La recaudación ligada a la vivienda crece ya un 10% y supera la previsión de la Junta

La recaudación de los tributos cedidos por el Estado a la Comunidad autónoma de Castilla y León sigue su línea ascendente tras sortear año tras año los efectos de la crisis. La Hacienda autonómica ha recaudado 308,5 millones en el primer semestre, que representan un 4,82% más que el año pasado. Este crecimiento mejora el ritmo del año pasado, cuando aumentaron un 3,7%.

Los datos facilitados a EL MUNDO por la Consejería de Economía y Hacienda revelan que son los tributos ligados a la vivienda los que contribuyen con más fuerza a ese incremento. Más de la mitad de la recaudación de estos ingresos corresponden al impuesto de Transmisiones Patrimoniales Onerosas (TPO) y al de Actos Jurídicos Documentados (AJD). El primero grava la compra de viviendas de segunda mano (entre particulares) y otros bienes muebles, y el segundo, las escrituras notariales de inscripción de viviendas, hipotecas y otros documentos mercantiles y administrativos.

Castilla y León ha recaudado 157,5 millones por los dos tributos en el primer semestre, lo que significa un 10,3% más que el año pasado. En Transmisiones, los ingresos se disparan un 12,6% y en AJD apenas un 5,2%.

Este incremento de los ingresos, que supera en más del doble la recaudación global de los tributos cedidos, compensa el estancamiento de la recaudación de sucesiones y donaciones, que el actual Gobierno regional PP-Cs quiere rebajar y suprimir en las herencias de padres a hijos, y que ha supone para las arcas públicas 180 millones al año y 93,4 en el primer semestre. También compensa la caída de ingresos por el juego, aunque está por ver cómo evoluciona el impuesto de depósitos de entidades bancarias, cuya cuantía se desconoce.

Castilla y León funciona en este 2019 con el Presupuesto prorrogado de 2018. De acuerdo con esta prórroga, la Hacienda autonómica rebasaría ya con creces el 50% de la recaudación presupuestada en los dos impuestos ligados a la vivienda, para los que estimó unos ingresos de 295 millones al año. De mantenerse en el segundo trimestre la tendencia del primero, la Comunidad superaría en 20 millones la previsión. Es la fuerte subida de las viviendas de segunda mano la que alimenta sobre todo el avance del Impuesto de Transmisiones, porque el de AJD evoluciona de forma más lenta en su recaudación.

Todo apunta a que 2019 puede suponer un nuevo récord en estos tributos del Estado que gestiona la Junta. En 2018, la Hacienda autonómica recaudó 288,4 millones. Si se mantiene la actual tendencia, este año se llegaría a 315 millones, lo que sería un 9% más que en 2018.

Los tributos ligados a la vivienda se desplomaron en 2011 y cayeron hasta 2014. Fue en 2015 cuando iniciaron la escalada, aunque todavía se está lejos de los ingresos de los años de la burbuja inmobiliaria.

En el caso de Transmisiones, los contribuyentes tributan con carácter general con un 8%, aunque se producen toda una serie de situaciones por las que este impuesto puede bajar al 4% (vivienda habitual para titulares de familia numerosa, personas con discapacidad o jóvenes menores de 36 años).

Distinta evolución presenta el de Sucesiones y Donaciones. Los 93,4 millones recaudados hasta junio no superarían los 200 anuales aprobados en los Presupuestos prorrogados. La Junta elevó en las cuentas de la Comunidad para 2018 de 300.000 a 400.000 la exención para las herencias de los grupos I y II (hijos, padres y cónyuges).

La ejecución presupuestaria de los impuestos directos e indirectos evoluciona este año conforme a lo previsto y los derechos liquidados hasta junio rondan el 50% de lo previsto para todo el año.

Los ingresos por tributos sobre el juego bajan de nuevo, con un retroceso del 5,5% que representan 1,6 millones menos. Por el contrario, el impuesto de Patrimonio, que ha ‘vivido’ distintas etapas, registra este año un aumento del 25,5% tras recuadar 1,6 millones. Este impuesto es un tributos de devengo anual que grava el patrimonio neto de las personas físicas a 31 de diciembre de cada año. Tras haberlo suprimido en 2011 y 2012, se reactivó y se ha venido prorrogando el de 2013. En 2011 se redujo la exención hasta los 700.000 euros y la existente por vivienda habitual hasta los 300.000. Los ingresos por tasas han caído un 2%, rompiendo la tendencia de 2018 cuando se produjo un incremento del 4,2%.