Diario de Valladolid

Un estudio señala que las pymes de Iberaval crean el doble de empleo

Las empresas avaladas por la sociedad de garantía generan cuatro empleos, dos más que el resto

El director general de Iberaval, Pedro Pisonero, entre dos de los autores del estudio, MarianoCarbonero (i) y Horacio Molina.-ICAL

El director general de Iberaval, Pedro Pisonero, entre dos de los autores del estudio, MarianoCarbonero (i) y Horacio Molina.-ICAL

Publicado por
Esther Neila
Valladolid

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Andaba Pedro Pisonero, director general de Iberaval, preguntándose por la «utilidad» de las sociedades de garantía recíproca, no ya para el acceso a la financiación, que eso es incuestionable en cuando hacen posible que las pymes y micropymes accedan a préstamos que en ocasiones les niegan los bancos y siempre en condiciones más ventajosas que una entidad financiera. Lo que buscaba cuantificar Pisonero es el impacto de esa inyección financiera en la marcha posterior de las empresas. Y ayer presentó un estudio que confirma su «intuición»:las que están avaladas crean el doble de empleo que las que no lo están y su facturación crece a un ritmo muy superior.

Esta conclusión no resulta de una mera revisión estadística, sino del análisis, caso por caso, de la evolución de 690 socias de Iberaval. A cada una de ellas se les ha buscado una empresa ‘gemela’, es decir, con similar actividad, tamaño e ingresos, para poder establecer una comparativa apropiada y aislar los posibles efectos coyunturales de la situación económica. Pues bien, el resultado es que la inyección financiera de las primeras redunda en un mayor impulso inversor que, a su vez, se traduce en una facturación ‘extra’ de doce puntos porcentuales y en la generación de cuatro empleos de media en un año frente a los dos puestos que se crean en el resto de empresas.

Evaluación de la adicionalidad económica y financiera de Iberaval es el título del estudio presentado en la mañana de ayer en la sede de Valladolid de esta Sociedad de Garantía Recíproca (SGR), cuyo departamento de tecnología e informática ha colaborado en el desarrollo del informe, capitaneado por cuatro profesores de dos universidades:la privada Loyola de Andalucía y la pública de Córdoba.

Dos de sus autores desgranaron los principales indicadores y expusieron la nota metodológica de un informe «solvente» y «pionero». Mariano Carbonero, profesor de Estadística de la universidad jesuita, destacó que los indicadores obtenidos «no son una especulación ni una estimación», sino que representan datos reales de las empresas comparadas.

Para escrutar las 1.380 pymes (690 avaladas y 690 emparejadas en el llamado grupo de control), se han extraído las cuentas de resultados de los dos últimos ejercicios disponibles, 2016 y 2017, dado que los accionistas aún tienen hasta junio de plazo para aprobar los balances del año 2018.

A continuación, en cada una de las empresas se ha calculado la variación interanual de la deuda financiera, el inmovilizado, la plantilla, la facturación y el beneficio bruto obtenido para luego cotejar los comportamientos resultantes en cada uno de los dos bloques.

Con esos resultados, uno de los parámetros evaluados es la adicionalidad financiera, es decir, en qué medida las empresas beneficiarias de una garantía optan a una financiación que no hubiera sido posible sin la intervención de la SGR. Las primeras incrementaron en un 21,8% la deuda financiera, mientras el aumento en las segundas fue de sólo un 3%. Sobre el total de la deuda, el crecimiento de la deuda financiera fue un 20,6% superior en las empresas avaladas frente a las que no lo están.

El segundo indicador mide la ‘adicionalidad económica’, que indica hasta qué punto la financiación extra facilita un mayor nivel de recursos, como por ejemplo, inversiones en bienes de capital o fuerza laboral, incrementos en la producción o eficiencia, estimula las ventas o los beneficios. En este capítulo, el informe constata el efecto positivo sobre las empresas avaladas, que incrementaron sus ingresos en un 18,5% mientras entre sus ‘gemelas’ el aumento fue del 7%.

También apunta que la financiación con la sociedad de garantía lleva aparejada una mayor inversión, con un incremento de bienes de capital entre las empresas avaladas del 12,8% frente al más discreto aumento, del 0,31% entre las no beneficiadas.

Por último, la intervención de Iberaval incide en el empleo, ya que las empresas beneficiarias incrementaron su plantilla en un 19,6%, mientras creció un 11,1% en las pymes del grupo de control. Ese porcentaje equivale a la incorporación de cuatro personas de media en cada empresa, el doble que en las empresas ‘gemelas’, donde «la contratación también avanza pero a un ritmo más ralentizado», con una media de dos empleos más en cada una.

Donde los autores no aprecian diferencias es en la capacidad de autofinanciación, medida por el EBITDA, sin «variaciones significativas» entre ambos grupos.

La «dimensión social» de ese impulso en la creación de empleo «es lo que justifica en interés de este tipo de sociedades», puntualizó otro de los autores, Horacio Molina, director del departamento de Finanzas y Contabilidad de la Universidad Loyola.

«La finalidad de la pyme es ser un motor económico para el desarrollo», apostilló Molina antes de destacar la participación en esta investigación de Pablo Pombo, de la Universidad de Córdoba, «una referencia mundial» en este campo. Completa el plantel de expertos Jesús Ramírez, también de la institución académica de la Compañía de Jesús.

Molina puntualizó que organismos internacionales como el Banco Mundial y la OCDE están promoviendo que los sistemas de garantía midan su desempeño más allá de la sostenibilidad financiera e, incluso, de los datos sobre la extensión de la actividad, como el número de operaciones o el volumen de garantías. En este sentido, el estudio sobre Iberaval cumple con las guías propuestas a nivel internacional para medir la adicionalidad financiera y ecónomica.

«Somos útiles», apuntó Pisonero, que ve en este estudio un respaldo a la actividad de Iberaval, sociedad de garantía líder en España que cuenta con socios institucionales como la Junta de Castilla y León y Cecale. «Somos útiles no ya para la financiación, sino para la creación de empleo», apostilló.

Según la nota de prensa entregada a los medios de comunicación, los autores del informe «acumulan décadas de trabajo científico en torno a las sociedades de garantía». Han participado en grupos de trabajo del Banco Mundial «sobre diseño, implementación y evaluación de los esquemas de garantía de crédito para pequeñas y medianas empresas en 2015 y 2017» y cuentan con un premio a la investigación sobre la clasificación empírica de los sistemas de garantía, además de desarrollar decenas de publicaciones científicas.

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