Diario de Valladolid

Las familias con ayuda por pobreza energética caen un 20% pero son muy superiores a las de 2013

Cruz Roja señala que el problema tiende a cronificarse al subir las peticiones de quienes tienen trabajo

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Redacción de Valladolid
Valladolid

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La recuperación económica no llega a todo el mundo. A pesar de que las familias más vulnerables de la Comunidad que recibieron ayuda de Cruz Roja para tratar de la paliar la pobreza energética cayeron un 20% en 2018, la cifra aún representa un 28% más que la registrada en 2013. Así, el pasado año bajaron a 1.713 los núcleos familiares que recibieron apoyo frente a las 2.180 del ejercicio de 2017, mientras que el dato sigue siendo mayor respecto a hace seis años, donde fueron 1.348 familias las que tuvieron respaldo económico.

Así se pone de manifiesto en el balance realizado a Ical por la ONG en Castilla y León sobre los apoyos económicos prestados a las familias que lo necesitan -en total fueron atendidas en los últimos seis años 12.637- para poder hacer frente al pago sobre todo a los recibos de luz (62,97% del total de ayudas), gas y gasóleo (31,08%) y poder utilizar sin restricciones los distintos tipos de calefacción. También se contribuye al pago de agua (5,61%) y recibos de teléfono y otros sin clasificar (0,34%), aunque en este ámbito las peticiones son mínimas.

En cuanto a la evolución de los últimos seis años, en 2013 las familias apoyadas económicamente fueron 1.348 en este ámbito; en 2014 pasaron a ser 2.191; en 2015 se atendió a 2.707 en el pico más alto; a lo largo de 2016 hubo 2.480; en 2017 se prestó asistencia a 2.180; y en 2018 se bajó la cifra de familias con ayudas a 1.731. De total de personas beneficiarias, un 63% son mujeres y un 37% hombres.

En cuanto al promedio de ayuda por familia para necesidades energéticas, en 2013 fue de 183,37 euros; de 144,59 euros en 2014; de 130,01 euros en 2015; de 122,71 euros en el año 2016; 139,11 euros en 2017; y de 160,94 euros en 2018. Las cuantías totales por cada anualidad destinadas por Cruz Roja en el conjunto de las nueve provincias fue de 128.891 euros en 2013; de 131.565 euros en 2014; de 103.814 euros en 2016; de 104.612 euros en 2017; y de 101.394 euros en 2018. La media por unidad familiar de los últimos seis años fue de 146,7 euros.

La coordinadora autonómica de Cruz Roja de Castilla y León, Eva Fernández, precisó que aunque se redujo el número de las familias atendidas en 2018 respecto a un año antes, las cuantías económicas se mantienen y el descenso es casi inapreciable. «La tendencia a la baja de familias perceptoras se inició en 2016 pero aún hay mucha tarea. Lo que cambia es que vienen personas que, pese a tener un empleo, necesitan apoyo y se percibe cierta cronicidad en el problema», indicó. En su opinión, la situación pone de manifiesto la existencia de un cambio de los perfiles de quienes tienen necesidades básicas. «El periodo convulso se percibe desde 2012 y entonces Cruz Roja dio un paso al frente para ofrecer ayudas de emergencia. Antes sobre todo eran colectivos de inmigrantes en paro y ahora acuden más de nacionalidad española y con trabajo», significó. La coordinadora autonómica de Cruz Roja concretó que, por un lado, está la valoración de los trabajadores contratados para asignar ayudas de emergencia pero «todo lo que es la entrega, el calor, el apoyo humano y el hacerlo de manera digna» es una labor que llevan a cabo los voluntarios. «Hacen una tarea encomiable dedicando su tiempo a quienes más lo necesitan y sin ellos y su apoyo no podríamos llegar a tanta gente», consideró. Juan Antonio Martín, coordinador de un equipo de voluntarios de Cruz Roja en Valladolid, jubilado de Renault desde 2011, acude dos días por semana y se encarga de clasificar y repartir alimentos que complementan las ayudas por pobreza energética y apoyan que muchas personas y familias puedan subsistir con dignidad tras, en varios casos, haberlo perdido todo.

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