Diario de Valladolid

El mapa político municipal se tiñe de rojo

Los socialistas ocupan ocho de los 15 ayuntamientos más grandes de Castilla y León / Los ‘populares’ están presentes en tres y Ciudadanos ‘araña’ uno / Guarido es el único regidor de Izquierda Unida en una capital

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Estibaliz Lera

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El mapa político municipal está teñido de rojo. Los socialistas ocupan ocho de los 15 ayuntamientos más grandes de Castilla y León, mientras que los populares sólo están presentes en tres. Ciudadanos araña uno tras un pacto con el Partido Popular. Eso sí, el gran triunfador de la noche electoral fue el alcalde de Zamora, Francisco Guarido. Los votos de sus vecinos le convirtieron en el único regidor de Izquierda Unida en una capital de España.

Pero si por algo se han caracterizado estas últimas semanas fue por la actuación de los concejales de Vox durante el pleno de constitución del Ayuntamiento de Burgos. Todo estaba cerrado. Vicente Marañón, de Ciudadanos, se convertiría en alcalde tras un pacto de las tres derechas, si bien los ediles de la formación de Santiago Abascal rompieron el acuerdo y dieron la alcaldía al socialista, Daniel de la Rosa, quien usa el diálogo como «acción de gobierno» para evitar una moción de censura que «paralizaría» la ciudad.

Otro momento histórico que dejaron las elecciones tuvo lugar en Palencia. Por primera vez en su historia el primer edil es del partido de Albert Rivera. No fue por voluntad de los palentinos, sino por un pacto entre Partido Popular y Ciudadanos, con el respaldo de Vox a última hora. En las urnas Mario Simón sólo obtuvo tres concejales. Por este motivo, cientos de personas se quejaron del desenlace, al que calificaron de «timocracia».

El momento más rocambolesco se vivió en León. El PSOE, con José Antonio Diez a la cabeza, fue la lista más votada pero todo apuntaba a que los populares se harían con el bastón de mando. Sin embargo, una de las actas del colegio electoral de las Pastorinas era errónea. La justicia dio la razón a los socialistas y a la Unión del Pueblo Leonés, y Vox se quedó fuera del consistorio.

Con 20 días de retraso, Diez se convirtió ayer en el noveno alcalde de la democracia y el tercero socialista. Gobernará en minoría al no alcanzar acuerdos con Ciudadanos o UPL, si bien incorporará al equipo de Gobierno al único concejal de Podemos.

Las votaciones en la capital segoviana también estuvieron salpicadas por problemas en el recuento de votos. Ciudadanos presentó un recurso por un posible error en el escrutinio. La formación naranja reclamaba un cuarto concejal a costa de los 10 del PSOE. Si hubiera sido exitosa la reclamación, la derecha podría haberse hecho con el bastón de mano. Al final, Clara Luquero tomó posesión ayer como alcaldesa. Y lo hizo gracias a los votos de Izquierda Unida y Podemos-Equo. Un gobierno en coalición y con un acuerdo programático para impulsar la ciudad desde «unos valores comunes» de «avanzar contando con los ciudadanos» pero «sin dejar a nadie atrás».

Otra situación digna de mención fue la que sucedió días antes del pleno de investidura en el Ayuntamiento de Valladolid. El socialista Óscar Puente ganó las elecciones pero no obtuvo mayoría absoluta. Lo lógico era revalidar el acuerdo con su socio, Valladolid Toma la Palabra. Por tanto, empezaron a reunirse hasta que el PSOE envió el pacto a la formación pilotada por Manuel Saravia, quien tensó la cuerda por la disconformidad con «algunos flecos». Y la cuerda se rompió. Puente publicó en su Twitter que rompía con sus socios. In extremis, apenas 48 horas antes, las aguas volvieron a su cauce y el socialista comenzó el mandato con «un nuevo tono» tras el compromiso de los portavoces para evitar las tensiones y descalificaciones.

Carlos Martínez Mínguez es un caso de éxito. El pasado 15 de junio tomó posesión como alcalde de Soria por cuarta vez. La apabullante victoria del PSOE en las elecciones eliminó cualquier cambio en el guion. En su intervención recordó que el camino marcado por los ciudadanos obliga a «aparcar dogmas y siglas».

En Ávila el encargado de dar el campanazo fue el ex dirigente popular Jesús Manuel Sánchez Cabrera. Se convirtió de la mano de su partido, Por Ávila, en el undécimo alcalde de la capital, arrebatando la alcaldía al Partido Popular, después de 28 años de gobierno ininterrumpido.

En la provincia vallisoletana Guzmán Gómez quitó la alcaldía al PSOE. Se quedó a un voto de la mayoría absoluta. Gobernará en solitario tras intentar un acuerdo con la ex portavoz del Partido Popular, Olga Mohíno, cabeza de lista de un nuevo partido Medina Primero. Sin salir de esta provincia Laguna llama la atención porque su alcalde, el independiente Román Rodríguez, cambio de socios de gobierno y reforzó su posición con un pacto con los populares y Ciudadanos.

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