Diario de Valladolid

Indulto a la comida perecedera

Aterriza en Salamanca una ‘app’ para combatir el desperdicio alimentario que implica a una veintena de comercios /Ofrecen lotes de alimentos a bajo coste al acabar el día para evitar tirarlos a la basura /En abril llegará a Valladolid

Una trabajadora de la pastelería La Madrileña entrega el lote a un cliente que previamente lo ha reservado a través del móvil.-ENRIQUE CARRASCAL

Una trabajadora de la pastelería La Madrileña entrega el lote a un cliente que previamente lo ha reservado a través del móvil.-ENRIQUE CARRASCAL

Publicado por
Esther Neila
Valladolid

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¿Adónde van las barras de pan que se quedan sin vender al final del día? ¿Y los yogures que caducan dentro del súper? ¿Dónde terminan los curasanes que sobran del desayuno bufet de un hotel? Si nadie lo remedia, en la basura. Según la FAO, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo se desperdician. Un derroche social y medioambiental en un planeta adolecido por un aumento del hambre y un desmedido consumo de recursos naturales.

Paliar ese despilfarro es la filosofía que sustenta una nueva aplicación para móviles que acaba de llegar a España. Pone en contacto a comercios con consumidores de la misma ciudad para que estos últimos ‘salven’ al finalizar la jornada los alimentos que de otra manera acabarían en el contenedor. La iniciativa se llama ‘Too good to go’ (su descarga es gratuita para dispositivos móviles) y lleva dos meses funcionando en Salamanca, la primera ciudad de Castilla y León donde se ha implantado, tras hacerlo en Madrid, Barcelona y Bilbao. «Estamos planificando la llegada al resto de provincias», explican desde la plataforma que calcula culminar su expansión «a toda España» este año. En abril llegará a Valladolid, donde una decena de establecimientos ya han mostrado su interés.

En la capital charra, una veintena de comercios se han enrolado ya en esta iniciativa. «Nos pareció interesante que ningún alimento se desperdicie y nos decidimos a sumarnos a esta idea», explica Miguel Ángel Porteros, encargado del supermercado Cívico, en la céntrica calle Zamora.

La cosa funciona así:los establecimientos lanzan a través de la aplicación la venta de un ‘pack’ de productos a precio de oferta. El contenido exacto no se puede definir porque los comercios no pueden anticipar con precisión qué alimentos quedarán en el estante al final de la jornada, pero suelen ser lotes estandarizados cuyo valor de venta duplica o triplica el coste habitual.

«Cuando tenemos varios productos cuya fecha de caducidad o consumo preferente se acerca, lanzamos un lote», explica el responsable de este supermercado. «Un paquete de galletas con fecha a finales de marzo, unos cereales para abril, algo de fruta», indica al enumerar los elementos de su último lote. «Vendemos por tres euros unos productos cuyo precio normal ronda los 12», algo que cualquiera puede comprobar en los líneales de la tienda, añade.

Siempre se trata de alimentos en buen estado pero cuyo consumo no puede esperar. «Son productos justos de fecha, pero de calidad, nunca caducados», apostilla el encargado de este supermercado centenario regentado en régimen de cooperativa. «Nuestra merma es poquita, porque somos un súper pequeño», contextualiza al precisar que «si antes se tiraban diez kilos de comida, ahora no llega a uno».

Si hay un alimento que ‘envejece’ cada día es el pan o la confitería, producción de rotación diaria por antonomasia. En una pastelería «todos los productos se hacen en la jornada;no los podemos vender de un día para otro, lo que no significa que no se puedan comer», explica María Ángeles Hernández, responsable de La Madrileña, que cuenta con tres establecimientos en la ciudad salmantina. En su opinión, esta aplicacion ofrece una «solución muy buena» para dar salida a los excedentes. «Antes se los dabas a algún vecino, a algún amigo o te los llevabas a casa», cuenta.

Cada día lanzan un lote de productos a un «precio módico»:2,99 euros para un pack que está valorado en diez. «Ayer metimos empanada de bonito, dos croasanes y una barra de pan», explica Hernández.

Según sus cálculos, en sus establecimientos se tiraban cada semana productos valorados en más de cien euros. Ahora, con esta iniciativa, se indultan los alimentos con una «fórmula» que está muy extendida en otros países. «Volvemos a lo de antes, al reciclaje», apostilla al señalar que es la concienciación contra el desperdicio alimentario lo que mueve su participación en esta iniciativa, no la ganancia económica para su negocio. De hecho, los comercios participantes explican que sólo ingresan en torno al 40% del valor vendido. La plataforma gestora (que es a quien los clientes pagan el importe de los paquetes adquiridos) cobra a los establecimientos un euro de comisión por cada lote vendido para cubrir los costes de funcionamiento.

Otro sector susceptible de desechar grandes volúmenes de comida es la hostelería. Varios locales de restauración y catering de Salamanca participan en la iniciativa, como El Rincón del Chef, Garden True Food, Dealba Gourmet o Tortilla’s, entre otros, según el listado que puede consultarse en la app móvil.

También encontramos un hotel, el Ibis de Salamanca, que todos los días lanza un lote de alimentos con los excedentes resultantes de su desayuno bufé. «Normalmente incluye dos tipos de bollería, leche, zumo y fruta cortada», explica Alberto Pérez, director de este alojamiento de la cadena Accor. Se sumaron a esta iniciativa porque comparte objetivos con la política de reducción de desperdicios alimentarios que aplica esta firma en sus hoteles españoles por «sensibilidad con el medio ambiente», añade.

En el desayuno, el hotel ofrece a sus huéspedes tres o cuatro variedades de fruta troceadas, un alimento que, al oxidarse, «no se puede ofrecer al cliente al día siguiente porque no tiene calidad», puntualiza el director. A veces también meten embutido o queso en los packs sorpresa que lanzan a través de la aplicación. De momento ofrecen un lote al día, aunque no descartan ampliarlo si en los próximos meses coincidiendo con la temporada alta turística.

Alberto Pérez valora la «aceptación» que está teniendo la iniciativa. «Empezamos hace dos meses y todos los días salen los packs», indica mientras añade que la variedad de clientes que acude al hotel demuestra que la app está siendo cada vez más conocida.

El perfil del consumidor es muy heterogéneo. «Nos ha sorpendido», cuenta la responsable de las confiterías La Madrileña al indiciar que no sólo son jóvenes estudiantes de esta ciudad universitaria sino también vecinos de media edad y mayores los que reservan sus paquetes.

«Ya tenemos más de 60.000 usuarios y varios centenares de establecimientos luchando contra el desperdicio y en los primeros cuatro meses de funcionamiento se han salvado más de 12.000 packs de comida», sostienen los responsables de la app.

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