiste la directora de la ONT, organismo encargado de desarrollar las funciones relacionadas con la obtención y utilización clínica de órganos, tejidos y células.

Esta caída del número de donantes arrastra consigo, evidentemente, un bajada en la cifra de órganos que se extraen de los fallecidos: 34 riñones, 17 hígados, 2 corazones, 5 pulmones y 2 pancreas en los tres primeros meses del año. Sacyl ha registrado una reducción de todos estos tipos de donaciones.

Sin embargo, 2018 fue un año récord para Castilla y León: 145 donantes y 434 órganos. La comunidad superó el objetivo de la ONT de tener 50 donantes por millón de población (PMP) y alcanzó una tasa de 60,4 donantes PMP, superior a la media nacional (48 donantes por millón de población).

Castilla y León solo se sitúa por detrás, proporcionalmente, de Cantabria (86,2), La Rioja (66,7), Extremadura (64,5 donantes por millón de población), el País Vasco (64,4) y Navarra (64,1).

La mayoría de donantes se oncentran en los hospitales de Salamanca (32), León (29), y Burgos (25); seguidos del Clínico Universitario de Valladolid (19) y el Río Hortega (14). Esto se debe a que muchos son trasladados cuando se detecta un posible donante de órganos, donde poseen un equipo más especializado, explica a este diario el coordinador autonómico de Trasplantes, Pablo Ucio.

Lo mismo sucede con las Unidades de Trasplante de Órganos. Sacyl. La Memoria de Donación y Trasplantes de 2018 clasifica los hospitales en tres en función de su capacidad generadora de donantes: hospitales con Servicio de Neurocirugía y alguna Unidad de Trasplantes (Salamanca, Clínico de Valladolid y Río Hortega de Valladolid), hospitales con Servicios de Neurocirugía y Cuidados Intensivos, pero sin Unidades de Trasplante (Burgos y León) y hospitales mñas pequeños, sin infraestructura neuroquirúrgica, con un Servicio de Cuidados Intensivos pero sin Unidad de Trasplante (Ávila, El Bierzo, Palencia, Segovia, Soria y Zamora). Ucio considera que los hospitales están «bien dotados» aunque «todo es mejorable».

Los profesionales sanitarios están avanzando en la donación de órganos en asistolia controlada. Es decir, cuando el paciente está en una situación irreversible, pero se le mantiene el corazón en funcionamiento hasta la extracción de órganos. Cuando la familia decide que no se le siga tratando, se certifica el fallecimiento del paciente y se utilizan unas técnicas especiales para que sus órganos no se paren.

No todos los hospitales realizan este tipo de extracciones de órganos con sus propios medios. De hecho, solo las realizan con sus medios en el Río Hortega, León y Salamanca. Desde el año pasado, el Sacyl cuenta con un equipo móvil ECMO (soporte cardiopulmonar extracorpóreo para cuidados intensivos, según sus siglas en inglés) que se desplaza a los hospitales que carecen de este sistema «para que no se pierdan donantes».

«Este soporte vital permite una asistencia mecánica circulatoria y respiratoria y es capaz de proporcionar soporte cardiaco y pulmonar, durante un periodo de días o semanas, en la insuficiencia cardiaca o respiratoria refractarias a tratamiento convencional», explican las perfusionistas del Hospital de Basurto (Bilbao) Marisol García Asenjo y Kesare Eiguren Goitiz en un monográfico sobre este tema, publicado en la Revista Española de Perfusión.

Sin embargo, es menos probable que se produzcan donaciones en asistolia controlada por el envejecimiento de la población de Castilla y León. «Muy pocas personas cumplen esas características», explica Ucio, puesto que esta técnica es apropiada para los donantes de hasta 70 años.

Esta es precisamente una de las grandes dificultades a las que se enfrentan los profesionales sanitarios: el tipo de personas que fallece en la región. Sobre todo se trata de personas mayores que sufren algún tipo de enfermedad, explica Ucio, lo que impide en muchos casos el trasplante de órganos como los riñones, el corazón, el hígado, los pulmones... «El candidato ideal era el de hace 20 años, que se mataba con el coche pero estaba sano», afirma Lucio.

El donante idóneo fallece por muerte encefálica (un golpe en la cabeza o una hemorragia cerebral). Estos enfermos están en ventilación mecánica y son tratados por el Servicio de Medicina Intensiva hasta que se les extrae los órganos. También se puede donar órganos después de fallecer por paarda cardiaca, pero esta opción es «poco frecuente», aclaran desde el Hospital Río Hortega.

El año pasado Castilla y León tuvo 2.241 donantes gracias al modelo de gestión «que tiene a los profesionales especializados en el lugar adecuado», una legislación «avanzada» y una población «muy solidaria».

«Es un proceso muy complicado.Si no hay un sistema sólido, se pierden esas oportunidades de donación», sentencia la directora de la Organización Nacional de Trasplantes. Beatriz Domínguez-Gil asegura que la ley española, que cumple este año 40 años, es «muy moderna» pero no es el único factor a tener en cuenta.

«Algunos países han cambiado su legislación, pero no han tenido un incremento tan grande como el que ha vivido España», explica Domínguez-Gil, que anuncia que en las próximas semanas se publicarán los datos internacionales de donación de órganos del año pasado.

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