Diario de Valladolid

Marcos acusa al Gobierno de generar «una inseguridad que da miedo»

La portavoz de la Junta asegura que el Ejecutivo de Sánchez «actúa absolutamente a capricho»

Milagros Marcos durante su intervención.-ICAL

Milagros Marcos durante su intervención.-ICAL

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María R. Mayor

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El cambio de signo político en el Gobierno, con la llegada a la Moncloa del socialista Pedro Sánchez, ha elevado el tono crítico de la Junta hasta límites que rozan la confrontación, aunque la portavoz del Ejecutivo regional, Milagros Marcos rechaza este término y sostiene que solo se trata de «desacuerdos». Así lo expuso ayer en su comparecencia ante los medios informativos al término del Consejo de Gobierno, en la que arremetió con las últimas decisiones del equipo de Sánchez, hasta el punto de manifestar que generan «una inseguridad que asusta, que da miedo».

Preguntada sobre si la entrevista que el presidente de la Comunidad, Juan Vicente Herrera, mantendrá con Pedro Sánchez el próximo 27 de noviembre, transcurrirá en términos tan duros como los que ella utilizó ayer, la consejera reafirmó el mensaje de «lealtad institucional y cooperación» que había manifestado el propio Herrera en las Cortes el pasado martes. «La Junta no está confrontando con nadie», afirmó, «porque no se puede confrontar sobre asuntos que el Gobierno no ha consultado con las comunidades autónomas», ironizó. También precisó que sus manifestaciones no son de «dura crítica», sino que responden al «análisis de la realidad», y subrayó que Herrera hablará con Sánchez «en tono de defensa de los intereses de Castilla y León».

Previamente, la portavoz y titular de Agricultura y Ganadería aprovechó el anuncio por parte de Endesa del cierre de la térmica de Compostilla, –mientras se mantienen otras centrales en el país–, junto con la manifestación de hoy en León para cuestionar, de paso, la prohibición de vehículos de gasolina y diésel a partir de 2040, la futura reforma educativa, la actitud de los socialistas con el independentismo catalán, o su posición con la financiación autonómica.

Según Marcos, los «vaivenes» y la «inseguridad jurídica» que provoca el Ejecutivo nacional está causando preocupación «en toda la Comunidad» y en España. «La verdad», declaró, «es que tenemos una ventaja: como el Gobierno de la nación no sé si miente o dice cada vez lo que se le ocurre, y son cosas diferentes, ya casi que estamos curados del susto y vamos a empezar a no creérnoslo para que no nos dé un infarto».

Marcos enumeró entre estos «vaivenes» los cambios en los contratos de los trabajadores, la «desaparición» de los motores de gasóleo y de gasolina, o la incógnita sobre «si van a recuperar o no el modelo de financiación autonómica». «Han anunciado cosas de tanta trascendencia para los ciudadanos que, realmente, no entendemos que no estemos todos medio infartados», insistió.

Las quejas no acabaron ahí: «No sabemos si van a indultar a los golpistas porque van a recuperar una norma de 1870, si la norma educativa se va a cambiar de golpe y porrazo y si vamos a valorar el hecho de que no se aprueben las asignaturas y no haya nivel en el sistema educativo», cuestionó Marcos, quien lamentó que el Gobierno no cuente con la Junta para cuestiones que le afectan e, incluso, que no les aporte ninguna información. Este es el caso, explicó, del decreto para la transición energética, que el Ejecutivo autonómico solo conoce «por los medios de comunicación».

La consejera portavoz acusó directamente al PSOE de haber «decretado el fin de las térmicas, de las zonas mineras, y el cierre de la actividad económica en una parte del territorio. «Está claro que ha enterrado la minería sin dar ninguna explicación a nadie y sin ninguna alternativa», aseveró. Además, responsabilizó al Gobierno de que unas centrales tengan que cerrar y otras, «la mayoría en comunidades socialistas», se mantengan. «No se entiende que unas térmicas contaminen y otra no, ni por qué se cierran aquí y en otras comunidades no», observó.

Tras acusar al Ejecutivo de Sánchez de la «aniquilación y la persecución» del sector del carbón, Marcos se preguntó «dónde está el plan alternativo» para las cuencas minera y, «si se cierra pasado mañana», dónde están las industrias «que suplan ese empleo», si «se han construido ya» y si van a absorber los puestos de trabajo directos e indirectos que se pierden. «Es evidente que actúan absolutamente a capricho», continuó Marcos su alegato contra el Ejecutivo de Sánchez, por abrir «la puerta» al cierre de empresas. «Y si la abre, qué van a hacer las empresas, pues utilizar la puerta y cerrar», añadió.

«Ahora bien, si cerramos la puerta a la energía térmica, y le ponemos la alfombra roja a las eléctricas, cerramos las fábricas de automoción y mandamos 53.000 trabajadores a la calle porque se nos ha ocurrido de un momento para otro» –comentó en referencia al decreto que elimina los vehículos de gasoil y gasóleo en 2040–, no sé, cerraremos el país», concluyó la portavoz de la Junta, quien exigió al Gobierno «seriedad y rigor en sus decisiones cuando afectan a sectores de la economía.

También arremetió contra reforma educativa anunciada por la ministra Isabel Celaá, que tachó de ejemplo de «populismo de izquierdas muy propio de hace doce años», y que no cabe en un momento en el que prima la calidad.

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